Precisamente en los años 90, Hollywood empezó a experimentar con la idea de hacer películas basadas en personajes de videojuegos. ¿La primera película de gran presupuesto de este género? Super Mario Bros. (1993). No hace falta buscar en Rotten Tomatoes para apreciar que fue malísima. Y luego siguieron muchas otras películas terribles adaptadas de videojuegos: Street Fighter, Mortal Kombat, Blood Rayne y muchas otras. Probablemente lo más importante que compartían, aparte de estar basadas en videojuegos, era que tanto los críticos como el público las odiaban.
Sin embargo, ¿podríamos sugerir que las cosas están cambiando ahora? Al menos, la idea de este tipo de películas no hace que el espectador medio sea pesimista respecto a lo que va a ver en la gran pantalla. Películas como Detective Pikachu y Sonic tienen defectos, seguro. Pero no se parecen en nada a los desastres que vimos en las décadas de 1990 y 2000. También hay grandes esperanzas en las próximas películas basadas en Minecraft, Space Invaders y Gears of War.
No existen reglas para las adaptaciones
Entonces, ¿por qué se adaptan más películas a partir de videojuegos? Es una pregunta complicada con infinidad de respuestas. Es importante señalar que no existe una regla general que diga que un videojuego popular será una buena película, ni viceversa. Una película (relativamente) mala como Terminator Genisys, por ejemplo, fue adaptada a un videojuego convincente, Terminator Genisys: Future War, que puedes encontrar entre los juegos gratis de estrategia en la plataforma de Plarium.
Sin embargo, podríamos argumentar que algunas de las razones por las que estamos viendo tantas películas nuevas basadas en videojuegos de gran presupuesto es que el atractivo del juego ha cambiado. Los juegos solían ser algo que hacían los niños y los llamados «nerds» adultos, pero hoy no es así. La industria de los videojuegos está en auge en todo el mundo, y Hollywood sabe que puede llegar a un público amplio que reconoce los personajes y los argumentos.
También existe la sensación de que el contenido de los juegos es en cierto modo sagrado a los ojos de los jugadores. Si tomas algo como la serie The Witcher en Netflix, que está basada en los juegos de CD Projekt Red del mismo nombre, tienes que tratarla con cuidado. Los fans adoran el juego, y se molestarían si los personajes y las historias no se trataran con respeto. Afortunadamente, ese ha sido el caso. El mes que viene llegará la serie de televisión de Halo, y cabe esperar un trato similar de las historias, los temas y los personajes del juego.
Más respeto por el material de origen
Obviamente, no estamos diciendo que todas las películas basadas en videojuegos de hoy en día merecen ser vistas. Uncharted, protagonizada por Tom Holland y Mark Wahlberg, llegó recientemente a los cines y las críticas han sido dispares. Pero todavía se percibe que los productores están tratando su tema (el videojuego) con más respeto que nunca. Ese es el primer paso para hacer una película que valga la pena: tratar el material de origen con respeto.
Esto nos lleva al último punto. Los videojuegos son mucho más sofisticados que en el pasado. Y no sólo por los gráficos y la jugabilidad, sino también por las historias y los temas que los inspiran. Algunos, como The Witcher, parecen casi libros por la profundidad de sus personajes y temas. Por eso, debes tener la mente abierta cuando veas llegar a tu cine la próxima gran película adaptada de un videojuego.