‘May 18’, solo es el comienzo (Kim Ji-hoon, 2007) | A Buenas Horas

Durante los días que van entre el 18 y el 27 de mayo de 1980, la población de Gwangju vivió uno de los momentos más horribles de la historia contemporánea de Corea del Sur. Las protestas estudiantiles y civiles en contra del nuevo estado militar acaecido tras el asesinato del dictador Park Chung-hee, (el 26 de octubre de 1979), fueron duramente reprimidas por el general del Ejército de la República de Corea Chun Doo-hwan, quien ya había tomado el poder del gobierno a través del golpe de Estado del 12 de diciembre de 1979.

Tras la declaración de la Ley Marcial se comenzó a arrestar a estudiantes y manifestantes. La situación no hizo más que escalar con la llega de la armada y de la aviación. La crispación social era amplia en toda Corea, pero Gwangju se erigió como bastión de esa lucha y así ha quedado en la memoria colectiva y en los anales de la historia. ‘May 18’ es escalofriante por detalles que muestran la calma antes de la tormenta. La cinta se inicia con la presentación de unos personajes corrientes, sin nada destacable salvo su juventud y ganas de vivir. Y así nos adentramos en la vida de una comunidad que no sospecha lo que está por llegar a pesar de dejarse ver en los televisores que funcionan de fondo imágenes de las noticias que sacuden a todo el país.

En esta tesitura se nos presenta a los hermanos protagonistas de nuestra historia. Kang Min Woo, interpretado por Kim Sang Kyung, es el mayor de los dos , y el cabeza de familia. Es el quien trabaja para mantener a Kang Jin Woo (Lee Joon Gi), que está estudiando para ser abogado. Su vida es tranquila y su mayor preocupación es conquistar a una hermosa joven llamada Park Shin Ae (Lee Yo Won) y sacar la carrera, respectivamente.

Comienza ‘May 18’ y nos encontramos en un momento de la historia global en el que la Guerra Fría está dando sus ‘últimos’ coletazos, si es que podemos creer que el conflicto entre naciones que solo buscan el poder puede terminar alguna vez. Esa necesidad de polarizar que tenemos los humanos y de elegir bando, se presenta una vez más ante nosotros en el cine. A lo largo del visionado de esta cinta nos vemos escuchando las palabras ‘rebeldes’, ‘comunistas’ y ‘enemigos’ sobre personas que nunca antes habían alzado la mirada y que mucho menos conocían o comulgaban con teorías comunistas que muy distantes quedaban. Eso eran cosas del norte y ellos eran patriotas y ciudadanos que acataban la ley y que vivían en paz, muy alejados de tumultuoso Seúl y sus juegos de poder.

Casi sin darnos cuenta comienza una batalla campal en la que los militares arrollan sin ton ni son. Lo cierto es que ‘May 18’ te pone los pelos de punta mientras nos hace testigos de la brutalidad de unos y la indefensión y persistencia de otros. Lo cierto es que muchas generaciones ya no hemos tenido que luchar así por nada y si es impactante vivirlo a través de la ficción, ni imaginar quiero como tiene que sentirse a pie de calle. En eso es muy buena esta cinta, en meterte de lleno en una situación que no eres capaz de imaginar por ti mismo, y que aquí te rodea y sumerge en una realidad no tan distante.

Con el corazón encogido se ve ‘May 18’, que nos recuerda que nunca debemos olvidar y que hay que aprender de los errores y las injusticias. Es una película que a través de sus protagonistas habla de amor por la familia y amor a una tierra que no es de solo unos pocos, sino que se comparte. El personaje interpretado por Ahn Sung Ki, a quien hemos visto y disfrutado en ‘The Divine Fury’, es Park Heung Soo, un militar retirado encargado de organizar la resistencia ciudadana y el personaje que el director utiliza para plantear el dilema moral y sobre todo la posibilidad de no tener que seguir órdenes, vengan de donde vengan, si éstas no son las correctas.

Con el se organiza un pequeño ejército de personas que nunca antes habían empuñado un arma y otras que lo habían hecho forzadas durante su servicio militar. Disfrutamos de las relaciones sociales y los lazos afecitvos de personas que no tienen nada en común salvo unas mismas calles por las que pasear camino al trabajo. El dolor y el horror de pronto gobierna sus vidas. Lo vemos en los médicos que son incapaces de salvar a los heridos, que se amontonan en las camillas, ya muertos. En las enfermeras cuyas manos se cubren con sangre, en más de un sentido. En estudiantes, de mentes idealizadas, llenas de sueños que se ven atacados por la sin razón y la fuerza bruta, y por trabajadores de todas las clases que se ven apaleados sin motivo y que con ello descubren que queda en ellos mucha más lucha de la que pensaban.

El guion es muy complejo, tanto como la historia que presenta pero peca de sentimentalismo en un intento por conmover a un espectador que no necesita de ningún extra para hacerlo. También hay un exceso de situaciones ‘cómicas’, que nos encontramos sobre todo en torno a la figura de dos secundarios, que no necesitan de todas esas partes para hacer notar su presencia.

La calidad interpretativa es impresionante, solo hay que leer los nombres del reparto ya mencionado para saber que en ese aspecto no va a defraudar, y ciertamente no lo hace. El papel más complejo y completo quizá sea el de una joven Lee Yo Won, quien a lo largo del metraje muestra una seriedad pasmosa mientras da vida a una enfermera que jamás habría creído encontrarse en semejante situación. Lee Joon Gi, sobre todo en la primera parte de la cinta, llena la escena con su vitalidad y sonrisa, quedando esas notas más dulces en el recuerdo una vez termina la película.

En definitiva, la masacre de Gwangju, es una historia que merece ser contada con la elegancia y presencia que lo hace ‘May 18’, que puede caer a ratos en un sentimentalismo excesivo teniendo en cuenta los eventos que narra, pero eso no la hace menos meritoria en otros muchos apartados tanto técnicos como creativos. Es muy difícil acertar con cintas históricas y mucho más si las heridas siguen tan frescas como las que aquí se presentan. ‘May 18’ logra acercar al gran público uno de los momentos cruciales en la historia surcoreana reciente, mostrando la lucha de un pueblo por una vida en la que el poder de decisión sea participativo, y ese empoderamiento, a pesar de las consecuencias, se refleja a la perfección y nos llega de forma esclarecedora y brutal como espectadores.

Tráiler

¿Pasa el corte?
Overall
3.3
  • Banda Sonora
  • Fotografía
  • Originalidad
  • Edición y montaje
  • Interpretaciones
  • Guion
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Puntos fuertes

  • Realismo en la recreación de eventos cruentos.
  • Personajes que se quedan contigo durante un tiempo.
  • Una historia que merece ser contada y debe ser conocida.

Otras cintas históricas que no puedes perderte para conocer un poco más Corea del Sur son:

‘The man standing next’, un thriller elegante y complejo (Woo Min-ho, 2020)

’71: Into the Fire’, las 11 horas de P’ohang-dong (John H. Lee, 2010)

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