Con la posible nominación de Marion Cotillard a los Oscars, por ‘Dos días, una noche‘, se aprovecha para indagar en la filmografía de una de las mejores actrices francesas del momento y se puede encontrar este film: ‘Quiéreme si te atreves’, protagonizada junto a su pareja sentimental Guillaume Canet.
Esta película abre su premisa con la idea de un film de comedia romántica pero no se limita a seguir las directrices ya implantadas en este tipo de género sino que lo aborda de una manera original y bastante dinámica, es decir, no es la típica historia de chico conoce chica, se enamoran, se pelean, lo arreglan y viven felices para siempre sino que se muestra una relación con altibajos como pudiese ocurrir en la vida real pero de una manera más radical y con un ‘juego de niños’ como excusa para ello, un pasatiempo que pronto se convertirá en un juego peligroso y descontrolado.
La interpretación de Cotillard, conocida por sus papeles en películas como ‘Big Fish‘, ‘Largo domingo de noviazgo‘, ‘Origen‘, ‘Medianoche en París‘ y el film que le dio el Oscar a Mejor Actriz: ‘La vida en rosa‘, interpretando a la diva de la chanson française, Édith Piaf. En este film, la intérprete da una actuación más que sobresaliente, dado que es capaz de mutar su personaje en las distintas épocas que está narrando, no dando una actuación plástica y plana sino dinámica y con ritmo. Se lleva la pantalla completamente y tiene un magnetismo que hace que el espectador conecte con ella en un primer momento y no solamente empatice con ella sino que incluso pueda sentirse identificado.
Junto a Cotillard se encuentra a Guillaume Canet en el papel de Julien Janvier, compañero de juergas de Sophie Kowalsky, el personaje de Cotillard. Canet da el contrapunto a la personalidad alocada de Cotillard, da esa escapada al espectador de búsqueda de lo racional en el film aunque es verdad que no quita ese puntillo de desvarío de su personaje, que sigue el juego de la otra protagonista. Canet da una naturalidad y tranquilidad a su personaje que otorga realismo a la acción y a la narrativa de lo que estamos viendo, no parece algo forzado sino al contrario es un puente entre la realidad natural y la realidad del film para que el entendimiento de la mente del espectador sea capaz de asumirlo sin que le parezca algo abrupto sino al contrario de forma natural y la interpretación de Canet da esta oportunidad.
El guion del film realizado mismamente por el director, Yann Samuell, tiene una narrativa bien pensada, hay varios saltos de tiempo en el texto pero que encajan a la perfección utilizando el recurso de la caja de hojalata como lazo entre estos saltos y sus situaciones. Lo importante de la historia es que no hay un principio, nudo y desenlace tan rígidos pero sí que existen, se podría establecer el punto de inicio es el comienzo del juego peligroso al que se van a exponer y que seguirá durante todo el film, el nudo es la unión de las situaciones que les van ocurriendo a lo largo de la película y es donde recae sobre todo el peso del film, ese despiste de no saber por dónde va a seguir el film, esa contradicción, esa forma de comprobar que la personalidad de los personajes va cambiando y por lo tanto no son personajes planos sino que hay una profundización, hay una historia detrás de ellos, no son simples monigotes. El único problema es la falta de personajes de reparto que envuelvan la historia, a excepción de los padres de Julien, que hace que parezca que no se ha prestado atención a este tipo de personajes y se han dejado un poco solo para adornar la escena. El desenlace tan inesperado como sorprendente pero que da también no un único desenlace, sino que da al espectador la opción de poder elegir cuál es el final que más le gusta , pese a que en realidad solo haya uno, un final que al igual que la película en sí no sigue los parámetros pero si se guía de ellos, provocando un colofón diferente aunque conocido.
Los aspectos visuales y los recursos sonoros son muy importante en el film. Puede decirse que se han acogido al aspecto visual de un cuento moderno, basado en la propia vida y por lo tanto la utilización de colores más cálidos y transiciones más llamativas, siempre teniendo en cuenta el ‘¿Capaz e incapaz?’ del juego de los protagonistas, además de utilizar elementos caricaturescos en algunas escenas y quitar drama a aquellas situaciones más trágicas que se narran el film, otorgando la positividad que quiere transmitir. Con respecto a los recursos sonoros, la canción ‘La vie en rose’ se repite en varias ocasiones del film, convirtiéndose en la canción emblema tanto del film como de la relación, es una paradoja y una ironía hacia lo que se ve en el film y lo que dice la canción, el resto de la banda sonora de la cinta es utilizada para dar ritmo y dinamismo a la escena, dejando ese aspecto inocente y travieso de lo que es en verdad un ‘juego de niños’.
En conclusión, esta comedia francesa de género romántico no es otra película romántica más sino que contiene escenas épicas, frases que hacen reflexionar, situaciones que te sacarán alguna carcajada y monólogos realmente inspiradores. Las interpretaciones tanto de Cotillard como de Canet bastante destacables. Una película que si se está interesado en el cine francés y la comedia no se puede pasar por alto y ya si se tiene el cine romántico en mente es uno de los films con el que se demuestra que no se necesita hacer una pastelada para tener un buen producto de este género.