Natalia de Molina es la protagonista de ‘Asedio’, la nueva película de Miguel Ángel Vivas cuyo frenético ritmo no te dejará un respiro. Su sinopsis nos cuenta: ¿Qué es ser español? Dani (Natalia de Molina) lo tiene muy claro. En su caso es servir a su país como antidisturbios, honrar su bandera y hacer cumplir la ley. Siempre pensó que ser policía era una forma de proteger a la gente, de hacer justicia. Pero durante un desahucio en un barrio conflictivo de Madrid, Dani se encontrará con un dinero escondido, una trama de corrupción policial y un crimen que harán que tenga que huir por su vida en un territorio hostil, en el que no conoce el idioma, no es bien recibida y su autoridad no vale nada. Sólo podrá contar con la ayuda de Nasha, una joven nigeriana a la que acaba de desahuciar, y su hijo Little. Y será entonces cuando se dé cuenta de que si el sistema para el que trabaja no sólo no es la solución, sino que quizás siempre fue parte del problema.
Tuvimos el placer de poder charlar un rato con ella, y nos contó todo esto:
Jaime: Cuéntame sobre tu personaje, Dani… ¿qué fue lo primero que pensaste cuándo te llegó el guion y leíste sobre ella?
Natalia: Pués lo primero que pensé que era una locura y que no entendía porque me lo estaban proponiendo a mí, porque era tan alejada a todo lo que había hecho antes y tan arriesgado que como… no sé, me llamó mucho la atención. Y a la par me apetecía mucho probarme en el género de acción, que es poco común que te lleguen cosas así siendo mujer. Y eso era una cosa también que me atraía mucho, que yo lo leía y era como «Jo, esta película lo normal sería que la protagonizara un compañero mío; yo debería ser, pues no sé… otro personaje, pero no la protagonista.» Y eso me interesó mucho.
Además que bueno, yo el tema de los desahucios y todo lo que denuncia la película es algo que me preocupa como persona; entonces se sumaban muchos factores que hacían que me interesase mucho formar parte de eso.
Jaime: Sí, además el componente crítico social es una barbaridad en ‘Asedio’. ¿Mentalmente cómo es dar vida a un personaje que tiene un escala tan amplia de grises como el de Dani? Porque hay cosas que hace bien, cosas que hace mal, cosas que haríamos nosotros de una manera u otra… ¿cómo ha sido gestar ese personaje así?
Natalia: Pues ese era el viaje y ese era el reto, ¿no? Una mujer que es una antiheroína, no es un personaje blanco o negro; como tu bien has dicho, que se mueve entre los grises, que toma decisiones que son moralmente muy reprochables y que tiene todo el rato esos dilemas morales durante la película. Y poder conseguir construir ese arco que hay en la peli, que tu veas un primer fragmento de Dani al inicio de la película y uno al final y veas una persona que es totalmente diferente siendo la misma. Ese era el reto. Ha sido muy difícil, ha habido una preparación bestia a nivel físico, porque la película evidentemente ha sido muy física, aparte de todo eso emocionalmente; tuvimos asesoramiento también con antidisturbios, una formación que nos dieron; y luego un poco de experiencia… para mi tener un poco claro quien era Dani antes de esa situación que vive, tener un desahucio que es muy traumático para ella; cuando llega el desalojo y se ve involucrada en esa locura, en esa supervivencia… para luego poder en el set, en la acción, experimentar y vivir al personaje en esa acción.
Jaime: Justo tenía esa pregunta, ¿has podido trabajar y has tenido acceso a alguna unidad de antidisturbios?
Natalia: Sí, hubo un miembro de la UIP que estuvo asesorándonos y ya te he dicho, dándonos formación para… evidentemente para saber moverte con ese traje y hacer lo que ellos hacen, y entender su trabajo, como trabajan entre ellos, el compañerismo, todo lo que se genera en un furgón y en esa unidad. Y luego estuvo durante el rodaje también, sí.
Jaime: ¿Y todo el tema del entrenamiento físico? Porque no paras en toda la película, yo creo que empiezas corriendo en el minuto 2 y terminas ya en el 90. ¿Ha sido muy complicado ese entrenamiento físico?
Natalia: ¡Pues la verdad que sí! Porque yo he hecho deporte así normal, pero no a un nivel como para poder aguantar cinco semanas, seis días a la semana, una película que pasa en tiempo real y que va en un continuo «in crescendo», ¿sabes? que nunca baja la energía, y siempre más y más y más. Entonces… si que tuve que entrenar bastante.
Jaime: Y al final, todos estos juegos de luces, todos estos pasillos tan estrechos, la película en unos momentos se vuelve super oscura, en otros sin embargo hay luces por todos lados, como ya te digo, que parece una discoteca… ¿ha sido tan agobiante como parece cuando la estás viendo?
Natalia: Bueno, eso es una decisión más de Miguel Ángel, y del director de foto y como de esta metáfora que es la película en sí a través de Dani. Como empieza muy rarita y poco a poco a través de esos agujeros… ¡un poco como Alicia en el País de las Maravillas, ¿no?! Ella va entrando por las paredes, por agujeros, por puertas y cada vez va descubriendo mundos nuevos. Y ahí toda la construcción de luz y de fotografía que ayuda a entrar en ese estado más mental hacia el final de la película. Y el edificio es un edificio real que está en la calle Toledo de Parla, en Madrid, y es un edificio, es un bloque de pisos que la gente que vive allí es lo que se cuenta en la película: son inmigrantes, gente obrera, que son la historia que se estaba contando, el propio edificio real tenía todo eso que se estaba contando en la película. Entonces también eso me ha ayudado mucho a meterme porque era ver, lo que estábamos contando lo estábamos viendo ya nada más que cada día que llegábamos allí para empezar el rodaje.
Jaime: Y en la película, también esto es más decisión de Miguel Ángel, como dices, pero quería saber tu opinión acerca de estos planos secuencia, porque desde mi desconocimiento interpretativo me resulta como super difícil de llevar a cabo… ¿cómo te has sentido haciéndolo?
Natalia: ¡La peli es súper difícil! ¡En todo, en todo! (Risas) Y evidentemente hay mucho plano secuencia, y además Miguel Ángel es un director muy minucioso y repetimos mucho y entonces hay muchísimo más trabajo del que al final se ve, porque era estar subiendo y bajando escaleras… 11 horas, para que luego quede solo una secuencia perfecta. Si que el plano secuencia tiene algo que a mi personalmente como que me genera mucha adrenalina, porque como no hay cortes si que empiezas y tienes que grabar y tienes que estar todo el tiempo dentro, absolutamente, de lo que está pasando y como que no te puedes evadir y decir: bueno, ahora va el plano de mi compañero y vamos a hacer un corte para el plano de tal y… no, si no que está todo unido y puedes vivir la secuencia de principio a fin. Eso como actor, a mi personalmente, me ayuda y aunque es muy dificil porque tambien tiene mucha técnica, porque el audiovisual al final es muy técnico, pues había ahí algo como que se generaba la adrenalina, que a mi me venía bien.
Jaime: Difícil pero te lo has pasado bien, ¿no? ¿Te lo has pasado bien grabando acción? ¿Te has sentido bien grabando una película de acción de este estilo?
Natalia: ¡Ha sido agotador, la verdad, no te voy a mentir! He tenido agujetas y dolores en mi cuerpo que no he sentido en mi vida, porque ha sido muy duro, y muy axfisiante. Todo lo que se cuenta, muy intenso… pero también te digo que yo repetiría. He descubierto que creo que sí, que me gusta la acción y que me gustaría seguir explorando roles femeninos que lleven la acción y que puedan salvar el mundo también.
Jaime: ¡Cuándo te recuperes de las lesiones!
Natalia: (Risas) ¡Ya me he recuperado! Ya estoy ready…
Jaime: Y si te tuvieses que quedar con algo de Dani, de tu personaje, ¿Qué sería? ¿Qué es lo que más te gusta de ella?
Natalia: Es que somos tan distintas que… ya partiendo de esa base me interesa. Por que siempre lo que es ajeno o desconocido me gusta pero, de ella me quedo con el viaje que hace; el ser capaz de hacer autocrítica; como que es un personaje que, evidentemente llevado por una situación extrema y de supervivencia, pero es capaz de hacer autocrítica y decir: «Bueno, es que igual soy parte del problema para que el mundo sea así como es… ahora quiero formar parte de la solución».
Jaime: En el modo «survival» este que dices creo que también estarías muy bien, porque verte correr y verte sufrir de esa manera ha sido muy interesante. De ‘Asedio’, ¿qué crees que es lo mejor que tiene la película? ¿Cómo se la venderías a alguien?
Natalia: Para mi lo mejor es que es muy arriesgada, dentro de que es un género, el de acción o el thriller que conocemos todos los códigos de ese tipo de cine, creo que es una película muy arriesgada porque va más allá. Aparte de que tiene un mensaje y una denuncia bastante clara es verdad que estéticamente, y de ritmo es como que te atrapa, como que te coge y no te suelta, y estás todo el rato en tensión y es un cine experiencia. Te pasan cosas viéndola, no es una película que veas y digas: «Pfff, me da igual». Te pasan cosas, ya sea porque estés flipando o porque te está incomodando. Es decir, produce sensaciones y para mi eso es lo que tiene que hacer la cultura, que te remueva, que te coja y te sacuda.
Jaime: Justo esa era la última pregunta que tenía aquí, ¿cuál es el mensaje que quieres que se lleve realmente la gente del cine cuando vea ‘Asedio’?
Natalia: ¡Yo que la disfruten y la recomienden! No, pero básicamente también es un viaje personal, lo interesante sería que cada uno se llevara su viaje y tuviera su vivencia propia. No hay una linea que diga: si ves esta peli tienes que llegar hasta aquí. No, me gustaría que cada persona que se sentara en una sala para verla, luego al final tuviera cada uno su reflexión y su viaje sin marcarlo antes.
Jaime: ¡Qué guay! Pues nada Natalia, muchas gracias por este ratito, y toda la suerte del mundo, que no creo que la necesitéis porque la película está muy, muy bien… ¡y qué espero verte más en acción!
Natalia: ¡Muchas gracias! ¡Sí, yo también! Un beso.
Jaime: Muchas gracias Natalia, un beso.