Entrevista a Álvaro Díaz, protagonista de ‘En apatía’

Hay en España un joven actor que está abriéndose paso en el mundo de la interpretación. Un chico de 21 años sencillo y con los pies en la tierra. Un joven como otro cualquiera, con ilusiones y proyectos. Se llama Álvaro Díaz. Comenzó su formación como actor con 16 años en la Base del Actor con Javier Manrique, y en Espacio Abierto; estudió Dramaturgia y Monólogo Interpretativo, con Chules Piñango y Eduardo del Olmo, y Voz con Begoña Frutos. Ha participado en diferentes Obras de Teatro producidas por la Escuela de Interpretación, y a su mayoría de edad hizo su primer cortometraje, “Entremesas” de Juan Moya. Su primera oportunidad en el cine llegó con Marcos, personaje protagonista de “En Apatía”, escrita y dirigida por Joel Arellanes Durán. Álvaro nos ha contado cómo ha sido trabajar en su primera película.

Nicole Torres (N.T): Hola Álvaro, enhorabuena por la película. Ahora que estás empezando en el mundo del cine, ¿cómo ha sido la experiencia de protagonizar tu primer largometraje?

Álvaro Díaz (A.D): Muchas gracias. No solamente es mi primer papel protagonista, también es mi primera película, mi primer trabajo profesional. Y nadie empieza desde arriba, normalmente se empieza actuando en alguna serie pero no haciendo directamente una película. He participado en obras de teatro anteriormente, y también en el corto ‘Entremesas’, dirigido por Juan Moya, y estoy encantado con esta experiencia. Estoy muy agradecido a la productora INTMED FILMS y a Joel por confiar mí y poner el papel de Marcos en manos de un actor desconocido. Es una gran responsabilidad y se lo agradezco enormemente.

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N.T: ¿Podrías hablarnos un poco de tu personaje? ¿Cómo es Marcos?

A.D: Lo más importante de Marcos es la historia que cuenta de principio a fin, la transición de un joven perdido que lleva una vida de excesos y que en el transcurso de la película experimenta una evolución. Marcos tiene que ver que ese no es el camino y que se está equivocando. Es un poco el reflejo de la sociedad joven de hoy en día.

N.T: ¿Te ha aportado mucho tu personaje?

A.D: Ya sea el protagonista o el personaje más pequeño, creo que todos los personajes aportan algo a la vida del actor. A mí concretamente me ha gustado mucho meterme en la piel de Marcos porque todos tenemos un poquito de ese personaje, ya que al igual que él y como se suele decir “ni todos somos tan buenos ni tan malos”. Varios puntos de Marcos me han hecho reflexionar como Álvaro en la vida real, y lo más bonito para un actor es poder transmitir esos puntos de reflexión al público, ese mensaje de que tus actos pueden traerte buenas consecuencias o malas, dependiendo del camino que tomes.

N.T: ¿En qué medida crees que los jóvenes de tu edad se van a sentir identificados con Marcos?

A.D: Creo que es una película dirigida a todos los públicos, que está muy relacionada con la sociedad de hoy en día. Muchos jóvenes se van a sentir identificados con en el personaje de Víctor (interpretado por Christian Casas), con el de Laura (Lucía Ramos) y sobre todo con el protagonista. Muchos jóvenes viven una mentira y el mensaje que transmite la película puede ayudarles a desengañarse.

N.T: Al igual que tú, Joel ha afirmado que muchos de los actores se sienten identificados con el personaje al que interpretan. ¿Es tu caso? ¿Cuánto hay de Marcos en ti?

A.D: La verdad es que me he sentido muy a gusto interpretando a este personaje, me gustaba la historia que contaba. Yo no bebo, no fumo, no me drogo y soy creyente, y me tocó un personaje muy alejado de lo que soy en la vida real. He tenido que interpretar a un chaval que se droga, que bebe, que fuma, y que no cree en Dios. De hecho la frase ‘Dios no existe’ la repito en varias ocasiones a lo largo de la película, y de forma muy contundente. A un actor le gusta mucho alejarse de su persona para poder meterse en el papel de su personaje, y esta ha sido una muy buena oportunidad para hacerlo.

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N.T: ¿Te dedicas por completo a tu trabajo o alternas con alguna otra actividad?

A.D: Hoy en día, a un actor joven sin caché le es difícil vivir solamente de los beneficios que da una película. Por la sencilla razón de que es un trabajo en el que un día estás arriba, y otro día estás abajo. Tienes un mes que no paras, con numerosos proyectos, un rodaje de un corto, otro rodaje para dos capítulos de una serie, un papel protagonista en una película, y luego puedes pasarte ocho o nueve meses sin hacer nada. Estudio interpretación para seguir formándome como actor pero lo alterno con otros trabajos, echando horas extras en algún bar para ganar algún dinerillo y poder subsistir. Pero mi sueño y a lo que me quiero dedicar toda la vida es a la interpretación.

N.T: Con 21 años, ¿cómo ves la situación actual del cine en nuestro país? ¿Eres optimista?

A.D: Es el momento más difícil, para mí y para mis compañeros. O cuadras y entras, o te quedas en el camino. Al principio, al empezar a hacer muchos castings y ver que no te sale nada, eres un poco más pesimista. Como todos sabemos, la situación económica en nuestro país está fatal, y por desgracia las escuelas de cine son privadas y de grandes costes. Sólo hay una escuela de cine subvencionada, pero si quieres dedicarte a esto tienes que hacer un enorme esfuerzo económico, ya que es muy costoso. No es fácil para un actor formarse, sobre todo si llegas sin un nombre. Yo tengo que empezar desde abajo, pero eso me hace más fuerte. Empecé a estudiar interpretación a los 17 años, a los 20 años he hecho esta película y no tengo ningún nombre, ningún apellido ni ninguna puerta abierta a ningún sitio, por tanto tengo que seguir currándomelo.

N.T: ¿Qué fue lo que despertó tu interés por el mundo de la interpretación a los 17 años?

A.D: Quería conocer este mundo. La interpretación es algo que no se conoce si no estás dentro, te lo pueden decir también mis compañeros. Tengo mucho que agradecer a Eduardo del Olmo y a Chules Piñango porque hice un pequeño espacio abierto gracias al cual pude conocerme a mí mismo, conocer mi cuerpo, los movimientos… Aprender a escuchar y no a oír, saber lo que necesita la otra persona mediante miradas, los vínculos… La interpretación es maravillosa, y quiero devolverle lo que ella me ha dado. Lo más bonito de la interpretación es llegar a conocer lo que el cuerpo necesita y quiere en cada momento.

N.T: ¿Tienes algún referente en nuestro país?

A.D: Para mí un ejemplo a seguir en nuestro país es Antonio Banderas. Tanto por su trayectoria como por su persona. Es un hombre que se lo curró desde muy abajo, ya que creció en un barrio humilde y procede de una familia obrera, como la mía. Creo que lo más grande de él es seguir siendo tan sencillo llegando donde ha llegado, que es ni más ni menos que a Hollywood. Para mí la máxima referencia de lo que puede llegar a ser un español en el mundo del cine es él.

N.T: Y para terminar, ¿cuáles son tus gustos en cine? ¿Cuál es tu actor/actriz preferido/a?

A.D: Un actor con el que me siento muy identificado es con Edward Norton, me gustan mucho sus películas. Mi actor favorito es Tom Hanks, ‘La milla verde’ es una de mis películas favoritas. ‘Braveheart’, de Mel Gibson, también me encanta.

Álvaro está inmerso en nuevos e interesantes proyectos, entre los que se encuentra ‘El club de los incomprendidos’, adaptación cinematográfica de la exitosa trilogía literaria creada por Francisco de Paula (Blue Jeans). No sólo supone una nueva oportunidad para un reparto que cuenta con actores como Patrick Criado (‘Águila Roja’, ‘La gran familia española’) e Ivana Baquero (‘El laberinto del fauno’, 2006), sino que se trata del salto a la gran pantalla de Bambú, la productora de las series ‘Velvet’ y ‘Gran Hotel’. Desde MagaZinema le deseamos a Álvaro mucha suerte en lo sucesivo.

 

 

Aquí os dejamos la crítica de la película y la entrevista con Joel Arellanes Durán.

 

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