Después de una catástrofe en la Tierra, el planeta se cubre de una niebla tóxica. La tripulación en la estación espacial debe decidir si arriesgar sus vidas para llegar a casa y buscar supervivientes, o mantenerse a salvo en el «sistema de simbiosis de algas» de la estación.
Cuando se presenta, como con ‘Rubikon’, una película de catástrofes naturales y con presencia en el espacio es difícil decir que no. Por lo menos para un gran grupo de amantes del género que disfrutamos en general con el mero hecho de tener enfrente una película de aventuras que nos lleve narrativamente a un lugar tan lejano, peligroso y a la vez atractivo como el espacio exterior. Pero ahora hay algo más que tener en cuenta: ‘Rubikon’ no es una película de acción en el espacio (al menos en la mayor parte de su metraje), ‘Rubikon’ es una cinta cargada de tintes dramáticos, también muchos clichés, y por supuesto, mensajes que te hacen pensar y replantearte.
Con un comienzo tenso donde la sensación que va a establecerse como principal y protagonista durante toda la película ya se deja notar, se nos establece ante nosotros el escenario protagonista que vamos a tener en ‘Rubikon’, que no deja de ser la nave en la que ingenieros, científicos y personal van a tener que estar. Los problemas, inquietudes, tensiones y demás y demás sentimientos que protagonistas y no tan protagonistas van abrazando en su sentir ya se van formulando, de modo que en cuestión de muy poco tiempo ‘Rubikon’ nos ha presentado algo de esa «acción espacial» que tanto nos gusta y la carta de presentación hacia lo que planea ser el resto de su metraje, al menos en cuanto a historia que desea contar.
Celebrando que dramáticamente hablando se tome en serio de una manera memorable, cuesta mucho olvidar que la tensión de lo que se está viviendo en ‘Rubikon’ no esté perfectamente acompañada en su baile por las interpretaciones de quien forma parte de esta película. Si bien es cierto no son negativas hasta el hastío o hacernos aborrecer sus personajes, bien podrían haber intentado crear un mayor impacto con su trabajo; pero claro, para ello les habría venido muy bien un guion que no está del todo cuidado ni llega a hacernos sentir lo que el ambiente de la película si consigue hacer.
Plana en dichos aspectos, sí, pero reforzada por una fotografía interesantísima y un montaje tan cuidadísimo que va alimentando la historia poquito a poco y segundo a segundo, ‘Rubikon’ nos deja con una dualidad de sabor en la boca: por un lado tenemos un producto magnífico, una historia intensa e interesante y un puñado de elementos como los efectos y el sonido que lo hacen aun de mayor calidad, pero por otro lado tenemos ante nosotros un saborcillo de rabia que se queda al pensar que, queriendo ir un poco más allá, se habría conseguido una película que podría haber sido nombrada con mayúsculas.
Tráiler de ‘Rubikon’.
¿Nos encanta?
Overall
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Originalidad
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Fotografía
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Montaje y edición
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Música
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Guion
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Interpretaciones