‘La vida de Manon’ y ‘Kiri’, dos recomendaciones en forma de miniserie

Hace relativamente poco, Filmin incorporó a su catálogo ‘La vida de Manon’ (francesa) y ‘Kiri’ (inglesa), dos miniseries muy interesantes que recomiendo.

La herida de Manon

En realidad, ‘La vida de Manon’ se trata de dos miniseries que se emitieron respectivamente en 2014 y 2017, pero Filmin ha optado por estrenarlas de golpe, como si se trataran de dos temporadas de una serie (la segunda parte sirve como continuación de la primera, contando la vida de Manon con 20 años). Está creada por el belga Jean-Xavier de Lestrade, un documentalista, conocido sobre todo por la serie documental ‘The Staircase’, que insufla a la serie su mirada personal y su voz propia.

Interpretada excelentemente por Alba Gaïa Bellugi (‘Intocable’), que da vida a Manon, la protagonista, una joven de 15 años peleada con el mundo, que se rebela contra todo, enviada a un centro de rehabilitación tras clavarle un cuchillo a su madre durante una discusión, aparentemente sin motivo alguno (este es el sobrecogedor punto de arranque). La primera parte de la miniserie sigue la evolución de esta adolecente en el reformatorio, donde para evitar ir a prisión no tiene más remedio que demostrar que ha cambiado.

Destaca por el estilo realista con el que está filmada, idóneo para transmitir el carácter explosivo de Manon, que se siente asfixiada, tras el cual se esconde la vulnerabilidad de una cría, que emerge en cada acto de absoluta rabia. En el fondo, no entiende el motivo por el que se comporta así. Como todo adolescente está a la búsqueda de su identidad. Tanto el espectador como la protagonista, a medida que avanza la historia, se irá dando cuenta de la raíz de su conflicto vital.

Lo interesante es la complejidad del personaje porque, aparentemente, es una joven rebelde, que utiliza la negación para todo. Es agresiva, insolente, con accesos de extrema violencia. No le interesa adaptarse a la normativa del centro, utiliza el silencio como método para no afrontar la realidad y hacer lo que le dé la gana. También grita, golpea, insulta, amenaza y manifiesta su agresividad contra los trabajadores del centro, quienes reciben toda esta ira. Poco a poco, observamos que bajo toda esa fachada de cólera se esconde la inseguridad y la herida de Manon. El verdadero rostro de la adolescente sale a la luz sobre todo gracias a la profesora de la lengua y literatura que alienta a sus alumnos a que vuelquen todo su malestar en el papel (la escritura es ante todo salvación). Figuras de la mitología griega (como Orfeo, Narciso o Medusa) servirán para explicar el mundo interior de las jóvenes adolescentes, atrapadas en su propia fragilidad.

En definitiva, ‘La vida de Manon’ es una auténtica joya que está buscando en todo momento la incomodidad en el espectador a través del retrato (realista, duro, cruel e hiriente) de Manon, que a lo largo de la miniserie pasa por distintas fases, mientras observamos crudamente su caos interior.

El retrato social de ‘Kiri’

‘Kiri’ es una miniserie británica protagonizada por Sarah Lancashire, la protagonista de la estupenda ‘Happy Valley’. Channel 4 fue la encargada de emitirla en enero de este año (ahora podemos verla aquí a través de Filmin). Su creador es Jack Thorne, artífice de la estupenda ‘National Treasure’, y su director es Euros Lyn, que ha dirigido capítulos de la mencionada ‘Happy Valley’, ‘Broadchurch’, ‘Black Mirror’, ‘Daredevil’, ‘Sherlock’, ‘Doctor Who’, entre otras series.

El argumento es el siguiente. Miriam es una veterana trabajadora social de Bristol, una mujer que hace su trabajo lo mejor que puede. Siempre intenta ser positiva, pero según su historial a veces (las menos) toma decisiones imprudentes que acaban con desenlaces contradictorios. Su vida se trastoca a partir de la desaparición de Kiri, una niña negra de 9 años, que estaba bajo su supervisión. La situación es esta: Kiri está a punto de ser adoptada por una familia blanca de clase media. Su pasado no puede ser peor. La madre biológica murió de sobredosis y el padre ha salido de prisión, tras cumplir condena por un delito de tráfico de drogas. Durante una visita a su abuelo paterno antes de completar la adopción, la niña desaparece sin dejar rastro. La familia adoptiva echará la culpa a la trabajadora social de lo sucedido por haber propiciado la visita, con la disconformidad de ellos.

Miriam, a raíz de todo esto, se siente verdaderamente culpable, lo cual le hace tener graves problemas de conciencia. Ve la injusticia de un sistema que la deja sola cuando más lo necesita.

La miniserie no llega a ser excelente (la brevedad del relato le impide sumergirse de lleno en los principales asuntos), pero lo interesante, en mi opinión, es que a partir del drama sobre el secuestro y asesinato de Kiri, con su correspondiente whodunnit e investigación policial (meras excusas para tratar la cuestión racial), ‘Kiri’ esboza (sin profundizar sobre ellos) algunos asuntos como: el retrato y el drama social de la realidad existente en las familias desestructuradas, los prejuicios de clases, el racismo, los conflictos paternofiliales, el funcionamiento de los servicios sociales, la crítica al sistema, las creencias religiosas, el papel de los medios, la dignidad o la honestidad. Sólo por esto, y la excelente interpretación de Lancashire, ya vale la pena verla.

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