Hablamos con el actor chileno, Alfredo Castro, en el Festival de Málaga donde presenta ‘Karnawal’

El Festival de Málaga en su edición número 24 nos vuelve a sorprender con una cinta de esas que te transportan a otros lugares, otras gentes y elementos patrimoniales casi a punto de desaparecer. Cuando tengas la oportunidad de ver ‘Karnawal‘, no la dejes pasar. Te encontrarás en ella a uno de los mejores artistas internacionales con los que contamos en el cine mundial, Alfredo Castro, y descubrirás el talento del joven Martín Lacci, a quien ya no querrás perderle la pista.

Comencemos.

Marta: Buenos días. Muchas gracias por atendernos, es un verdadero placer.

Alfredo Castro: Buenos días a ti, querida.

Marta: Antes de comenzar quería darle la enhorabuena por la cinta. Ha sido maravillosa de ver.

Alfredo Castro: Yo no la he visto…

Marta: ¿No la ha visto? ¡Madre mía! A eso hay que ponerle remedio.

Alfredo Castro: Bueno, tu sabes que es una cábala que yo tengo, porque nunca he visto las películas que he estrenado, las he visto en festivales, así que me guardo la cábala y a ver como lo paso.

Marta: (risas) Bueno, bueno… esperemos que no defraude en absoluto. A mi me ha fascinado y encantado poder acercarme a un mundo que me queda demasiado lejos. Yo creo que esa es una de las maravillas de esta película. Que te pone en un punto del mapa que no cocías. Te presenta un tipo de arte que queda algo lejos. A mi me ha recordado algo al Flamenco.

Alfonso Castro: Claro. Mira, a mi lo que me fascina es precisamente del guion, ese mundo en extinción. Es un mundo rural, campesino, patriarcal, machote que ya va está en desaparición. En algunos aspectos qué bueno, y en otros que pena que el reggaetón nos esté comiendo tradiciones hermosas con son este baile, que yo tampoco conocía, pero que comprendo que también en Chile existe y también aquí en España, sus bailes regionales, ustedes, aparte del Flamenco, todo lo que hay en cada región de España es maravilloso.

Marta: Lo cierto es que, al menos, con estas producciones, podemos tener ese toque, esa cercanía, que… a veces, el capitalismo nos come, a todos.

Alfonso Castro: Absolutamente.

Marta: Esa pequeña cercanía, momentánea, te hace abrir unas puertas fascinantes. Justo antes hablábamos con Martín y era increíble escucharle transmitir la emoción que transmitía.

Alfonso Castro: Bueno, yo cuando lo vi bailar en directo me puse a llorar. Yo nunca había visto en vivo bailar ese baile, y los chicos, la pasión que ellos ponen en el baile… me emocionó profundamente. No lo podía creer. Ellos hacen sus juntas, sus festivales, su competencia, y entonces, es un mundo muy emocionante que está desapareciendo.

Marta: Y además, es como se muestra en la película, esa decadencia. Ese mundo que parece a punto de desmoronarse, pero aún así se ve a esas familias a esos adolescentes entregándolo todo, intentando agarrarse a algo que los mantenga alejados de la vida que viven y se transmite muchísimo porque es una película muy social, familiar e íntima a su manera.
Del personaje que representas, decir, que tiene sus muchas luces y sus muchísimas sombras…

Alfredo Castro: (risas)

Marta: ¿Cómo lo definirías?

Alfredo Castro: Hay una metáfora muy preciosa en la película que es el Karnawal. Karnawal es una palabra que mezcla el quechua indígena con español, y que es carnaval, un momento en que la gente desentierra simbólicamente al diablo, purga sus pecados y lo vuelve a enterrar hasta el año siguiente. La película a mi me llevó muy lejos en esa lectura. Porque este hombre que interpreto, ‘el Corto’, sale de la cárcel, se desentierra a si mismo de alguna manera simbólicamente para encontrarse con su hijo, a quien ama. Y eso a mi me llama a estar muy lúcido en cuanto al amor, porque no es una película oscura, sino que dentro de lo que se puede habla del amor de este padre por su hijo, y en fin, yo no puedo criticarlo ni éticamente, ni socialmente, porque ‘el Corto’ ha hecho lo que la vida le ha permitido, lo que el sistema y el neoliberalismo le han permitido. No le ha permitido más que robar, delinquir y pagar de una manera espantosa. Y sale a encontrarse con su hijo, que está más o menos en lo mismo. Entonces a mi me llama emocionalmente mucho ese personaje porque yo creo tiene mucho amor. Es un tipo muy simpático también, en fin, ese es su lado luminoso, ¿no? Pero claro hay destinos éticos que son implacables, y la sociedad impone ciertos destinos de los cuales no puedes escapar, porque el sistema no lo permite.

Marta: A mi, en ese aspecto, me fascina el personaje de Mónica, que tiene una presencia en la cámara… yo no la había visto trabajar antes, y me había perdido mucho, tengo que añadir, porque su estar en la cinta dice mucho. Socialmente aporta esa necesidad de protección que tiene hacia su hijo, pero también ese amor por quien fue su pareja. Las situaciones en las que vive, la resilencia que hay en los personajes se muestra muy bien a pesar de ser una historia muy corriente, la verdad.

Alfredo Castro: Es maravillosa. Sí, si. Tú sabes que filmamos en la frontera con Bolivia, Chile y Argentina. Es increíble como tu ves que son las mujeres las que trabajan. Las que circulan, trafican ropas, remedios, celulares. Venden, compran, hacen comidas. Son las mujeres, las mujeres indígenas que transitan entre Bolivia y Argentina. Los hombres no hacen nada. Los hombres van a la cárcel, los hombres toman mate todo el día, en fin, hay un mundo femenino que cuida de la familia, los hijos, mantiene los hogares… es una locura y un mundo feminista que está totalmente oprimido, opacado. Y en la película es lo mismo. Es ella quien mantiene al chico emocional y económicamente.
Mónica Lairana, además, es una estupenda directora que tiene una película preciosa que se llama ‘La cama’ (2018), es una película espectacular de ella como directora.

Marta: Queda más que apuntada, porque he quedado encantada con la presencia, la mirada, esos gestos que transmitían muchísimo, casi tanto como el escenario, esos paisajes rudos, ocres totalmente, que se ve en su piel también. Era como el reflejo propio de la tierra. Creo que ha sido un personaje muy acertado por parte del encargado del casting. Ha sido fascinante de ver. No te quiero robar mucho más tiempo, pero si que hay una pregunta que querría hacerte y no dejar pasar esta oportunidad mientras hablo con alguien con tanta experiencia como tu en el sector cinematográfico. Están siendo años muy complicados. Martín Lacci me decía que había sido muy extraño que el casting hubiese sido a través de zoom, de una cámara. ¿Piensas que este hiato, parón que hemos sufrido a causa de la pandemia, ha supuesto un verdadero cambio a la hora de hacer cine y de consumirlo, o es simplemente algo que volverá, que dejará de ser como es ahora para volver a su cauce habitual?

Alfredo Castro: Yo creo que no, yo creo que este cambio es definitivo en la humanidad. En un lado muy positivo y en un lado muy negativo. Creo que nos va a cambiar. A mi me ha cambiado radicalmente. Tengo mucha más fe en la humanidad en la locura que estamos viviendo y también he perdido la fe completamente en la humanidad es como que los dos polos ahí se están manejando. Yo creo que no vamos a volver. Según dicen los científicos nos va a acompañar durante muchísimos años, que no seamos ingenuos, que la vacuna va a ayudar, pero que esto nos va a acompañar muchos años. Una peste así, según la historia de la humanidad, no se va de un día para otro, yo creo que hay que adecuarse, educarse, y yo espero que cuando volvamos, volvamos con todo. Que todas las películas que no se han podido ver se vean, que hagamos una maratón de películas con todos los cuidados, pero yo creo que hay algo que a mi me motiva y es el entusiasmo es como la alegría de volverse a ver. Tal vez parece un poco sentimental, pero volver a ver el mar, la naturaleza… volver a ver estas películas que uno filmó en una isla, en el mar, donde dormí… en esta película viajar por el norte, por el desierto, las fronteras, todo lo que vivimos, a mi me conmueve profundamente y quiero volver, y voy a volver. Lo que está pasando en Chile es que los ríos están retomando sus cauces, están retomando las aguas, los lagos se están llenando de nuevo. Algo está pasando con la naturaleza que tiene que hacernos entender que estamos ante un cambio muy radical. Qué hemos sido unas bestias.

Marta: No le hemos dado descanso ninguno al planeta, y por fin lo ha tenido.

Alfonso Castro: También he pensado, Marta, algo que a mi me emociona mucho, y es que aparte del personal de salud y la gente que nos ha ayudado a sobrevivir en primera línea, el arte ha estado presente en hacer que la ciudadanía y la gente soporte este horror en sus casas, que no ha sido más que la poesía, la música, el cine, el teatro, vía zoom vía lo que sea, ha ayudado a mantener el espíritu y a salir mentalmente adelante durante este tiempo durísimo.

Marta: Yo espero que ahora las autoridades, que deben de ayudar a dar ese empuje final dando oportunidades a la cultura, lo hagan. Yo creo que todos somos conscientes de que hemos sobrevivido gracias a eso. Yo desde luego he sobrevivido gracias a la música y el cine. Esperemos que verdaderamente haya una reflexión interna por parte de todos y que con ellos exijamos que se cuide la cultura y el sector.

Alfonso Castro: Yo siento que el público y nosotros los artistas y ustedes periodistas, que estamos en torno a este mundo nos hemos empoderado, y si no, hay que empoderarse, exigiendo a las autoridades que sí somos primera línea y que sí somos necesarios.

Marta: Totalmente. Sin la cultura esa humanidad que nos define no sería.

Alfredro Castro: No existiríamos, la verdad.

Marta: Muchísimas gracias por tu tiempo. Espero que podáis disfrutar mucho de Málaga y del Festival. Ha sido un verdadero placer.

Alfredo Castro: Estoy feliz. Muchas gracias. Igualmente, cuídate mucho.

Si aún no sabes de qué va ‘Karnawal’, pásate por aquí.

‘Karnawal’, baile y resilencia (Juan Pablo Felix, 2020)

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