Dos hombres normales y corrientes se embarcan en una misión escandalosamente peligrosa durante diez años para penetrar en la dictadura más secreta y brutal del mundo: Corea del Norte. Empieza ‘El Infiltrado’.
Es imposible empezar a describir ‘El Infiltrado‘. Te deja, una vez finaliza, en total estado de shock. Aunque, siendo honestos, creo que te deja perplejo desde que llevas un minuto de metraje, y ya, esa sensación de perplejidad, ingenuidad y asombro no se va, quizá no lo haga durante un tiempo.
Lo primero que te cuestionas cuando llevas un rato delante de la pantalla es si lo que estás viendo es real, verídico. ‘¿Seguro que no me están tomando el pelo?’, por desgracia no, y con esa sensación de estar siendo engañado por una cámara oculta continuas con el visionado, y, poco a poco te das cuenta de que no eres tu el que está siendo engañado, más bien todo lo contrario. Mads Brügger ha conseguido hacernos partícipes del engaño del siglo, y cuando acabes con el documental necesitarás hablarlo con alguien, eso puedo asegurártelo.
Casi sin quererlo te ves como parte de una operación de inteligencia que solo pensaríamos ver en una superproducción de Hollywood, de la que además saldríamos diciendo del cine: ‘Ha sido una pasada, qué guion tan genial, creativo y de infarto, aunque quizá se les haya ido de las manos la idea, nadie es tan tonto como para creerse esto que los protagonistas se han inventado para infiltrarse’.
Pero sí, cuela, y cuela del todo. Una vez más la realidad supera a la ficción. Ningún mortal medio, con una vida corriente como la mía podría pensar que esto ocurre en el planeta. Es decir, una cosa es saber que estas cosas pasan, y otra muy distinta verlo en el ‘vivo y el directo’ del siglo XXI, con cámara oculta.
Mads Brügger lleva el concepto de espía a otro nivel, ya que nos lo trae a casa, nos hace partícipes de una década de trabajo encubierto, viajes internacionales, reuniones, conversaciones inverosímiles para el mortal medio y lo hace a través de una figura corriente, alguien en quien jamás te fijarías y de quien jamás desconfiarías, y ahí radica la genialidad y quizá sea el punto de inflexión que ha logrado que todo esto haya sido posible.
Ulrich Løvenskjold Larsen es esa persona, el infiltrado definitivo. Un padre de familia y chef retirado, que vive de los subsidios del estado. Del que nadie pensaría, ni siquiera su propia familia, que sería capaz de engañar a los mandos de mafias internacionales, haciéndose un hueco entre sus altas esferas mientras consigue firmar acuerdos armamentísticos, petrolíferos y de drogas que viajarán de forma ilegal por todo el planeta, trayéndose de vuelta todo documentado al milímetro.
En esta odisea, que cualquier escritor querría haber guionizado, solo ha sido posible gracias a un segundo jugador, un segundo infiltrado. Jim Latrache-Qvortrup, está hecho a medida, un ex-convicto que ha limpiado su acto, cuyo pasado ya no le define, pero que en cambio lo hace perfecto para infiltrarse y hacerse pasar por Mr. James, un hombre de negocios, con mucho dinero y muy pocos escrúpulos, que está dispuesto a todo con tal de sacar un beneficio económico.
Eso sí, la figura que te deja fuera de combate es la de Alejandro Cao de Benos. Este español, conocido por ser el occidental con más acceso a Corea del Norte de todo el planeta aparece retratado en todos los sentidos en los 137 minutos de documental. Lo inverosímil de todo lo que dice o de su forma de actuar no hace más que bajarnos de un guantazo al planeta tierra, ya que no hay ficción, lo que vemos es lo que hay: manipulación, avaricia, idolatría y ego, mucho ego.
Para mí, la clave del documental es Annie Machon, la ex oficial de inteligencia del MI5, contratada por Mads Brugger para, utilizando su experiencia, interrogar al infiltrado, Ulrich y al Sr. James. Su trabajo es exquisito, hace las preguntas perfectas en el momento adecuado y ayuda enormemente a presentar la historia y eventos acaecidos a lo largo de diez años.
Pero si algo extrapolamos de este documental es que el ego mueve montañas, y también lo hacen la fe ciega y las convicciones sociales. Cuando el ser humano cree en una causa, y lo hace ciegamente, salen por la ventana los derechos humanos y la cordura, y solo queda en la habitación, una meta, que arrasa con la poca humanidad que puede quedarte cuando has vendido tu alma al diablo.
Los Ministros de Asuntos Exteriores de Suecia y Dinamarca ya han llevado el documental ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para solicitar nuevas sanciones para Corea del Norte. En España, ni siquiera los medios informativos se han hecho eco de lo que este documental presenta, y no sabemos si las agencias de inteligencia nacionales así como la policía podrán aprovechar el material presente en este documental para generar algún arresto. Solo el tiempo dirá.
Tráiler
¿Pasa el corte?
Overall
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Fotografía
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Guion
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Edición y montaje
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Interpretaciones
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Originalidad
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Edición de sonido
User Review
( vote)Puntos fuertes
- Un guion brutal
- El montaje del siglo, te atrapa.