Tras una larga ausencia, Aitana vuelve a casa por Navidad y encuentra que sus padres la han sustituido por una desconocida que usa su ropa, duerme en su cuarto y a la que tratan como a una hija.
Muy rico es en el cine el hecho de una visita a la familia. Con todas las posibilidades que ello conlleva, sobre todo debido a que cada familia es, como se suele decir, de su padre y de su madre, existen una gran cantidad de aspectos diferentes que pueden ocurrir para que una historia salga por un lado u otro. En ‘Tú no eres yo’, la historia comienza ya a darte pistas de que normal, normal, no va a ser lo que vas a ver: un camión de cerdos asusta a nuestra protagonista, su pareja y su hijo. Y a raíz de esto no es que haya algo de normalidad, por que la llegada de Aitana a su casa para disfrutar de las navidades, haciéndolo por sorpresa, no tiene por parte de su familia la recepción que ella habría soñado. A partir de aquí la película empieza a fluir.
Y fluir es una buena palabra para definir ‘Tú no eres yo’ por muchos puntos diferentes de la misma. El primero de todos es que la propia película fluye con muy buen ritmo y con una narrativa muy lineal, pero interesantísima. Teniendo aspectos de sorpresa para que el público piense por sí mismo y coloque las piezas del puzzle por su cuenta, pero no dejando en ningún momento que se pierda en la historia que estamos viendo, de esa trama principal y familiar que tenemos ante nosotros… Y claro que hay sorpresas en términos de terror, no olvidemos el género en el que estamos, pero en el ejercicio de intriga que la propia película posee tenemos que ir descifrando poco a poco con lo que nos dejan. Un poco como enseñando el conejito que esconde en la chistera, pero sin llegar a sacarlo en ningún momento (hasta un clímax inmenso, claro). Esta manera de que la propia historia que crea ‘Tú no eres yo’ fluya es lo que hace que estemos desde el primer instante pendientes y que cuando la obra finalice nos haya pasado volando.
Marisa Crespo y Moisés Romera vuelven a trabajar juntos tras un buen puñado de cortometrajes que llevaron incluso nominaciones a los premios Goya: ‘9 pasos’, ‘Sé lo que quieras’ o ‘Valentina’, son algunos de los trabajos en los que podemos ver a esta directora y director trabajando conjuntamente. Como primer gran largometraje, ‘Tú no eres yo’ no es sencillo de manejar (imagino, claro) en su grabación. Muchos aspectos a tener en cuenta y un aura o ambiente que hay que trabajar con mucho mimo para que ese regusto que la película deja y esa sensación de tensión que tiene sea continua y se pueda manejar. Desde ese punto, el montaje también ayuda, puesto que no se pierde en flashbacks absurdos y aun así te va contando el por qué y de donde vienen muchas cosas.
Las interpretaciones son de capital importancia para que ese ambiente esté perfectamente coordinado, y la protagonista, Aitana, a quien da vida en ‘Tú no eres yo’ la actriz Roser Tapias, es quien más peso tiene dentro de la película. Y ese peso no es sencillo de llevar, puesto que las sorpresas que la película tiene son también las sorpresas que ella se lleva, y es en sus ojos que el público va descubriendo los detalles de ‘Tú no eres yo’; en su mirada, que es la del público, es donde todo se va ordenando y todo va tomando sentido. Por tanto, sin que su interpretación fuese de la credibilidad y la calidad que es, la película podría haber sido un sin sentido muy serio. Es un placer estas películas en las que la sorpresa no se conoce por parte del o de la protagonista, y va cabalgando por el metraje al mismo tiempo que el espectador descubriendo todo el pastel.
En definitiva, muy disfrutable esta ‘Tú no eres yo’. Desde un comienzo en el que se pone de manifiesto el estilo de la película, si tu fluyes por ella como la misma te está invitando a hacer, caerás en una historia que es intensa, divertida como espectador y con un potente trabajo en muchos de sus aspectos cinematográficos. El instante en el que el nudo se deshace y llega el desenlace de la película es una delicia para amantes del género, y el resto del metraje, cercano a un cine de autor muy interesante, obliga a la curiosidad de uno a ponerse en alerta para no perder ningún mínimo detalle de la película. Y oye, te deja pensando en que acabas de ver con un final en el que tendrás que dilucidar que ha ocurrido realmente. Un trabajo interesantísimo. A la cabeza me vienen ‘Silent night’, ‘El menú, o ‘Coherence’, y eso son palabras mayores.
¿Nos encanta?
Overall
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Originalidad
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Fotografía
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Edición y montaje
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Banda Sonora
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Guion
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Interpretaciones