Crítica de ‘De amor y monstruos’, (Michael Matthews, 2020) | A buenas horas

La batalla contra el miedo.

Un joven adolescente aprende a sobrevivir en un mundo postapocalíptico repleto de monstruos con la ayuda de un experto cazador. 

De Amor y Monstruos es una película de aventura y ciencia ficción, que fue nominada a mejores
efectos especiales en los Óscar. Estrenada en Netflix el 16 de octubre de 2020, protagonizada por
Dylan O´Brien y dirigida por Michael Matthews.

Acostumbrados a tanto contenido basura que nos brinda la plataforma Netflix, es de agradecer que
de vez en cuando, al menos, nos regale una película tan entretenida como lo es ‘De amor y
monstruos’.

Su argumento es más original a lo que suelen ser este tipo de películas post-apocalípticas, con
insectos mutantes que son gigantes. Un protagonista (muy bien interpretado por el querido Dylan
O’Brien) joven y pasional, al que el amor le vuelve loco, hasta tal punto, que pasa de ser un inútil,
para que engañarnos, a ser un experto superviviente que puede superar casi cualquier obstáculo que
el nuevo mundo donde se ambienta la película le pueda ofrecer. Un personaje que nos cae bien a
todos, repleto de carisma y jovialidad. Joel al principio de la historia es muy miedoso, exactamente
como el espectador, pues no sabemos exactamente a que nos enfrentamos y nuestra primera
reacción no es otra que la del temor. Aunque a medida que el joven va acostumbrándose a la dura
superficie, el espectador lo va haciendo también, convirtiendo esta aventura es un viaje de tres, de
Joel, de Boy, el perro al que tantos hemos cogido cariño; y de nosotros, los espectadores.

Además, la película nos brinda unos mensajes muy optimistas y positivos, como la superación o
dejar a un lado tus miedos. De Amor y Monstruos nos demuestra como a veces salir de nuestra zona
de confort, aunque parezca peligroso y nos provoque miedo, es beneficioso para nuestras vidas y
para nuestro ser. A veces necesitamos salir de las rutinas diarias y buscar una aventura que nos haga
sentir realmente vivos, eso es lo que nos demuestra Joel en la película de una manera apasionante y
lleno de optimismo.

La película en general sigue un buen ritmo, dejándonos escenas memorables gracias a unos efectos
visuales increíbles. También hay momentos de pura tensión, donde las cotufas que estarás
comiendo, porque claro está, esta es una película que hay que ver con palomitas, las dejarás a un
lado porque no te quieres perder absolutamente nada. La comedia tampoco se queda atrás, el dúo de
Boy y Joel nos saca más de una carcajada.

Si bien es cierto, que en la «batalla final» hubo detalles algo exagerados, no fueron lo suficiente
como para decir que esta película no se merece el 7. Una película para ver el domingo por la tarde,
con tus amigos, o con tu familia; aunque yo la vi solo y me lo pasé igual de bien. Una película que
si no te gusta, al menos te entretendrá, eso seguro. Esperemos que Netflix nos brinde con más
películas de este nivel.

Tráiler de ‘De amor y monstruos’.