Crítica de ‘Close to me’ (Michael Samuels, 2021), en busca de la identidad | Filmin

Jo se despierta sangrando en casa. En el hospital le dicen que se ha caído por las escaleras. Aparte de las heridas, no recuerda nada del año pasado. Cuando vuelve a casa, cuenta con el apoyo de su marido y sus dos hijos. Aun así, le surgen dudas sobre la caída.

Filmin estrena este martes en forma de miniserie la adaptación de la novela más vendida de Amanda Reynolds, ‘Close to me’. Protagonizada por los extraordinarios Connie Nielsen (‘Boss’) y Christopher Eccleston (‘The Leftovers’), se nos cuenta como Jo, una mujer que parece tenerlo todo, tras un accidente doméstico (caída por las escaleras), pierde la memoria y descubre que a causa del traumatismo craneal ha olvidado su último año de vida. Esto le inquieta sobremanera y a partir de ese momento quiere dar sentido a lo que le sucede y, sobre todo, reconstruir lo que realmente pasó la noche del fatídico accidente. Como dice un personaje, esta ardua tarea consiste, en un sentido metafórico, en “restaurar un jarrón roto a oscuras en una montaña rusa”. Deberá, por tanto, descubrir la verdad en unas condiciones realmente adversas: ella sigue desorientada, su marido le miente en algunos aspectos, de vez en cuando acuden a su mente fragmentos de recuerdos inconexos, sufre de paranoias, pesadillas y alucinaciones, mezcla realidad e imaginación, presente y pasado: es una extraña dentro de su propia cabeza, cuyo laberinto identitario donde se encuentra inmersa le provoca un terrible dolor.

Fotograma de 'Close to me' | ©Filmin
Fotograma de ‘Close to me’ | ©Filmin

La fragilidad de la memoria es el eje vertebrador de la miniserie, vemos en todo momento un relato fragmentado (contado lentamente) y una mujer desmemoriada. Todo depende de la óptica con la que miramos, de la percepción del recuerdo. Asimismo, y esto es un gran acierto, frente a la claridad y linealidad, aquí se juega todo el rato con la ambigüedad, de tal manera que, como el personaje, andamos perdidos en la oscuridad, aunque en apariencia haya una tenue luz que ilumina lo que vemos.

La audiencia, como Jo, también tendrá que hacer un trabajo detectivesco, dilucidar sobre si lo que ve en pantalla ha sucedido, o está sucediendo, así o no. Si ya de por sí topamos con la inherente imposibilidad que lleva a cuestas todo relato, ya que el contar nunca reproducirá exactamente un hecho (siempre lo distorsiona), en ‘Close to me’ precisamente casi todo aparece desfigurado y deformado, mostrándose enigmático como el entorno de la protagonista, sumergidos en la noche (en el túnel de la memoria, un dedo tembloroso) y por eso somos directamente partícipes del infierno que suponen las tormentas de la mente. Experimentamos, desde una postura activa, la caótica e incoherente existencia y deconstrucción vital a través de los ojos de Jo, y su profunda confusión.

Fotograma de 'Close to me' | ©Filmin
Fotograma de ‘Close to me’ | ©Filmin

Dentro del género, este melodrama psicológico de Channel 4, con un gran reparto actoral, resulta entretenido y, aunque no arriesgue en ningún momento y su desarrollo a veces se desdibuje, aborda sin rodeos asuntos complejos como la depresión, la paranoia, la demencia, el trauma infantil o la toxicidad masculina, y esto es suficiente para seguir con entusiasmo las pesquisas de esta testigo poco fiable.

Tráiler de ‘Close to me’.

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