El primer episodio nos hace intuir que quizá nos enamoraremos de esta serie, pero no será un flechazo a primera vista de esos que te hacen sacar tiempo de donde no hay. ‘Love Next Door’ es bastante previsible, nada novedosa, pero sí, sosegada, cocida a fuego lento y con los suficientes clichés de romántica para que te quedes a verla de forma tranquila sin esperar nada a cambio. Y es que a Jung Hae-In y a Jung So-Min los verías en cualquier cosa, y aquí los disfrutarás, aunque probablemente lo hagas más en sus papeles adolescentes que en los de adulto.
Bae Seok-ryoo (Jung So-Min) es una mujer que intenta reinventar una vida con la que está insatisfecha, regresando a casa. Choi Seung-hyo (Jung Hae-In) es el hijo de la amiga de su madre, a quien conoce muy bien desde su infancia, pero a quien, al contrario que a ella, la vida le sonríe ampliamente en lo profesional.
Una de las cosas que más atrapa de ‘Love Next Door’ es las muchas posibilidades de bucear en temas actuales e íntimos que a muchos nos afectan a diario. Intenta la serie hablar del agotamiento extremo, de llegar al límite, estallar y no tener herramientas para pararse a coger resuello, porque nunca nos han enseñado a frenar, solo nos han empujado a ser mejores y querer más de la vida. ¿Cuál es el precio de una vida perfecta? ¿Puede realmente alcanzarse? ¿Reside realmente esa felicidad suprema en horas y horas de trabajo sin fin lejos de lo que a una verdaderamente le insufla vida?
Jung So-min da vida a Bae Seok-ryoo, una de esas jóvenes diligentes que siempre han hecho lo que se esperaba de ella. Buenas notas, mejor comportamiento y ruido cero. Su vida siempre ha estado estructurada en torno a estudiar más y más para conseguir un trabajo que pague bien del cual sus padres puedan presuimir en el barrio. Nosotras la conocemos en su resurgir de las cenizas. Un resurgimiento torpe, lento y caótico emocionalmente en el que las sonrisas esconden miles de lágrimas y donde nadie sabe realmente que la ha hecho regresar a casa. ¿Qué habrá ocurrido para qué una joven de éxito con una vida perfecta lo deje todo atrás y vuelva a casa?
Jung Hae-in es siempre decisivo a la hora de escoger K-drama. Si él está, nosotras vemos y nos da lo mismo que haga las veces de psicópata que de farmaceútico que de arquitecto, como ocurre aquí al interpretar a Choi Seung-hyo. Y aunque todo nos gusta de este actor, sabemos ser críticas dejando nuestro corazoncito coreano a un lado. Por eso, podemos decir, sin dudar, que no es su mejor papel, pero si el que le han dado. Querríamos ver el peso de lo no dicho en sus ojos, el verdadero deseo traslucir tras tiempo oculto, e incluso rabia y miedo en él, pero tendremos que conformarnos con las escenas juveniles donde los sentimientos parecen fluir algo más a flor de piel. ¿Se tambaleará su vida perfecta ahora que ha regresado el caos que era Bae Seok-ryoo a su vida?
Ellos son perfectos, pero siento decirte que vamos a ver venir cada giro y momento y es una pena absoluta, porque la serie, como podrás ver cuando le des al play, tiene más de un secreto que podría haber exprimido dejándonos momentos agridulces, lacrimógenos y emocionantes que habrían elevado la calidad general del guion un par de puntos. Aun así, son tal dulces y cálidos que te contentarás con verlos son reir, a pesar de lo absurdo de algunos de sus comportamientos. Nos falta la madurez de ‘One Spring Night‘ y un toque de dramatismo de ‘La sonrisa se ha ido de tus ojos‘, aunque no falta mención a ‘Something in the Rain‘, lo cual te hará sonreír irremediablemente.
Hasta la Antártida
Los personajes secundarios, por su parte, no están nada mal estructurados, pero es cierto que la serie habría ganado muchos galones si le hubiese dado unos minutos más en pantalla por episodio a los padres y madres de los protagonistas. Es dificil repetir patrones de éxito como los «Reply«, pero echamos de menos las dinámicas familiares que fluyen, en las que todos tienen una entidad e importancia humanas, no quedando únicamente supeditados a su descendencia para aportar a la serie. Se plantea muy bien las relaciones de amistad entre las madre, mostrándose sus anhelos e ilusiones. Hay sororidad y tambien orgullo individual y eso enriquece la serie. Los papás lucen gracias a sus conversaciones cándidas con los niños y entre ellos. Probablemente no me equivoco si digo que los mejores momentos dramáticos y cómicos recaen sobre sus hombros.
Para completar las subtramas se aprovecha la presencia de una tercera amiga de infancia. Kim Ji-eun interpreta a Jung Mo-eum, una joven sonriente y muy honesta que trabaja como personal de emergencias. Gracias a ella la trama se descongestiona bastante, ofreciéndonos la oportunidad de tener un personaje que no oculta lo que siente y que, además, aporta una dosis de acción al drama. Yoon Ji-on será Kang Dan-ho, un periodista de crónica social que se mudará al barrio donde viven los tres amigos, cruzando sus caminos de forma continua con ellos, sacando a la luz curisos casos de personas en riesgo de exclusión que dan solidez a la trama permitiéndonos conocer casuísticas sociales que no suelen tratarse en televisión, y menos aún en dramas románticos como este.
En el apartado técnico no tenemos quejas, aunque tampoco vamos a adorar con fervorosa pasión su fotografía, iluminación o banda sonora. Todas ellas son correctas, muy bonitas y agradables a la vista, pero no encontrarás una melodía que vayas a estar tareando por días o una escena que te quite el hipo por su espectacularidad. Si es cierto que los edificios por los que se pasea Jung Hae-In son una pasada, pero no es nada que no estemos acostumbradas a ver en dramas surcoreanos. Lo que si merece una especial mención es los cambios de ambientes y época.
La fotografía no se mantiene rígida en su estructura de color y brillo, sabe cambiar y encontrar su equilibrio en los distintos momentos vitales de los protagonistas, y eso facilita mucho nuestro viaje por sus vidas, sin añadir líneas de guion innecesarias o ayudas en pantalla que nos hagan saber donde y en qué momento nos encontramos.
Es dificil salir de Dramaland una vez se ha entrado, entre otras cosas porque su buen hacer técnico crea en nosotras unas expectativas que pronto trasvasamos al resto de producciones. ‘Love Next Door’ es una de esas series atemporales y amables que de cuando en cuando necesitamos para romper nuestra rutina y sentarnos a pasar un buen rato mientras descansamos. Déjanos tu momento favorito en comentarios una vez la hayas visto.
Tráiler de ‘Love Next Door’
¿nos encanta?
Overall
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Fotografía
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Interpretaciones
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Banda Sonora
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Edición y montaje
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Guion
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Originalidad