Hace un tiempo hablábamos de cómo el cine mudo desarrolló desde sus más tempranos días diferentes géneros, entre ellos la comedia, y de cómo este se vio muy afectado por la llegada del sonoro. Personajes como Chaplin se vieron afectados enormemente por estos cambios, pero donde unos no supieron adaptarse otros, como los hermanos Marx, se aprovecharon de la situación y renovaron el género mientras el mundo del cine evolucionaba inevitablemente.
Los hermanos Marx sustituirán el lenguaje visual y gestual por una comicidad basada en la palabra a través de una pulverización del lenguaje. Esto les servirá de material para unas películas que hunden sus raíces en la lógica del absurdo, para ello utilizarán recursos de Sennett e incorporarán un espíritu dadaísta y destructor.
¿Quiénes eran los hermanos Marx?
Los hermanos Marx pertenecían a una familia de judíos alemanes emigrados a Estados Unidos. Sus nombres artísticos fueron: Groucho, Harpo, Chico, Zeppo y Gummo, venían de una familia dedicada a la farándula, que nunca tuvo mucho éxito, fue su tío Al quien obtendría algo de reconocimiento antes de que ellos se diesen a conocer. Su madre fue quien gestionó sus primeros contratos en teatros de segunda fila y como teloneros, y así fueron ascendiendo hasta que en la década de los 20 pudieron estrenar en Broadway. Cuando configuraron su personalidad cambiaron sus nombres por aquellos que hoy día, todos recordamos.
Jiulius se convierte en Groucho quien adopta como características iconográficas el puro, un bigote pintado, sombrero, levita y una peculiar forma andar dando zancadas. Arthur se convertirá en Harpo, mudo, con arpa y gabardina, de dónde sacará los objetos más inverosímiles, como la bocina para hacerse oír. Chico era Leonard, siempre ignorante, chiflado y con sombrero picudo. Gummo se llamaba Milton y nunca intervino en en la gran pantalla, y por último Zeppo, Herbert Marx,quien hacia el papel de un hombre corriente, blanco de las bromas de sus hermanos. No podemos olvidar mencionar a Margaret Dumont, quien a pesar de no ser familia de los hermanos Marx siempre apareció en sus películas. Su vínculo fue tan intenso e importante que Groucho la llamaba «el quinto hermano Marx» en el mundo del cine. El papel que protagonizaba era el de viuda rica, dama de la alta sociedad siempre objeto de las bromas de los hermanos.
Entre 1929 y 1931 configuran el estilo que después trasladan a la pantalla, obteniendo gran éxito con Paramount, con la que hicieron gran parte de su producción cinematográfica. Sus tres últimas películas para esta compañía fueron, ‘Pistoleros de agua dulce‘ (1931), ‘Plumas de caballo‘ (1932) y “Sopa de ganso” de 1933, que fue un fracaso de taquilla, siendo hoy considerada un clásico del género, fue dirigida por Leo McCarey y tiene un caprichoso y surrealista guión.
Mencionábamos antes esos tintes dadaístas que podemos disfrutar en sus películas, todo ello viene de la estrecha relación que Harpo tuvo con Dalí, quien incluso les haría un guión que no llegaría a verse plasmado en la gran pantalla. El guión se titulaba ‘Jirafas en ensalada de lomos de caballo ’, y contenía dibujos del afamado pintor para la realización de las escenas.
A partir de 1933 pasaron a la compañía Metro, donde para atemperar el salvajismo de los hermanos, se introdujeron en sus guiones canciones, intrigas y amoríos, algo que lastró sus películas. Con Metro hicieron ‘Una noche en la ópera’ (1935) y ‘Un día en las carreras’ (1937), ambas dirigidas por Sam Wood. En los años sucesivos llegaría la decadencia, separándose en 1941, se reunirían unos años más tarde para hacer ‘Una noche en Casablanca’ (1946), posiblemente para salvar a Chico de sus deudas de juego y de su enfrentamiento con la mafia. La película fue una parodia de la película de Bogart, por lo que fueron denunciados por Warner. Su última película fue ‘Amor en conserva’ de 1949, con la que obtuvieron muy poco éxito.
Los hermanos Marx dominaron gran parte del género y de la corriente, pero la comedia siguió evolucionando hasta dar lugar a una nueva forma de comedia típica de Hollywood, que fue conocida como comedia americana en Europa y Screwball Comedy en América. Toma su nombre de un tipo de lanzamiento en béisbol, en el que la bola toma diversos efectos, algo que ocurre continuamente en este tipo de largometrajes.
Se verá favorecida por la tradición de la comedia teatral de Broadway, incorporará recursos del cine cómico americano, con un ritmo frenético y muchos gags visuales. Esta nueva vertiente se verá favorecida por el sonoro, la pantomima deja paso al diálogo, que es en lo que se basa la comedia sonora, lo que permite ahondar en la construcción psicológica de los personajes. Aunque los gags visuales seguirán siendo importantes, el sonido permite historias más complejas y largas, favoreciendo la aparición de una nueva fórmula narrativa donde se tendrán en cuenta, los equívocos, los dobles sentidos o la elipsis.
Podemos distinguir dos corrientes dentro de este movimiento, unas películas con un corte social mas marcado, donde se incorpora iconografía de la Gran Depresión, pero en la que siempre se proponen soluciones a todos los problemas que se presentan, y una comedia mas sofisticada o extravagante; principalmente de la Metro y la Paramount, que propone un viaje al reino del lujo y la fantasía, elude el tema social, es una comedia escapista, de sueños, solo para pasar un buen rato y olvidar los problemas cotidianos.
La Screwball Comedy estará marcada por un co-star system en el que destacan parejas como Cary Grant y Katharine Hepburn ó Clark Gable y Claudette Colbert. Ellos darán vida a algunos de los personajes mas memorables y recordados del género en películas como ‘La fiera de mi niña‘ (1938) de Howard Hawks, en la que K. Hepburn y Grant protagonizan una de las comedias mas excéntricas y delirantes de este género mientras buscan un hueso de dinosaurio; o en ‘Sucedió una noche‘ (1934), protagonizada por Gable y Colbert, y dirigida por Frank Capra, una de las comedias románticas mas famosas del cine americano.