'Salvaje' (Derrick Borte, 2020) | Crítica

En medio de un atasco, una mujer conduciendo toca el claxon de su coche en el momento equivocado, al hombre equivocado.

Salvaje, como adjetivo es una pedazo de palabra con multitud de posibles comentarios para explicarla, y a la vez es un buen título para cualquier obra cinematográfica que, tras ser vista, te deje exhausto y sin ganas de más. Con ‘Salvaje’ estamos, pues, ante un thriller psicológico que cubre los patrones indicados: tiene todo lo necesario para terminar totalmente agotado por una película, y a la vez cuenta una historia que es agobiante, violenta y demasiado convencional.

Es que es realmente ‘Salvaje’.

Pongamos por partes que tenemos enfrente de nuestra pantalla a Russell Crowe. Son tantos los registros vistos en este hombre que resulta incluso complicado imaginarlo en el siguiente, pero atendiendo a esta obra como tal, se confiere a sí mismo como un personaje violento, agobiado e incluso con una peligrosa sensación de no tener nada que perder. Ofrece la tensión que se le pediría a cualquier villano de película cualquiera, lo que no hace otra cosa que aumentar la importancia del magnífico personaje que es el interpretado por Caren Pistorius. Ella tiene fortaleza y, a pesar de lo desarbolado de su ejercicio en ciertos minutos del metraje, termina siendo un pilar estupendo para que ‘Salvaje’ sea algo más aceptable que lo que a priori parece.

Pero no todo es positivo. Este thriller psicológico se basa en la angustia, lo agobiante… y ‘Salvaje’ no llega a hacerlo realmente lo bien que debiera. Es algo habilidosa en su dirección, otorgando ciertos aspectos que sí que triunfan y son decentes, pero no dejan de ser pequeñas gotas en un mar plagado de agua cuyo resultado es insípido y nada formidable.

Muy rápido pero sin destino.

Ese quizás sea uno de los temas, se pierde en su propio vértigo en el metraje. Quiere contar mucho, quiere elevar la tensión y quiere hacer que el espectador se vea agobiado en todo momento, pero solo consigue que cuatro escenas subidas de tono y desagradables de más formen parte de los momentos en los que ‘Salvaje’ no sea interesante. Violencia sin control, bien llamada así ya sea por venganza, por poco que perder por parte del personaje de Crowe, o por que no encuentra otra manera de alimentar una película vacía de aptitudes técnicas.

En definitiva, tenemos una película rápida, de sencillo recorrido y que no se pone trabas a sí misma, lo que hace que el nuevo thriller de Derrick Borte entretenga lo suficiente como para no ser una pérdida de tiempo, pero tampoco una obra plausible que vayas a disfrutar desde el primer minuto. Simple, pero decente.