’71: Into the Fire’, las 11 horas de P’ohang-dong (John H. Lee, 2010)

Una nación dividida y separada como pocas veces hemos visto en la historia de la humanidad, el paralelo 38 es la línea divisoria imaginaria más sangrienta que recordamos. ’71: Into the Fire’ es solo una pequeña muestra del conflicto de las dos Coreas, de su nivel de aberración y destrucción. Una tierra bañada en sangre de compatriotas, llena de almas rotas y vidas perdidas bajo una historia y suelo, históricamente, compartido.

En el verano de 1950, Corea del Norte cruzó el paralelo 38 y se apoderó de Seúl en solo tres días. Las tropas norcoreanas continuaron su camino hacia Busán, y los soldados surcoreanos tuvieron que defender la ciudad portuaria más al sur mientras esperaban la llegada de fuerzas adicionales de la ONU. El 10 de agosto, varios cientos de soldados surcoreanos y 71 estudiantes reclutados durante el estado de emergencia nacional estaban en espera en Pohang, ubicado a dos horas del río Nakdong, una de las cuatro fronteras críticas en la defensa frente a la incursión e intento de toma de todo el suelo coreano por parte del ejército del norte.

John H. Lee sabe como dar comienzo a una cinta bélica, metiéndote de lleno en el conflicto, en primera línea de batalla. Con ello consigue que, sin saber siquiera donde estamos o que bandos se enfrentan, nos veamos sobrepasados por el peso de la muerte y la destrucción. Explicar las circunstancias llegará después, y a duras penas, pues este largometraje va sobre todo del sinsentido de la guerra, sin más.

’71: Into the Fire’ tiene una mezcla muy interesante de todo lo que hemos visto previamente en este género o, mejor dicho, antes y después, pues es inevitable pensar en películas como ’13 horas: Los soldados secretos de Bengasi’ o ‘Dunkerque‘, y ambas son posteriores a esta producción. ¿En qué nos recuerda? La primera de ellas lo hace por darse en un espacio reducido, teniendo que oponer resistencia a una fuerza mucho más numerosa, y la segunda por esas escenas en las que el despliegue de efectivos es brutal.

La cinta muestra en su primer tercio una factura y un ritmo de destrucción, explosiones y cuerpos desgarrados muy elevados y difíciles de mantener en un periodo tan extenso de metraje. Aquí puedo asegurarte no falta detalle, y no sobra realismo. Es guerra en estado puro, y nunca debería dulcificarse.

Ni que decir tiene que ’71: Into the Fire’ está pensada como una oda a esos héroes caídos en la batalla de P’ohang-dong. Uno de los miles de eventos devastadores que nos dejó la Guerra Fría en un siglo XX repleto de masacres. Humanos matando humanos, porque como bien retrata esta película, a pesar de que nos vendan monstruos a los que vencer, cuando nos encontramos cara a cara con el enemigo, rápidamente nos vemos reflejados en un espejo.

Una escuela de niñas en una localidad rodeada de fuertes accidentes geográficos es nuestro campo de batalla, y no necesitamos más en una segunda parte del film de absoluto infarto. Oh Jung-Bum (Seung-Hyun Choi), un joven retraído se ve arrastrado a primera línea de conflicto, sobreviviendo a duras penas a su primer encuentro con la muerte. Esto, en tiempos de guerra es galón suficiente y pronto tendrá que hacerse cargo de las nuevas incorporaciones, unos jóvenes que no están preparados para el infierno al que tendrán que hacer frente.

No siempre tenemos oportunidad de ver emociones reales de forma continuada en las producciones bélicas. Estamos demasiado acostumbrados a que se pinte la guerra como un lugar de valientes soldados que no le temen a nada o nadie. Soldados de élite que saben lo que hacen y que cuentan con claras convicciones. Por suerte ’71: Into the Fire’ no cae en eso y nos pone en pantalla a jóvenes temblorosos que no saben que se les avecina.

A lo largo del metraje vemos como todos los personajes evolucionan, crecen y maduran a base de duros golpes, y es entonces cuando vemos a esos verdaderos héroes, a esos que se hacen al sobreponerse al miedo que les deja paralizados y que son capaces de ejecutar una orden que es de todo menos fácil de realizar, aguantar el máximo en un puesto que no tiene las condiciones para ello.

La heroicidad se presenta en todo el metraje, por supuesto, los soldados surcoreanos son presentados como seres más amables que los norcoreanos, pero al menos, su director ha tenido la decencia de dar rasgos de humanidad a los dos bandos e incluso de benevolencia. Falla, en ese intento de americanada ya casi al final del film, pero dejaré que seas tu mismo el que me hable de tus impresiones al respecto una vez veas la película.

Entre lo más destacable interpretativamente están los gritos desgarradores, los llantos desconsolados de todos ellos, pero sobre todo las caras de sorpresa cuando comienza la batalla. Se trata de un reparto muy coral, se pone de forma muy acertada el sentido de comunidad destartalada, vemos como las relaciones de confianza se crean poco a poco y como la desconfianza y el miedo dominan a los personajes y determinan sus acciones.

’71: Into the Fire’ es cine épico en todos los sentidos, desde su despliegue de medios físicos para recrear las zonas de batalla hasta en su fotografía y edición de sonido, que pasaría por una superproducción en cualquier punto del planeta y que cualquier director firmaría sin dudarlo. Una historia de sacrificio basada en hechos reales que busca remover conciencias y poner el acento en la muerte y devastación de una nación que ha perdido demasiadas vidas ‘civiles’ en un conflicto que aún hoy sigue generando heridas.

Tráiler

¿Pasa el corte?
Overall
3.8
  • Originalidad
  • Interpretaciones
  • Fotografía
  • Edición y montaje
  • Guion
  • Edición de Sonido
Sending
User Review
5 (1 vote)

Puntos fuertes

  • Sus cientos de escenas bélicas
  • El realismo de sus emociones

Otras cintas coreanas que no puedes perderte son

‘V.I.P.’ (Park Hoon-jung, 2017) | A Buenas Horas

‘Always’ (Song Il-Gon, 2011) | A Buenas Horas

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