La genialidad e importancia que Tarantino adquiere en Hollywood debido a sus grandes trabajos y la atención mediática que estos y su imagen levantan, le hace poderoso. Tanto es así, que utiliza estas capacidades y el poder para dar a conocer películas que, a su criterio, merecerían ser más conocidas de lo que llegarían a ser si su nombre no apareciese por ningún lado.
Así, aparte de ayudar o tener completamente la producción en muchas de sus obras –El cumpleaños de mi mejor amigo, Four Rooms, Death Proof…- este director aporta su grano de arena en otros títulos que llegan a conocerse más gracias a la etiqueta de “Tarantino presenta…”
Y conociendo sus gustos, se puede adivinar el porqué de sus elecciones. En 2001, este director apoyo una película de Hong Kong que cuenta la historia de Robin Hood desde una visión más oriental: Iron Monkey. Woo-ping Yuen fue el director encargado de hacerla realidad, y gracias a la inestimable ayuda de Tarantino, la película trascendió más de lo esperado. Tanto es así, que el desembolso inicial consiguió multiplicarse por siete a la hora de ver los beneficios, cifrándolos en torno a los 14 millones de dólares.
En el año 2004, se interesó por una película protagonizada por Jet Li, y cuyo origen también es asiático; concretamente de China. Hero, de Zhang Yimou fue llevada a los Estados Unidos por Tarantino, el cual consiguió darle el renombre necesario para que en su estreno en la taquilla estadounidense recaudase más de 50 millones de dólares.
En el año 2005 crea Rolling Thunder Pictures junto con la ya conocida Miramax. Tarantino quería que esto fuese un puente para las películas extranjeras e independientes que no gozaban de la oportunidad necesaria para llegar más lejos. Dos años más tarde, Miramax cerró la empresa, pero Tarantino siguió apoyando títulos como Chungking Express, Detroit 9000 o El más allá.
Y entre estos dos años, 2005 y 2007, apoyó el proyecto de su amigo Eli Roth con la producción de Hostel y Hostel 2; dos películas de atmosfera gore y que le habrían venido como anillo al dedo a Tarantino. Estas dos joyas del terror fueron catalogadas como “el porno de la tortura”, pero lo que es incuestionable es que en sus más de veinte millones de dólares recaudados en taquilla, las buenas palabras de Tarantino sobre las mismas tuvieron algo que ver.
En el mismo año de la primera entrega también presento al mundo Thai Dragon, una cinta de Prachya Pinkaew y con Tony Jaa como protagonista. Vuelve a apoyar al cine asiático llevando a EEUU lo que más le gusta de él.
Y en 2008 apoya a Larry Bishop, con el que trabajo en Kill Bill Vol. 2, en la creación de Hell Ride, una película entre moteros y bandas que el mismo Larry escribe, filma y protagoniza.
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Produjo Killshot en 2008, una película en la que aparece Mickey Rourke y que trata la adaptación de una novelo de Elmore Leonard. Y apoyo también el debut cinematográfico de RZA, en una película cuyo guion coescribe con Eli Roth, al que Tarantino ya ayudo en la producción de Hostel. De nuevo apoya al western, cine asiático o kung fu.
Su amor por el cine y las posibilidades que sabe que contiene el nombre Quentin y el apellido Tarantino le hacen valedor de lujo para cientos de películas cuya trascendencia sería incapaz de pasar el charco o simplemente salir de TV; por lo que todas y cada una de estas producciones son lo que son gracias a un alentador apoyo de este director, que lleva sus aptitudes para el cine siempre a un paso más.
