¿Calidad o tamaño?
Las pantallas de proyector vuelven a estar de moda. Si, sin duda el placer de hacerte un cine en cualquier lugar de tu casa se ha convertido en uno de los objetivos de muchos de los adeptos al séptimo arte, y es que con el nacimiento del 4K y el HD todo parecía hacer indicar que no iba a seguir funcionando.
Estas pantallas de proyector son algo que tienen su parte buena, tal y como la capacidad para tener una pantalla enorme, pero en cambio se puede sufrir un detrimento en cuanto a la calidad de imagen de una pantalla plana preparada para utilizar ese 4K y ese HD tan maravilloso y al que tanto nos hemos acostumbrado. De hecho, el propio cine se ha actualizado y las películas de ciencia ficción y no tan de ciencia ficción aglutinan una cantidad de efectos visuales que bien se aprovechan de esa calidad de imagen tan superior para hacernos alucinar en la butaca.
Lo mejor de lo mejor.
Hay que reconocer que esa pantalla grande nos llama mucho… pero, ¿es posible una calidad de imagen altísima en una pantalla de proyector? Bueno, partiendo de que ya existen pantallas manuales y eléctricas, con su propio trípode incorporado, manuales para llevarlas de un lugar a otro… no dudes de que vas a tener una calidad más que notable en cualquier proyección que desees.
Las comparaciones son odiosas.
- Pulgadas: Verdaderamente el gran ganador de este apartado es el proyector. Ahí tenemos la dificultad de una pared donde hacernos nuestro propio cine, pero si la conseguimos, tendremos unas cantidades de pulgadas que barrerán a los televisores estándares que encontramos a día de hoy.
- Resolución: Existe un grandísimo problema en el apartado de la resolución: el precio, el dinero, el money… cuestan muchísimo más los proyectores preparados para el 4K y el HD que los televisores que si están completamente preparados para ofrecer ésta calidad de imagen que tanto nos gusta.
- Gestión del color: los proyectores logran una gestión de color realmente notable con las tecnologías que se utilizan actualmente, pero una vez más los televisores han logrado evolucionar de forma más rápida y potente en este apartado, sobre todo con la renovada tendencia HDR que hace que el contraste dinámico haga mucho más atractivas esas imágenes.
- Brillo y contraste: Todo depende en el tema de los ajustes que establezcamos en nuestro aparatos. Bien es cierto que los proyectores ganas considerablemente (e incluso se visualizan) siempre y cuando la habitación en la que está colocado se encuentra totalmente a oscuras. De todos modos, completar estos ajustes para que en un número de pulgadas tan grande se vea correctamente puede resultar complicado. Aún así, con un conocimiento medio de lo que se está haciendo y con paciencia, se conseguirá los parámetros perfectos de brillo y contraste para que el color de lo que estamos viendo sea el idóneo.
Como conclusión… para gusto colores, amigos. Tenemos la posibilidad de hacernos un cine en casa y de disfrutar de una pantalla con unas medidas impresionantes; además tenemos la posibilidad de ver en a comodidad y la calidad de una pantalla de televisión, pero el caso es que, queramos lo que queramos… la calidad es sobresaliente.