Escondido detrás de unas gafas de sol y con apariencia de persona inaccesible se encuentra David Menkes, un director madrileño de 50 años con varias películas en su haber. Entre ellas encontramos títulos como 'Sobreviviré' (1999) y 'Mentiras y gordas' (2009), que con mejor o peor fortuna, no dejaron indiferente a nadie. David se muestra muy crítico con la situación económica de nuestro país, y en un momento tan difícil para el cine español, ha decidido probar suerte con la adaptación cinematográfica de la novela 'Un poco de abril, algo de mayo, todo septiembre', del afamado escritor catalán Jordi Sierra i Fabra.
Nicole Torres (N.T): Hola David. Enhorabuena por la película. Es tu primer rodaje en solitario tras varios trabajos con Alfonso Albacete. ¿Puedes contarnos cómo ha sido la experiencia?
David Menkes (D.M): Muchas gracias. La verdad es que esta película fue desde el principio un gran reto. No sólo por ser mi primera película en solitario, sino por tratarse de la primera adaptación de una novela de Jordi. La verdad es que no he notado gran diferencia entre codirigir con Alfonso y hacerlo en solitario. Este mi hábitat natural, mi padre era productor de cine y desde pequeño he estado en contacto con este mundo, así que me desenvuelvo bien. Pero tengo que confesarte que el cine no es mi pasión. Lo que de verdad me mueve y me inspira es la música. Me habría encantado ser estrella del rock (risas), pero no ha podido ser, así que considero que el cine es el camino al que me ha llevado la vida. Muchos directores lo persiguen desde pequeños como si fuera un sueño, pero no ha sido mi caso.
N.T: ‘Un poco de abril, algo de mayo, todo septiembre’ es la novela de Jordi Sierra i Fabra en la que está basada la película. ¿Cómo llegó a tus manos este proyecto?
D.M: Antes de nada, debo decirte que soy fan de Jordi desde joven. Me gustan mucho sus novelas y le leo desde hace mucho tiempo. Jordi no sólo es escritor, es también una fuente interminable de conocimientos sobre la música. Es un tipo muy interesante, le encanta estar en contacto con los jóvenes, es fundador de revistas como Súper Pop y en todos sus libros intenta lanzar un mensaje a los adolescentes, con los que siempre se ha sentido muy conectado. Este proyecto llegó a mí por pura casualidad, ya que estaba escribiendo un guion con otra persona y comenzamos a hablar de Jordi. Esta persona me habló sobre la novela, publicada en 2011 pero escrita en 1993. A mí se me había escapado ya que ni tan siquiera sabía de su existencia, pero la conversación despertó mi curiosidad. No fue publicada hasta 2011 por la censura que hay en este país, ya que Jordi es un autor muy leído y muy recomendado en los institutos de enseñanza secundaria y al fin y al cabo este libro trata sobre la enfermedad y la muerte. Lo leí y me encantó.
N.T: Es la primera novela de este escritor llevada al cine. ¿Cómo ha sido el proceso de adaptación?
D.M: La verdad es que la adaptación cinematográfica de esta novela ha consistido básicamente en actualizarla, ya que se trata de una novela que no ha sido escrita en esta época. Lo que más me gustó del libro es que contaba una historia muy dura, y aunque otro director la habría enfocado de una manera distinta, quizás recreándose más en el drama y el dolor, yo desde el primer momento veía luz y ganas de vivir. Veía en Sol un personaje brillante, que necesita el amor para seguir adelante, y aunque hoy en día y con los tiempos que corren nos pueda parecer surrealista, hay gente que necesita el amor para vivir. Desde el primer momento me fascinó la idea de poder contar esta historia de amor entre dos personajes que van a estar toda su vida separados físicamente por un preservativo. Me pareció algo tan duro que tenía que llevarlo al cine.
N.T: ¿Por qué el título ‘Por un puñado de besos’?
D.M: Sinceramente, el título del libro era imposible. Necesitaba un título impactante, que fuera comercial, pero que llevara implícito el espíritu de la película. Hay gente que me ha preguntado que por qué no hay sexo en esta película. En 'Mentiras y gordas' se me criticó por meter demasiadas escenas de sexo. En esta historia hay deseo, que no llega a materializarse por las circunstancias, pero es evidente la química que existe no sólo entre los personajes, sino también entre Martiño y Ana. Por todo esto al final nos cuadró este título.
N.T: La verdad es que Ana de Armas realiza una interpretación más que correcta. Es la segunda vez que trabaja con ella. ¿Qué tiene de especial esta actriz?
D.M: Es una actriz brutal. Ya trabajé con ella en 'Mentiras y gordas', y la verdad es que estoy muy contento con el resultado en ambas películas. Hay que partir de la base de que Ana es una actriz cubana, y en Cuba la cultura es el opio del pueblo. Qué diferencia con España, ¿verdad? Aquí nos cargamos la poca cultura que tenemos a pasos de gigante, mientras que en Cuba se nutren de ella. En Latinoamérica no tienen otras cosas como tenemos aquí, pero son lo suficientemente inteligentes como para sacar provecho de la cultura. Ana tiene muchísimo talento y tiene mucho swing, lo que le confiere una gran ventaja frente a la cámara. Desde que leí la primera línea del guion, la vi dando vida a Sol. Me llevo muy bien con ella y ojalá podamos volver a coincidir en otro trabajo. De cualquier forma, esta película supone la despedida de Ana de este tipo de papeles. Acaba de cumplir 26 años y ya le van quedando un poco lejos estos personajes.
N.T: La adaptación del guion ha sido un trabajo que has llevado a cabo con la ayuda de Jordi. Una vez terminado y entregado a los actores, ¿era de tu interés que los protagonistas leyeran la novela, o lo considerabas algo innecesario?
D.M: Yo les entregué el guion, ellos lo leyeron y a partir de ese momento, lo demás fue trabajo autónomo de los actores. Martiño mostró bastante interés en la historia y decidió leer el libro, Ana en cambio no lo hizo. Algunos actores prefieren leer la novela, ya que piensan que les puede aportar más información a la hora de interpretar un papel, como fue el caso de Martiño. Pero Ana prefirió no leerlo, quizás para poder dar rienda suelta a su personaje y que éste no estuviera tan ceñido al libro.
N.T: Tocando un poco el tema de la situación económica en nuestro país, y concretamente de la industria cinematográfica, que no goza de buena salud, ¿eres optimista de cara al futuro?
D.M: Optimista no soy, no te voy a engañar. La situación que atraviesa el cine en nuestro país es lamentable, y no augura nada bueno. Sin embargo, en España hay mucho talento, muchas ganas de trabajar y un público muy entregado. Lo que no hay en este país es cultura de cine, el cine es algo muy secundario aquí en España, lo que por otra parte es lógico viendo las dificultades que atraviesan muchas familias, más preocupadas por dar de comer a sus hijos que por el último éxito en taquilla. De todas formas, el público es muy agradecido, y confío en que películas como ‘Ocho apellidos vascos’ o ‘Carmina y amén’ marquen un antes y un después en nuestro cine. La iniciativa de Paco León de preestrenar gratis su película me parece admirable, estoy totalmente de acuerdo. Creo que lo que hay que hacer es abrir puertas al público para que pueda acercarse poco a poco a este mundo tan maravilloso y para muchos tan desconocido.
N.T: Y ya para terminar, David, ¿qué esperas de ‘Por un puñado de besos’?
D.M: Espero muchas cosas, pero me conformo con hacer llegar esta historia tan dura a los adolescentes y que se informen sobre esta enfermedad tan desconocida para ellos y en general para todos. También me doy por satisfecho si consigo iniciar a alguien en la lectura de las novelas de Jordi, un escritor que les va a aportar mucho en un mundo del que esperan tan poco.