Tenía muchas ganas de ver la serie de Berto Romero, mi humorista favorito, al que sigo desde hace bastantes años. Su vis cómica innata le encumbra, a mi parecer, como uno de los mejores cómicos del país. ‘Mira lo que has hecho’, la nueva comedia de Movistar y El Terrat, está creada por Berto, que además la escribe y protagoniza.
Rodada durante 8 semanas en Barcelona y alrededores, le ha bastado sólo 6 episodios, de aproximadamente 20 minutos, para hacer una comedia con un tono propio, cuidado y muy marcado, cuyo rasgo principal es la naturalidad con la que se relata lo cotidiano, por otra parte, bien narrado, y a la vez su exageración con claro propósito (algunas situaciones están llevadas al límite, sería complicado ir más lejos). Tono que se aleja de algunas series que después señalaré, y de algunos tópicos y clichés, que subvierte.
La serie aborda algunos aspectos de la vida cotidiana de una pareja, Berto y Sandra, que afronta la llegada de su primer hijo, Lucas. Él es cómico (como en la realidad) y presentador de televisión de éxito, y ella es médico anestesista. Ambos tendrán que lidiar con esta nueva situación, la de ser padres, a la que cuesta enfrentarse debido a la falta de un libro de instrucciones. Uno nunca está preparado para ser madre/padre, quienes normalmente no saben aún cuidar de sí mismos.
Como han dicho sus protagonistas, esta no es la típica historia de “chico conoce a chica, o viceversa”, sino es “chico y chica conocen a bebé”. La llegada del recién nacido sirve de punto de partida para hablar de la paternidad, pero también de otros temas actuales, como la eterna cuestión de dar o no de mamar, la educación, la polémica de las vacunas a los bebés, el mundo de los youtubers, el abuso que hacemos de la tecnología (que nos ha idiotizado), los límites del humor, el veganismo, las orientaciones sexuales, el choque generacional (que siempre ha existido). Asuntos que se muestran imparcialmente, sin enjuiciarlos (ese es el primer acierto).
¿Cuánto hay de verdad en la ficción? Todo y prácticamente nada al mismo tiempo. Esta cuestión plantea un juego interesantísimo para la serie. Es indudable que se basa en su experiencia personal, pero parcialmente. Tenemos que entender que este es un ejercicio de ficcionar la vida real (hacer ficción de la realidad). Lo que se cuenta (no me lo invento yo, lo dice el propio Berto Romero en las entrevistas) proviene de experiencias reales (no sólo anécdotas, sino también miedos, deseos, momentos, sensaciones, es decir, ha hablado de lo que sabe) y conjeturas sobre lo que habría o no sucedido, de forzar situaciones que no ha vivido completamente. Todo, o casi todo, es inventado, pero aun así recuerda a Berto, ya que nace de un sentimiento real, en el fondo hay una realidad. En parte, lo lleva haciendo durante diez años en la televisión. Quiero decir, que el espectador no conoce a Berto en realidad, puesto que se interpreta a sí mismo, representa el personaje que le conviene. Esta serie dinamita la imagen que tenemos de él, es decir, se aleja del rostro ficcional al que nos tiene acostumbrados (el cambio es evidente: de cómico alegre pasa a ser todo lo contrario, un padre que no puede dormir, que está de mal humor, que discute con su mujer…).
Entonces, ¿qué diferencia esta serie de otras sensacionales como, por ejemplo, ‘Louie’, ‘El fin de la comedia’, ‘Seinfeld’ o ‘Larry David (Curb Your Enthusiasm)’? Precisamente este es el segundo acierto. Tanto los guionistas Berto Romero, Enric Pardo y Rafael Barceló, como el director Carlos Theron han trabajado partiendo de aquello que no querían hacer. Han buscado un enfoque distinto, no pretendían plasmar algo que ya se hubiera visto (el cómico en su vida diaria, realidad representada soberbiamente en las ficciones mencionadas), sino que han hecho hincapié en el tema de la paternidad, lo cual le permite explicar su día a día, pero desde el terreno familiar. Por lo tanto, deliberadamente, todo el ámbito de su relación con la comedia no está muy explorado en la serie.
Padre, el último mono, su libro publicado en 2012, un manual de instrucciones para ser padre, quizá sea el germen de ‘Mira lo que has hecho’, una serie que aborda en clave de humor la paternidad para quitarle el peso de la transcendencia, y así desdramatizarla. ¿Cómo te cambia la vida tener un hijo?, ¿cómo afecta a tus relaciones personales y sentimentales? Cuestiones que son respondidas aquí de una manera próxima, divertida e irreverente.
Es una historia muy íntima que refleja la vida, en la cual el drama y la comedia son dos ingredientes inherentes a ella, combinación muy presente y que conforma el tono de la serie, le confiere entidad propia. La mezcla de comedia y ternura de forma verídica es el tercer acierto (se puede pasar un buen rato, pero también remueve sentimientos). El tipo de guion permite que la narrativa cambie de una secuencia a otra (en algunas partes la narrativa es clásica, con movimientos de cámara suaves, otras son mucho más alocadas); la libertad de tiempos narrativos permite hacer cosas completamente distintas (comienzos de capítulos que descolocan, saltos temporales, estructuras nada convencionales), y jugar con los estilos: encontramos desde comedia romántica, momentos de los más surrealistas, hasta barbaridades muy desagradables a las que el cómico catalán nos tiene acostumbrados. Al fin y al cabo, la vida es, en términos cinematográficos, secuencias trágicas y cómicas sin orden alguno, donde la risa y el llanto están íntimamente relacionados (el chiste en un velatorio, por ejemplo), y son elementos catárticos, vitales para entender la vida y la muerte (unos se van y otros llegan, siempre será así).
El cuarto acierto tiene que ver con los límites del humor. ¿Deberían ponerle barreras?, pregunta que lanzo y que no voy a debatir ahora. Lo que está claro es que, en una época en la que todo molesta, esta serie no piensa en la posible ofensa. Es tan libre, y eso me gusta, que no se ha impuesto ningún límite, ni para el drama ni para la comedia. Tiene partes con un humor muy bestia, escatológico, políticamente incorrecto, que pueden ser verdaderos escarnios para algunos dependiendo de cómo te lo tomes (justamente esta es la marca distintiva del humor de Berto y algunos otros).
En definitiva, ‘Mira lo que has hecho’ es una serie para adultos, no para niños (los hijos están, pero no se les ve). Sería un error garrafal que los padres aplicasen con sus pequeños algunos de los métodos vistos aquí (no olvidemos que ante todo es una ficción). Sin duda, recomiendo esta notable serie que merece la pena verla, aunque sea sólo por el estupendo papel de Eva Ugarte, que tiene una química muy lograda con un correcto Berto Romero.