Viaje a Roma a través de 13 películas

peliculas romanas

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Roma es una de las ciudades que más y mejor se han retratado a lo largo de la historia del cine. Desde la Roma imperial hasta la contemporánea, el cine nos ha brindado numerosas imágenes icónicas de la Ciudad Eterna que hoy forman parte de nuestra “educación cinéfila”. Por eso, y porque la capital italiana nos gusta mucho, en MagaZinema hemos querido hacer un pequeño viaje por esas «películas romanas» que nos abren una ventana a sus mejores rincones.

Nuestro recorrido se centra en la Roma moderna, por lo que no encontrarás películas romanas ambientadas en la época clásica (‘Ben Hur’, ‘Gladiator’, ‘Quo Vadis’) o Renacentista (‘El tormento y el éxtasis’, ‘Las sandalias del pescador’), entre otras. ¡Buen viaje!

La Roma romántica

Ninguna película ha mostrado de manera más bella y luminosa la ciudad romana como ‘Vacaciones en Roma’. El film dirigido por William Wyler en 1953 nos cuenta un relato de princesas y plebeyos que recorren los monumentos y rincones más evocadores, consiguiendo además hacer de una jovencísima Audrey Hepburn montada en una Vespa un icono eternamente asociado a la capital italiana. La insistencia de Wyler en rodar en exteriores auténticos, en lugar de en los estudios como se hacía entonces, dio un toque vital y fresco a la película, que nos muestra espacios tan mágicos como la Piazza di Spagna, las calles que rodean el Coliseo o la iglesia de Santa Maria in Cosmedi, donde se encuentra la Boca de la Verdad.

En la misma línea de amor y admiración por la Ciudad Eterna nos encontramos con el film ‘A Roma con amor’ (2002), de Woody Allen, en el que sus protagonistas recorren espacios evocadores como el barrio del Trastevere, la Piazza di Spagna, el Coliseo o la Plaza Navona.

Por último, en la Roma romántica también podemos recordar la maravillosa ‘Estación Termini’ (1953, Vittorio de Sica), donde la célebre estación de trenes es escenario de una de las más bellas y desesperanzadas historias de amor de la historia del cine.

La Roma glamurosa y frívola

Pasamos de la Roma romántica a su versión más superficial y mundana. Los mismos espacios en muchos casos, pero desde una óptica diferente. En ese viaje nos encontramos con películas romanas como ‘La dolce vita’, con la que Federico Fellini consiguió en 1960 que la Fontana de Trevi se grabara a fuego en el imaginario de los amantes de cine. La imagen de Anita Ekberg en lo alto de la Iglesia de San Pedro, y, sobre todo, su baño nocturno en la fuente, son historia del cine y un inevitable reclamo de la ciudad. Por no hablar de la célebre Via Veneto, donde los paparazzi aguardaban a la caza de famosos para fotografiarlos.

Por su parte, ‘La gran belleza’ (2013), de Paolo Sorrentino, ofrece una mirada parecida de la Roma nocturna, superficial y frívola, pero desde un punto de vista crepuscular. La historia se muestra desde el punto de vista de un escritor y periodista que observa su ciudad con desencanto, rodeado de alta sociedad, políticos corruptos, estafadores y todos aquellos que conforman la Roma más mundana y vacía. Eso sí, rodeado de una gran belleza que proviene de épocas de esplendor pasadas.

La Roma neorrealista

Italia dio lugar a uno de los movimientos cinematográficos de la historia del cine más relevantes: el Neorrealismo. Tras la Segunda Guerra Mundial los cineastas italianos mostraron las consecuencias de la posguerra, dando voz e imagen a las realidades sociales de la Italia de la época. Uno de los ejemplos más destacados de esta corriente fue ‘Roma città aperta’ (1945), a través de la cual Roberto Rossellini dibujó un retrato de la ciudad de Roma de la resistencia y la verdadera situación que la capital vivía.

En esta misma línea de compromiso y realidad social tanto ‘Accatone’ (1961), de Pier Paolo Pasolini, como ‘Rocco y sus hermanos’ (1960, Lucino Visconti) ofrecen la mirada de la Roma marginal, la de los desfavorecidos y los perdedores. Y cómo no citar la Roma rota y superviviente de ‘El Ladrón de bicicletas’, de Vittorio de Sicca, donde la búsqueda angustiada de un padre y su hijo de la bicicleta que supone su sustento de vida ofrecen un paisaje romano en plena de recuperación.

La Roma podrida

Curiosamente, muchos films retratan la visión de la corrupción a través de películas que tienen a la Iglesia Católica y los escenarios de el Vaticano como telón de fondo. Lo vemos en la tercera parte de ‘El Padrino’ (1990), filme de Francis Ford Coppola que señala las peligrosas amistades forjadas entre la mafia estadounidense y el estado vaticano. También Costa Gavras mostró las vergüenzas de la Roma menos compasiva en ‘Amén’ (2002), donde un angustiado Mathieu Kassovitz lucha por todos los medios para convencer a la curia vaticana de que en la Alemania nazi estaban ocurriendo cosas terribles que la Iglesia debía condenar.

Por su parte, en 2003 Michele Placido retrató en ‘Romanzo Criminale’ los bajos fondos de Roma a través de la historia de un grupo de amigos que se introducen en el crimen organizado de la capital italiana. Una mirada a la Roma contemporánea más violenta cuyo éxito dio lugar a una serie de televisión homónima.

Paolo Sorrentino, además de su visión de la Roma más frívola también quiso ofrecer su cara más siniestra en 2008 con ‘Il divo’, en la que retrata una de las etapas más turbias de la historia política italiana y, sobre todo, la figura de Julio Andreotti. Una Roma de poder y oscura con un fantástico Toni Servillo caracterizado como el siniestro primer ministro.

¿Y tú qué películas aportarías a esta lista?

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