‘Un cielo tan turbio’, un documental de Álvaro F. Pulpeiro (2020)

Un cielo tan turbio‘, la película documental dirigida por Álvaro F. Pulpeiro, que llega hoy a nuestros cines de la mano de Begin Again Films. 

A la sombra de monumentales refinerías que emergen cual templos cromados, ‘Un cielo tan turbio‘ viaja por diversos paisajes fronterizos de Venezuela, el primer petro-estado, hoy golpeado por la peor crisis política y humanitaria que Sudamérica ha vivido en el siglo XXI. Bajo cielos que auguran tormenta, somnolientos militares acechan en medio del mar Caribe, migrantes vagan por lúgubres puestos fronterizos entre Venezuela y Brasil, y contrabandistas apuran los últimos barriles de gasolina cruzando clandestinamente por las trochas del hostil Desierto Guajiro. Todo ello al son de las esquizofrénicas noticias del conflicto político que emite una radio desde la lejanía capitalina.

Con una fotografía que te transporta a parajes tan salvajes como bellos Álvaro F. Pulpeiro consigue mantenernos cautivos en su documental. Ese toque salvaje nada tiene que ver con escenas naturales de animales exóticos y fascinantes con los que nunca cruzamos camino. Este salvajismo es mucho más cercano a nosotros. Es las noches oscuras en las que las interacciones humanas se vuelven más taimadas, es el peligro de las calles cuando la luz se va, y también la frescura y felicidad que puede haber al encontrarnos con una cara amiga.

Son las muchas relaciones que mantenemos con otros y también con el medio. Ver ‘Un cielo tan turbio’ es dejarse llevar por las carreteras cochambrosas de lugares olvidados en los que la vida no ha parado, donde ciudadanos intentan, a pesar de todo, sobrevivir, sin importar las líneas que deban cruzarse para ello. Es cierto que no se habla mucho en ‘Un cielo tan turbio’. Solo de cuando en cuando alguno de esos humanos retratados interactúa con su entorno y también, en pocas ocasiones, una voz en off aparece de fondo y nos saca de nuestro ensimismamiento con una voz profunda que da aún más arraigo y sentido a lo que estamos viendo, pero eso no significa que no se diga mucho a través de sus encuadres, su perspectiva, su preciosa fotografía y una radio, que mientras suena de fondo transmite mensajes clarísimos a quien quiera pararse a descifrarlos.

Esa radio nos manda mensajes directos, en español e inglés y nos da información contradictoria que no tenemos posibilidad de vetar. ¿Qué debemos creernos? ¿Dónde comienza lo objetivo y dónde está el engaño? ¿Quién tiene más porcentaje de verdad en su haber? ¿Cómo nos comunicamos con el estado en el que vivimos? Dicen que las palabras se las lleva el viento, y en ‘Un cielo tan turbio’ tenemos la sensación de que conforme salen del transistor del coche en el que viajamos salen por la ventana para, vacías, acabar en algún lejano mientras el status quo se mantiene y la pobreza sigue siendo la tónica en un porcentaje de la población demasiado elevado.

‘Un cielo tan turbio’ es un viaje para los sentidos. Es poder disfrutar de unos parajes que quedan lejanos y ajenos a nuestra realidad. Hay en todo el film una magnificencia que solo puede retratarse cuando se ha puesto cariño y cuidado en los encuadres, las localizaciones y la historia que se quiere contar. Si bien echamos de menos algún elemento tradicional como la entrevista o la narración con datos que nos pongan en situación y nos permitan profundizar en la problemática que intenta presentarse, es, al menos, un primer acercamiento a una realidad distante que quizá no afecta a nuestras vidas, pero si a la de miles de personas que viven al margen de la ley y dentro de un elevado nivel de desprotección y vulnerabilidad ante el cual no deberíamos hacer oídos sordos.

Escucha la entrevista a su director aquí.

«‘Un cielo tan turbio‘ es una meditación cinematográfica sobre la frágil y traicionera relación entre el ciudadano y el Estado, que generalmente se presenta como una figura maternal protectora que proporciona seguridad, significado e identidad. En este caso, esta meditación se encuentra en una posición en la que un Estado antaño poderoso y simbólico (Venezuela) ha dejado de proporcionar, e incluso de reconocer quién es quién. La película se pregunta: una vez que nos quedamos huérfanos de ese progenitor, ¿Quiénes somos sin las narrativas nacionales que una vez definieron quiénes éramos? ¿Queda algo cuando nuestras plegarias no tienen respuesta? ¿Cuándo ningún poder que se avecina puede protegernos o definirnos? ¿Cuándo estamos solos? Una meditación sobre el vértigo de ser libre y, sin embargo, sentirse abandonado. En última instancia, sobre la búsqueda de un sentido de hogar dentro y no fuera de uno mismo». 

Álvaro F. Pulpeiro, director de ‘Un cielo tan turbio’.

Esta es una película que retrata peregrinos y piratas, hijos huérfanos de una tierra que han hecho suya sin necesidad de plantar banderas, o imponer himnos; anárquicos como la tormenta que amenaza poner fin a este limbo en donde se encuentran suspendidos. 

Una producción de Laura C. Solano y Álvaro F. Pulpeiro en coproducción con A cuarta parede films e Insight Twi Pulp.co.

Tráiler de ‘Un cielo tan turbio’

¿Nos encanta?
Overall
3.6
  • Fotografía
  • Banda Sonora
  • Guion
  • Originalidad
  • Edición y montaje

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Bienvenidos a España’, singularmente bella, especialmente necesaria (Juan Antonio Moreno, 2021)

Biografía del cadáver de una mujer’ (Mabel Lozano, 2020)

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