‘Palmeras en la nieve’ (Fernando González Molina, 2015)

Películas sobre la época colonial española en África apenas existen en el cine español. Una etapa histórica casi desconocida y que otros países con tradición colonial más contemporánea, como son los casos del Reino Unido y Francia. Con ambición de superproducción y emulando a las grandes producciones hollywoodienses, Atresmedia (en asociación con Movistar y Cosmopolitan) ha creado ‘Palmeras en la nieve’, dirigida por Fernando González Molina, uno de los largometrajes más caros de la historia del cine español rodado en castellano.

Año 1953, tiempos difíciles para la España de la posguerra. Killian viaja de la tierra de su familia, las montañas de Huesca, a Fernando Poo, una de las colonias que tenía España en la Guinea Ecuatorial. Allí se reunirá con su padre, dueño de una finca en Sampaka en la que se cultiva uno de los cacaos más demandados del mundo. Un lugar exótico que le hará descubrir al joven lo que realmente importa en la vida. Sobre todo, cuando conozca a la bella Bisila, une enferma hija de los unos gobernantes de un pueblo indígena de la región. De esta forma descubrirá el amor, la pasión, la lealtad y el honor en una época revuelta en la que los ecos de la independencia colonial empezaban a resonar.

A la par, en 2003 la joven Clarence acaba de enterrar a su padre y encuentra una epístola antigua escrita por su tío Killian durante su juventud. De esta forma descubrirá un secreto que llevaba guardado durante mucho tiempo y que es momento de desvelar. Con lo cual, Clarence viajará a África para investigar cuál era el misterio que ocultaba su padre.

González Molina es un maestro de crear taquillazos. Suyos son trabajos como ‘Tres metros sobre el cielo’, ‘Tengo ganas de ti’ o ‘Fuga de cerebros’. Cierto es que no son un buen precedente para confiar en que cree una gesta apasionada en una época difícil. Sin embargo, el realizador ha sabido confeccionar una obra visualmente muy cuidada, llena de esplendor y que da un paso más allá en lo visto en la cinematografía española. Sin duda, es su mejor obra hasta el momento.

Basada en el best-seller homónima de Luz Gabás. ‘Palmeras en la nieve’ puede medirse sin problemas a megaproducciones como ‘Australia’, ‘El maestro del agua’ o ‘Largo domingo de noviago’. Tiene un amor imposible, un período histórico exótico e interesante y unos personajes carismáticos. Realmente su ejecución es espléndida en los apartados técnicos. Sin embargo, el filme no consigue brillar tan intensamente en otras materias que son igual de importantes.

Una de ellas es su guion, que es notable pero que hubiera podido ser sobresaliente. El libreto se olvida de ciertas tramas y no ahonda en la problemática política de lo que le llevó a España a aceptar, con desgana, la independencia de Guinea Ecuatorial. Le faltan matices y clarosocuros en ese parte. Por otro lado, sí es cierto que tantos los colonos como los nativos son mostrados en una amplia gama de grises que condimentan esta delicada obra comercial. También es verdad que es algo confuso los tiempos en sentido de mundo actual y recuerdos, pero no es algo realmente llamativo.

Pero lo que hace ‘Palmeras en la nieve’ sólo se quede en un notable es su desacertada elección de su protagonista. Mario Casas todavía tiene un largo camino que recorrer para conseguir no sólo un buen papel dramático sino que necesita entregarse completamente a la interpretación, como se pudo vislumbrar en ‘Grupo 7’. El papel de Killian era para un clásico galán como lo fueron en su época Clark Gable o Paul Newman. Evidentemente eso ahora no existe, pero un semejante contemporáneo podrían ser un Michael Fassbender o un Gaspard Ulliel. Killian vive una catarsis y una madurez más allá de las emociones y del espíritu que Casas apenas logra trasmitir. Por otro lado están unas magistrales Adriana Ugarte, Macarena García y el mejor descubrimiento de la película: Berta Vázquez. Este reparto de actrices, junto con unos magníficos Emilio Gutiérrez Caba, Laia Costa, Daniel Grao y Fernando Cayo, consiguen elevar a ‘Palmeras en la nieve’ a un nivel interpretativo superior.

Perfecta en lo visual, buena en lo actoral. ‘Palmeras en la nieve’ no defraudará a su público objetivo, quizás se le debía haber exigido algo más pero sirve de precedente de lo que ahora el cine español es capaz de hacer.