Dijo una vez el director de cine Alfred Hitchcock : «Nunca se te ocurra hacer una película con animales, ni con niños, ni con Charles Laughton«. El motivo de tan mordaz comentario no era otro que su capacidad de convertirse en «robaescenas», pero la cita nos viene que ni pintada para recordar, en esta época de felicidad y protagonismo infantil, que los niños no son esos seres angelicales que pensamos que son.
De esta convicción el cine ha dado buena cuenta en un sinfín de películas que nos recuerdan que detrás de esas sonrisas y caritas de no haber roto un plato se puede esconder el mal en estado puro. Y no hablamos de niños traviesos que nos tiran las figuritas de Lladró de un manotazo. Hablamos de niños diabólicos, siniestros y perturbadores que disfrutan haciendo el mal e infundiendo el terror en sus semejantes.
En MagaZinema disfrutamos como el que más de la época navideña y de los niños fuera de horario lectivo correteando por las calles y llenando los cines. Pero también hemos recordado que toda moneda tiene su cara y su cruz. Por eso, hoy presentamos algunas de las películas que nos han hecho aborrecer más intensamente a los niños. Pero que no cunda el pánico. A pesar de todo, seguimos creyendo que ellos son el futuro.
Niños fantasmas, niños diabólicos, niños monstruos
La historia del cine ha explorado el mundo del mal en su versión infantil desde diferentes perspectivas. Una de ellas, la de los niños malvados o diabólicos (‘El exorcista (‘The exorcist’, 1979) o ‘La semilla del diablo’ (‘Rosemary’s baby, 1968)), ha tenido innumerables ejemplos y puntos de vista, dando lugar a algunas de las mejores películas de género.
Sin embargo, en otras ocasiones la presencia infantil es una mera excusa para hacer bajar la guardia al espectador con personajes de apariencia inofensiva. Nos referimos a espíritus o fantasmas que adoptan el aspecto de niños, como las gemelas de ‘El resplandor’ (‘The Shinging’, 1980) o el niño Tomás de ‘El orfanato’ (2007).
Seres sobrenaturales como los vampiros también tienen sus maligna versión infantil en algunas películas como ‘Entrevista con el vampiro’ (‘Interview with the Vampire’, 1994) o la sueca ‘Déjame entrar’ (‘Låt den rätte komma in’, 2008), e incluso zombis, como en ‘El cementerio viviente’ (‘Pet Sematary’, 1989), ‘REC’ (2007), o la serie ‘The Walking Dead’ (‘The Walking Dead’, 2010), por citar sólo algunos ejemplos.
No obstante, las creaciones más perturbadoras llegan cuando los niños protagonistas son malvados porque sí, porque viene intrínseco en su naturaleza, porque tienen poderes psíquicos o han sido poseídos por fuerzas del mal que alteran su inocencia.
Veamos algunos ejemplos.
‘El exorcista’ (‘The exorcist’, 1979)
Si hay un título protagonizado por un niño demoníaco (literalmente) es sin duda ‘El exorcista’. Un clásico del cine dirigido por William Friedkin, quien ofreció una visión aterradora de la niña poseída interpretada Linda Blair, cuya interpretación llena de ruidos, giros de cabeza y vómitos figura como una de las más desasosegantes de la historia del cine. De obligatorio visionado y, más aún desde que la cadena de televisión Fox ha lanzado una interesante adaptación de la película.
‘El pueblo de los malditos’ (‘Village of the Damned’, 1960)
Todo un clasicazo del cine de terror de los años 60 de Wolf Rilla que tuvo en los noventa un remake a manos de John Carpenter. A nosotros nos gusta más la primera versión, con esos niños de pelo blanco y ojos inquietantes que comienzan a nacer de manera inesperada en un pueblo. Poseídos por extrañas criaturas, los niños se convierten en un problema para los adultos: o los eliminan o serán asesinados por los pequeños diabólicos. Christopher Reeve (‘Superman’) y Mark Hamill (Luke Skywalker en ‘Star Wars’) se alían para enfrentarse a la amenaza prepúber.
‘La profecía’ (‘The Omen’, 1976)
El pequeño Damian parecía tan encantador… Pero menudo susto se llevaron los espectadores al descubrir que este pequeño era la versión infantil del Anticristo. La película de Richard Donner resulta hoy en día escalofriante, así como su banda sonora que, bien merecidamente, se llevó un Oscar.
‘Los chicos del maíz’ (‘Children of the Corn’, 1984)
Otra película, como ‘El pueblo de los malditos’, que nos presenta una sociedad dominada por los niños, en este caso un culto liderado por unos pequeños inquietantes que creen que los adultos deben ser asesinados. Basada en un relato de Stephen King, la película de Fritz Kiersch resulta macabra e inquietante a partes iguales.
‘¿Quién puede matar a un niño?’ (1976)
Narciso ‘Chicho’ Ibáñez Serrador no sólo fue el creador del mítico programa ‘Un, dos, tres’. También fue un excelente director que cine que rodó en 1976 una de las mejores y más inquietantes películas de género jamás rodadas en nuestro país. Basada en el relato de Juan José Plans ‘El juego de los niños’, en ‘¿Quién puede matar a un niño?’ una pareja de turistas ingleses llega a una isla en la que los niños asesinan a todos los adultos que la pisan. Así de sencillo. No apta para aquellos que piensen que van a encontrase con ‘Verano Azul’.
‘Estoy vivo’ (‘It’s alive’, 1974)
Vistos hoy, sus efectos especiales producen cierta ternura y sonrisa, pero no por ello ‘Estoy vivo’ deja de ser una película inquietante. Un bebé deforme, sin explicación alguna, nace con unos enormes colmillos e instintos asesinos. Se trata de la primera película de una trilogía dirigida por Larry Cohen, una propuesta de serie B que resulta terrorífica y entrañable a partes iguales.
‘El buen hijo’ (‘The Good Son’, 1993)
Los años 90 fueron prolíficos en thrillers de todo tipo. No quisieron los productores de la época, interesados en las películas de suspense con un toquecillo de porno soft, desdeñar el mundo infantil, y en 1993 el director Joseph Ruben reconvirtió al angelical Macaulay Culkin, en lo más alto por aquel entonces gracias a la película ‘Solo en casa’, en un odioso niño que disfruta torturando animales, personas y, en especial, a un Elijah Wood que antes de unirse a la Comunidad del Anillo lo pasó aún peor. En esta peli no hay ni posesiones, ni demonios ni exorcismos: sólo un niño extremadamente malvado, un psicópata en plena gestación. Que no es poco.
‘The ring’ (‘Ringu’, 1998)
En el lejano Oriente los japoneses también han explorado las bondades de filmar el lado más perverso de los niños. Destaca, entre las muchas y muy buenas películas de terror nipón, ‘The ring’, cuyo éxito internacional dio lugar a un remake en Estados Unidos. En ella, una periodista investiga el caso de una misteriosa cinta de vídeo que parece provocar la muerte de las personas que la ven. Niños endemoniados, pequeños con apariencia inofensiva que parecen estar involucrados en el caso… Entretenidísima y perturbadora.
‘El resplandor’ (‘The Shining’, 1980)
Un niño correteando en triciclo por los pasillos interminables de un hotel-balneario que se da de bruces con dos gemelas al final de un pasillo llaman, al unísono, para que vaya a jugar con ellas. Se trata de una de las imágenes más icónicas de la historia del cine. La película es a día de hoy una de las de su género más influyentes y sugerentes de Stanley Kubrick, que se marcó un personal relato temático y estético que no complació al autor del relato original, Stephen King.
‘Déjame entrar’ (‘Låt den rätte komma in’, 2008)
Los países nórdicos son un paraíso para la maternidad y la infancia. Pero también ellos han brindado algún film que pone en cuestión el mundo idílico de los pequeños. La niña vampiro protagonista de ‘Déjame entrar’, del director Tomas Alfredson, protagoniza algunas de las escenas más sangrientas del cine de los últimos años y demuestra que el mundo infantil puede ser violento, desolador y turbio.
Bonus track
Si te has quedado con ganas de saber más, te dejamos este vídeo que recorre algunas de las películas de terror con las que aborrecerás para siempre a los niños.
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