'Slaxx' (Elza Kephart, 2020) | Filmin | Crítica

Cuando unos pantalones poseídos comienzan a asesinar a los trabajadores de una tienda de ropa, dependerá de Libby, una joven idealista, detener lo que parece ser un inevitable baño de sangre.

Unos jeans asesinos que buscan venganza… ¿qué puede salir mal? Realmente es muy complicado hacer comedias de terror sin caer en tópicos absurdos o instantes de estupidez máxima. En multitud de ocasiones utilizar seres como zombis, hombres lobo y demás criaturas han hecho las delicias de todos los que disfrutamos de estas sencillas comedias. Ahora en ‘Slaxx’ nos encontramos un espíritu en busca de venganza que ha elegido para llevarla a cabo unos pantalones vaqueros de alta calidad que se ajustarán perfectamente al tamaño de tu cuerpo.

Fotograma de 'Slaxx' — Fotograma de ‘Slaxx’

Artística y crítica.

‘Slaxx’ es artística, sobre todo teniendo en cuenta que queremos contar una historia disparatada y absurda, pero con ciertos golpes críticos al capitalismo, los empresarios enfermos con su trabajo y las modas temporales. Pero artística puesto que se cuenta todo esto con una envoltura de colores llamativos y potentes y ese ambiente continuo de tensión por la sucesión de obras que está realizando el pantalón vaquero; conseguir esa tensión no resulta sencillo si tenemos en cuenta que a la vez tiene que hacernos reír.

Los personajes son una perfecta muestra de aquello que quiere criticar ‘Slaxx’. Empezando por la protagonista principal, una joven que tiene en un altar la empresa CCC para la que va a empezar a trabajar y para la que era su sueño pertenecer. Romane Denis es la actriz encargada de darle vida con una interpretación muy interesante. En el apartado de los empresarios volcados en demasía con su trabajo están por un lado Stephen Bogaert, quien tiene unos minutos estupendos en la película, y quien posiblemente mejor interpretación haga en la película: Brett Donahue. El resto se podrían considerar casi secundarios, pero con unas interpretaciones notables.

Fluye y la disfrutarás.

El guion contiene las conversaciones perfectas para reír, para pasar la tensión necesaria y para ir descubriendo el pastel de todo poco a poco. Si unimos todos estos puntos con la ambientación colorida propia de una tienda de primera marca de ropa y la forma tan divertida de mostrar la sangre y cometer los asesinatos, nos encontramos en ‘Slaxx’ una obra interesante y muy cuidada teniendo en cuenta la sinopsis tan poco seria que contiene.

Lo importante pues de una película de este calibre es la diversión. Tienes que divertirte y disfrutar de la cinta, dejándote llevar por lo que estás viendo sin pensar en la veracidad o absurdez de lo que se te presenta en pantalla. Al fin y al cabo, unos jeans asesinos no son lo más razonable para hacer un slasher realista; por lo que en el momento que fluyes con ‘Slaxx’ y su disparatada premisa, empiezas a pasártelo realmente bien con lo que estás viendo.