¿Qué inventos buscaron captar el movimiento antes de que el cine fuese una realidad?
Seguro que muchos de vosotros alguna vez se ha hecho esta pregunta, o al menos se ha planteado la posibilidad de que algo más tuvo que haber previo al cine. Lo que seguro no piensa es que quizá haya jugado o visto alguno de los inventos que hoy os presentamos. La búsqueda y el empeño de inventores por captar el movimiento fue incansable a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Para que el cinematógrafo fuese una realidad una gran cantidad de inventos y experiencias fallidas tuvieron que gestarse y ejecutarse. A continuación os dejamos una pequeña muestra de experimentos y creaciones que fueron relevantes para este proceso.
La linterna mágica – Atanasius Kircher (ca. 1650)
El artefacto consistía en una cámara oscura con un juego de lentes y un soporte corredizo en el que se colocaban transparencias pintadas sobre placas de vidrio. Las imágenes se iluminaban con una lámpara de aceite, debemos recordar que aún queda bastante para que la luz eléctrica sea una realidad. Contaba por eso con una pequeña chimenea para que el humo generado al quemar el aceite pudiese salir.
Taumatropo – John Ayrton (1824)
Se trata de un juguete que reproduce el movimiento a través de dos imágenes, papel y un cordel. Consiste en un disco con dos imágenes diferentes en ambos lados y un trozo de cuerda a cada lado del disco. Cuando hacemos girar las imágenes rápidamente el movimiento produce un “engaño” visual que nos hace ver las dos imágenes a la vez, creándose una ilusión óptica. A la ilusión de que ambas 
imágenes están juntas le dio nombre y explicación Peter Mark Roget, en 1824 a través de la publicación de un importante trabajo científico “Persistencia de la visión en lo que afecta a los objetos en movimiento” en el, se explica como el ojo humano es capaz de retener una imagen durante una fracción de segundo posterior al momento de visionado. Esta tesis llevó a John Ayrton a crear este juguete para poner en práctica la teoría de Roget.
Fenakitoscopio – Antoine Ferdinand Platau (1829)
Otro de los inventos que pretendian demostrar la teoria de la persistencia retiniana, sobre la que siguieron estudiando y mejorando en los años posteriores a su publicación. Platau descubrirá que el número de imágenes que debemos ver por segundo para conseguir movimiento es de más de diez por segundo, finalmente establecerá que el número de imágenes óptimo debía ser dieciséis.
Zootropo – William George Hörner (1834)
Máquina estroboscópica compuesta por un tambor circular en el que se presentan aberturas a través de los cuales el espectador puede observar las imágenes o escenas dibujadas en el interior del tambor. Al girar, aparecen en movimiento, tal y como pasaba en los inventos que ya hemos podido ver. Fue un juguete muy popular en la época, decoraba salones de reunión de las clases más acomodadas del siglo XIX.
Kinetoscopio – William Kennedy Laurie Dickson (ca. 1890)
La atribución de este invento, uno de los más importantes en la historia del siglo XIX, ha estado siempre rodeada de dudas, ya que Thomas Edison aparece en muchas ocasiones como su creador, aunque como pasó con muchos de los inventos que se le atribuyen, él únicamente aportó la financiación.
Finales del siglo XIX es un momento de lucha constante entre los hermanos Lumière y Edison, que se disputan continuamente quien será el responsable de revolucionar el mundo de cine.
La máquina de Edison era en sus comienzos un fonógrafo óptico que grababa las imágenes en un cilindro que más tarde sustituyó por una película de celuloide con perforaciones consiguiendo el arrastre e imágenes equidistantes. El problema con esta máquina era que la nitidez era pésima, cuando “Edison” intenta solucionar este problema y añade demasiada luz se quema la película. Subsana este problema con una caja de madera que no permite el visionado público ya que era necesario estar junto a la máquina para poder ver la imagen dentro de la caja. Años más tarde, ya en Francia, se conseguirán solventar estos problemas y la máquina podrá sacarse de la caja permitiéndose así la proyección pública.
Como podemos observar los avances necesarios para conseguir proyectar imágenes fueron costosos, requirieron mucha determinación, esfuerzo y disputas por parte de los genios de nuestra historia más reciente.
Esperamos que este pequeño paseo por los comienzos de la memoria cinematográfica haya servido para acercarte un poco más al séptimo arte.
