En tantas ocasiones el mundo del cine nos ha hecho viajar mientras contemplamos absortos paisajes o lugares de ensueño logrando en ocasiones transportarnos hasta ellos sin ni siquiera movernos de la butaca del cine. Las localizaciones forman parte intrínseca de cualquier largometraje que se precie, es por ello que en MagaZinema estrenamos nueva sección, ‘Viajes de Cine’, en la que repasaremos los lugares más impresionantes o curiosos en los que se han rodado tantos títulos conocidos o por conocer. Y como no podía ser menos nuestra primera aventura nos traslada a los recónditos rincones en los que hemos visto sufrir hasta el extremo al mismísimo Leonardo DiCaprio, así que no lo dudéis, hacer la maleta porque a través de las siguientes líneas y fotografías nos vamos directos al corazón de ‘El Renacido’.
Para adaptar las vivencias de legendario explorador Hugh Glass, en el que se basa la nueva película de Alejandro González-Iñárritu, el director mejicano rodó en exteriores el 93% de su última superproducción. Sin duda alguna estamos ante uno de los títulos del año con 12 nominaciones a los Oscar, es por ello que visitaremos algunas de las localizaciones en las que se desarrolla la película.
Nuestra primera parada de este viaje nos traslada hasta los parques nacionales de Kananaskis Contry, Alberta (Canadá), lugar donde se rodó gran parte de ‘El Renacido’, ofreciéndonos paisajes de ensueño pero de condiciones climáticas extremadamente adversas durante la época de invierno.
Kananaskis Country es un sistema de parques situado al oeste de Calgary, en las estribaciones de las Montañas Rocosas de Canadá, la zona se llama así por el río Kananaskis, bautizado por el explorador irlandés John Palliser en 1858.
Las subidas de temperatura de Canadá obligaron a Iñárritu a trasladar el rodaje hasta Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina, en busca de paisajes nevados donde las inclemencias del tiempo fueran una constante. Una vez finalizado el rodaje el director declaró que nunca volverá a hacer otra película como esta, «soy un loco, pero no un estúpido». Gracias a esa locura el espectador tiene la oportunidad de disfrutar de rincones del mundo que quizá nunca llegará a conocer.
Como no podía ser menos una parada imprescindible en este viaje es la del Valle de Squamish, cerca de Vancouver, en el estado canadiense de la Columbia Británica, donde se encuentra el frondoso bosque en el que se rodó la espectacular escena dela ataque del oso al que sobrevivieron tanto Glass como Dicaprio.
Una de las escenas más complicadas de la película, que requirió diez días de rodaje, nos lleva hasta las cataratas Kootenai, en EEUU, en las que DiCaprio vive una de las tantas extremas situaciones de ‘El Renacido’.
Para acabar nuestro primer paseo por este largometraje que nos ha ofrecido localizaciones más que asombrosas y así poder comprender mejor su magia, nada mejor que unas palabras del propio Iñárritu: “Hemos rodado en puntos tan alejados de todo que para cuando habíamos llegado habíamos gastado el 40% de nuestro tiempo. Pero las localizaciones son tan alucinantes y poderosas que parece como si nunca hubiesen sido tocadas por el hombre”.