El amanecer de Hollywood

¿Te has preguntado alguna vez como se iniciaron tus géneros favoritos? ¿Quiénes fueron las grandes estrellas de las primeras comedias románticas? ¿Quién fue el primer monstruo del género de terror? ¿Cómo llegó un león a ser el símbolo visible de una de las productoras más conocidas? A través de una serie de artículos semanales podrás descubrir estas y otras muchas cosas sobre Hollywood que nunca antes habías imaginado. Esta semana hablaremos del cine mudo, pues es ahí donde empezó la aventura cinematográfica.

 

Todo tiene un comienzo

El cine Mudo

Con el cine mudo se inicia un nuevo modo de entender el cine. Aparecen los géneros en Hollywood mientras que en Europa se atiende al cine de autor. Serán por tanto los americanos los que codifiquen el cine de género. En este artículo remarcaremos aquellas películas mudas que dieron vida a Hollywood.

¿Cómo era la comedia?

En Europa desde que los hermanos Lumiére filmaran El regador regado’ la comedia ha jugado un importante papel en la industria del cine. Las primeras películas cómicas apenas duraban un minuto y eran adaptadas de las tiras cómicas de periódico. A partir de 1905 actores como André Deed representarán papeles caracterizados por una idiotez incorregible que suele culminar con una destrucción apocalíptica de todo lo que cae en sus manos.

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En Estados Unidos la producción de cine cómico va a surgir relativamente tarde en relación con Europa, hay que esperar a 1910 para que las productoras americanas comiencen a experimentar con actores cómicos similares a los europeos. La primera gran estrella cómica americana fue John Bunny de la Vitagraph, gracias a él el cine cómico se va a introducir en el mercado europeo. El cine cómico se va a convertir en uno de los géneros más importantes del Cine Mudo Americano gracias a actores como Max Linder o directores como Mack Sennett.

Max Linder fue el inspirador de la edad de oro del cine cómico americano. Se inicia como actor de reparto en teatro de variedades hasta que en 1905 lo contrató la Pathé y fue escalando puestos. A partir de 1907 adquiere unos rasgos iconográficos y estilo propios. El público lo reconoce (Chaplin le seguirá en este aspecto) como un señor elegante de pelo recortado, chaqué, zapatos de charol, guantes, pajarita y bigote refinado. El mismo crea el personaje de Max y realiza toda una serie de películas con él, su éxito fue notorio y sus películas fueron muy bien aceptadas. Entre sus temas favoritos destacaron los mareos, vómitos, chistes, pulgas o el mal olor de pies, todo eran críticas al orden burgués establecido y ello provocó un rápido acercamiento con el público. La comicidad se conseguía con situaciones muy comprometidas en las que nunca perdía los nervios o compostura. Una de sus obras maestras será ‘Max y la Quina’ (1912), donde hilvana escenas cómicas en una trama narrativa.

Mack Sennett, actor de origen canadiense que emigró a Estados Unidos, comenzó su carrera en el teatro. En 1909 entra a formar parte de la plantillas de actores de la Biograph de la mano de Griffith que le da su primera oportunidad como actor. Siguiendo los consejos de este, dejó la actuación para pasar a la dirección. En 1910 se hará cargo de la sección de la Biograph encargada de películas cómicas, y para 1912 habrá realizado hasta 40 películas de este género. Ante el éxito obtenido, decidió fundar su propia compañía, la Keystone en California, llevándose a actores y técnicos que habían trabajado con él. Con Sennett se formarán actores como Chaplin, Fatty, Yoid, Ben Turpin y otros.

Dará vida al Slapstick, una mezcla de tortas y guantazos, algo básico en las películas cómicas de la época. Desarrolla un estilo único y surrealista de comedia visual. Sus cortos van a ser descaradamente anárquicos, exaltando la destrucción de bienes, y donde la autoridad y la dignidad se van a ver constantemente ridiculizadas. Destaca lo frenético y la falta de lógica narrativa. Sus películas eran muy sencillas, no tenía argumento, partía de una idea y luego improvisaba, esto fue una de las razones por la cual Chaplin lo abandonó. El humor es absurdo y producto de la violencia y las acciones físicas, más que de la exploración psicológica de los personajes. Sus personajes son gordos, flacos, enanos, gigantes, etc., que llevan a situaciones absurdas y desproporcionadas, buscando provocar la risa del espectador.

El atractivo no está en lo que narra, sino en la sucesión de esos gags cómicos de virtuoso ritmo y humor absurdo. Sennett no hizo grandes aportaciones en la producción, pero sentó las bases del cine cómico norteamericano.

 Western: el salvaje oeste

El origen de la mítica del western lo encontramos a finales del siglo XIX a través de novelas como el ‘Último mohicano’ mucho antes de que el cine sonoro haga de este género uno de los más inolvidables. El paisaje será un ingrediente clave para este tipo de producciones que aun no cuenta con la ayuda del sonido para ofrecer dramatismo y grandeza a sus escenas. Entre los personajes más destacados podemos mencionar a Porter, Thomas Ince o Bufallo Bill, quien creó un espectáculo conocido como ‘El salvaje oeste’ que más tarde se llevó a la pantalla. No hay que olvidar que muchos de estos eventos que se reflejaban en la gran pantalla eran contemporáneos, algo similar a lo que pasaba con las tiras cómicas en el cine cómico.

Con ‘Asalto y robo de un tren’ (Porter, 1903), primera película de este género, se consolidan los elementos más destacados de los posteriores western. Es la primera vez que un director lleva a su equipo a diferentes localizaciones para rodar, diez en este caso. Es aquí cuando la cámara deja de ser fija para correr junto a la escena y es además el momento en que se introduce por vez primera el montaje paralelo (cuando la imagen pasa de una acción a otra, permitiéndonos ver lo que ocurre en dos sitios diferentes a la vez). Todo lo mencionado junto a una sofisticada trama y variedad de personajes hacen de esta película un referente dentro de la historia del cine.

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Thomas Ince vislumbrará la importancia de este género, siendo además el que más aporte a la mitología del western. Crea su propia productora, y la complementa contratando a especialistas circenses que le ayudaron en la creación de sus películas. Sus historias serán muy simples y esquemáticas, personajes muy básicos sin penetración psicológica, pero que sin embargo daban a la película una apariencia de autenticidad que realzaba bastante esa inicial simplicidad. Buscadores de oro, la guerra civil americana, exploradores del oeste, cazadores de búfalos, eran algunos de los temas usados por este director. Estas películas serán sobre todo financiadas por el sur, lo que conllevará que las películas se pongan de parte de este bando en aquellas que trataban la guerra de Secesión americana. Ince además impone un sistema de trabajo que va a terminar por extenderse al resto de productoras, fue él quien escribió en papel la película, lo que permitió controlar el coste de la película y que todo se ejecutase siguiendo la idea principal. Es el primero en contar con un departamento de guiones, se preocupará del modelo de gestión empresarial lo que le hará ganar mucho control sobre la producción del film en detrimento de la grandiosidad y espectacularidad de sus películas.

El cine de Terror

Muchas veces escapa a nuestra percepción lo que supuso el cine para una población que nunca antes había tenido el privilegio de sentarse en una sala de cine y menos aun sabía lo que era una película. La expectación y el miedo ante lo nuevo, ante la posibilidad de poder captar la esencia humana y reproducirla se incrementó con la llegada de este género. De la mano de Lang, Wiene y Murnau, las pantallas americanas cuyo ingenuo público, acostumbrado a simples sustos, conoció el verdadero terror que solo una producción expresionista alemana podía aportar. Para aquellos que pensaban que la moda de los vampiros, seres sobrenaturales y creaciones grotescas era algo reciente puede suponer una sorpresa saber que la primera película rodada de este género en Estados Unidos fue ‘Dr. Frankenstein’ (1902), cuando la Biograph realiza una versión del mito de Shelley. Algo antes, en Europa, donde centraremos nuestra atención debido a la calidad de sus películas, destaca el temprano trabajo de Méliès con su obra ‘El castillo encantado’ ya en el año 1896.

Tras estos primeros pasos dados por Méliès, Wiene creará una de las películas más memorables de esta época, no solo por su historia, sino por todo lo que supuso para el cine posterior. ‘El Gabinete del doctor Caligari’ (1919). La iluminación y sus fuertes contrastes entre luces y sombras sirven en esta película para contraponer lo natural con lo sobrenatural, lo racional con lo irracional. La esencia de esta  película que vaga entre el cine de terror y el thriller.

Los decorados de las películas expresionistas trasladan las características de la pintura para representar espacios, por eso en ‘El Gabinete del doctor Caligari’ podemos encontrar perspectivas falseadas, calles con frentes asimétricos que se pierden oblicuamente, interiores asfixiantes que nos introducen en un mundo decadente.

Pero será Murnau con ‘Nosferatu’ (1922), quien traslade la acción a localizaciones reales logrando aun una atmósfera más tenebrosa que la realizada por los escenógrafos. Los encuadres en las películas expresionistas son de influencia teatral casi siempre fijos con efectos de distorsión en el enfoque creando un efecto de desvanecimiento de las figuras. Se introducen planos picados y contrapicados, que generan violencia por lo artificial, se emplean además las diagonales no solo para exagerar las líneas deformadas de los decorados si no también en las figuras dispuestas en la pantalla en posición diagonal como en la toma de la muerte del vampiro Nosferatu. Otro recurso será la interpretación en los actores que exteriorizan sus emociones de forma muy evidente, esto también es una característica del teatro que se traslada al cine mudo, que empleará la gestualidad para superar las carencias de la falta de sonido. Además el carácter de los personajes o sus emociones se verán reforzados por el empleo de maquillaje.

Para terminar este breve repaso al cine mudo, y concretamente a este género de terror hablaremos de uno de los grandes, a quien quizá se le conozca más por su trabajo de ficción ‘Metrópolis’ (1927), inspirado en la ciudad de Nueva York que por su aportación al cine de terror con  ‘El doctor Mabuse’ (1922). Hablamos de la figura de Frizt Lang quien contaba con un gran dominio de los elementos narrativos y formales. Desde el punto de vista formal su estilo es austero, conciso, despojado de artificios, sus temas recurrentes, como el poder de la ciencia y la visión del hombre del futuro, el espionaje como forma de expresar malestar social, placer aventurero, el sueño, la hipnosis, la locura, la venganza, las conductas psicópatas o el tema de los falsos culpables.

Lang tomará contacto con la realidad cuando en 1922 hace ‘El doctor Mabuse”, en la que refleja la Alemania de posguerra que no asimila su derrota, el Doctor hace alusión a la crisis moral que vivía la sociedad alemana, y su director usa el miedo y el ambiente desolador de su nación para crear un personaje acorde a la crueldad que se vivía en aquella época. Por ello la venta de libros en los que se basaba la película se disparó y Mabuse vio engrandecida su leyenda con dos películas más en años posteriores.

La historia del cine continua, si quieres saber más te invitamos a leer sobre ello en el siguiente artículo.

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