Bong Joon-Ho al querer describir lo que sucede con los géneros del cine coreano en su experiencia personal concluye: «Lo que yo quiero es usar todo aquello que sea típico y, a su vez, romperlo. Quiero hacerlo usando el realismo coreano y romper el género, la tradición y la convención. Siempre empiezo con un género, pero al final siempre lo rompo». Característica y acción que no son nuevas en las producciones de su país siendo ampliamente difundido por directores como Park Chan-Wook y Kim Ki-Duk; sus historias no son inmunes del ambiente social, cultural y político, las tramas son en realidad una caricia superficial que pasan como un retrato curioso y tragicómico, Joon-Ho, específicamente en sus creaciones Mother, Memory of Murderer y Parasite le dice al espectador que el mundo es un asco, que acciones que tenemos naturalizadas, que creemos cotidianas son solo la expresión de una sociedad repugnante en la que los problemas mentales y la resistencia humana están mediadas por lo habitual, lo desastroso pero que al final te deja intacto y aceptando sin salida este mundo, la condición social es penosa, perece eterna e inevitable, hay que mutar y adaptarse a ella incluso sin cuestionarla.
Bong Ho con el lanzamiento de su película ‘Parasite‘ pide a la prensa no dar ninguna pista al público que pudiera orientarlo hacia el desenlace diciendo: “Todo cineasta desea que su público pueda vivir plenamente los diferentes vuelcos de la historia por poca importancia que tengan y que sean absorbidos por todas las emociones que les genera. Por eso les pido, por favor, proteger las emociones de los espectadores” y ello es porque en Corea las películas consiguen combinar varios géneros al mismo tiempo, entre ellos, la comedia de humor negro, el cine social, el drama y el thriller permitiendo al espectador una sensación tipo torbellino de emociones, pero como las consecuencias y el andamiaje social que quiere mostrar, su crecimiento no es gratis, es producto de unas acciones tipo acción-reacción.
Para no ir muy lejos y comenzar a entender el nacer de un cine impactante nos remitimos a su edad de oro que se definió por mucho tiempo entre a década de los 50 y los 60s (podríamos considerar su verdadero tiempo dorado desde el 2005 al presente), justo cuando el país estaba devastado por la guerra se permitió auge y calidad gracias a creadores que se quisieron sacudir artísticamente de la represión y violencia que azotaba la nación y como muestra de dolor ante la división del país.
Sin embargo durará poco al decaer en los 70s por la creación de películas de baja calidad tal vez movidas por la censura y la presión social que llegó con sus gobernantes, pero en los 90 comenzaría a renacer lo que para muchos es cine de culto más específicamente en 1999 cuando se estrena ‘Shiri’ de Je-gyu Kang siendo más exitosa en su país y más taquillera que ‘Titanic’, no obstante, solo en el año 2000 el film ‘Chunhyang’ de Im Kwon-Taek concursaría por primera vez en un Festival Internacional; el festival de Cine de Cannes, y, aunque no recibe ningún premio, el autor se impone en los circuitos internacionales a tal punto de tener casi el centenar de películas a la fecha, y que en el 2002 con ‘Chihwaseon’ obtendría el primer galardón cinematográfico internacional para el país como mejor director en Cannes, de igual manera se alzaría con un galardón a mejor director en el festival de Venecia Lee Chang-Dong por la película ‘Oasis’, además de Mon Soo-ri como mejor actriz.
El 2004 es el año en el que Corea del Sur arrasa en los festivales internacionales; por una parte Park Chan-Wook se alza con el Premio del Jurado de Cannes con ‘OldBoy’. A su vez, Kim Ki-Duk, que en el año 2000 provocaba desmayos y abandonos en las salas del Festival de Venecia con su película ‘La isla (Seom)’, obtiene el reconocimiento como Mejor Director por partida doble: en el Festival de Cine de Berlín por Samaritan Girl, y en Venecia, por ‘Hierro-3’, todo ello llevó a que en el 2005 y, producto de unos intereses internos, se generará una especie de amor propio del país por sus historias gracias a que Corea del Sur se convierte en uno de los pocos lugares del mundo donde sus habitantes ven más films propios que extranjeros motivado por leyes en las que obligan a las salas de cine a proyectar films nacionales por lo menos 73 días al año.
Sin cerrarse a la influencia extrajera de todo tipo, la cantera de autores coreanos suele provenir de las series televisivas diferenciando a sus principales escuelas (Además de Hollywood por supuesto) donde Bollywood el actor debe estar dotado para combinar la interpretación con el canto y el baile u Hong Kong en la que el gran numero de actores provienen de la escena música (En Corea el caso famoso es el del Rain, una estrella pop que protagoniza ‘Cyborg’ de Park Chan Wook). Los coreanos han sabido hacer mezclas de géneros y desarrollo de excelentes guiones narrativos versionadas en otras partes del mundo como melodramas tipo ‘Il Mare’ de Lee Hyun-Seung que en Hollywood con Keanu Reeves y Sandra Bullock se llamaría ‘La casa del lago’, terror con películas ‘R-Point’ de Kong Soo-Chang versionada y mejorada en Colombia con el nombre del ‘Páramo’ de Jaime Osorio Márquez, incluso ‘OldBoy’ de Park Chan-Wook pero no con mejores resultados por Spyke Lee en Estados Unidos. Además de su fascinación por las historias de gángsters, y un trabajo en equipo y coordinación perfecta para hacer cintas acordes a la exigencia del público.
La perfección y esfuerzo de Corea por hacer historias únicas, diversas, dinámicas y complejas han ocasionado en algunos espectadores idealización de su cine en donde se resaltan las películas donde el ser humano y los conflictos sociales son los que mayor impacto internacional han obtenido, tendencia que comienza con Lee Chang-Dong director de ‘Green Fishy Oasis’ y ‘Im Samg-so’, pero popularizada y en crecimiento gracias a la explosión de Kim-Ki-Duk, Park Chan-Wook y Bong Joon-Ho quien gracias a sus cuatro premios Oscar incluyendo mejor película, dirección y guion han llevado el cine Coreano a otro nivel, un premio y unas nominaciones que el mundo les debía a su cine.
Para finalizar y sin antes afirmar que este tipo de acciones son muy subjetivas, que no estoy del todo seguro del orden o de las que deje por fuera o, si merecen estar fuera, comparto una lista de lo que considero como amante de cine y del cine coreano, cuáles son las mejores películas de ese país o por lo menos de las que he visto, puesto que en esa parte del mundo siempre aparece algo más que sorprende, algo que está ahí, creado pero sin ser descubierto aún.
15. J.S.A – Park Chang-Wook
14. Memory of Murderer – Won Shin-Yu
13. I’m Cyborg – Park Chang-Wook
12. A Bittersweet Life– Kim Jee-Woon
11. Haeuhhwa – Jewon Yun-Su
10. Burning – Lee Chang-Dong
9. Primavera verano otoño y otra vez primavera – Kim Ki-Duk
8. Symphathy for Lady Vengance – Park Chang-Wook
7. Mother – Bong Joon-Ho
6. I Saw the Devil – Kim Jee-Woon
5. Hierro-3 – Kim Ki-Du
4. OldBoy Park Chang-Wook
3. Parasite – Bong Joon-Ho
2. Memory Of Murtherer Bong Joon-Ho
1. La Doncella – Park Chan Wook
Adrián Cantor Rocha
Twitter @AdrianCantorRoc