Gracia Querejeta es una de las directoras más solventes que tiene España. A diferencia de la poesía de Isabel Coixet o lo solemne de Pilar Miró; Querejeta se acerca más a la estirpe de realizadoras como Icíar Bollaín o Maria Ripoll. Su última producción, ‘Felices 140’, llega después de presentarse en el Festival de Málaga.
Elia cumple 40 años y, para celebrarlo, reúne en una lujosa casa rural a amigos y familiares. Tiene que decirles algo muy importante: es la ganadora del bote de 140 millones que el Euromillón sorteaba esa semana. A partir de ese momento, el ambiente empieza a enrarecerse y lo que, al principio, parecía alegría compartida da paso enseguida a toda clase de argucias para intentar quedarse con el dinero de la afortunada.
Querejeta sabe desenvolverse en el llamado cine costumbrista. Celebradas y excelentes son producciones firmadas por ella como ‘El último viaje de Robert Rylands’, ‘Héctor’ y ‘Siete mesas de billar francés’. La sobriedad y el realismo con el que rueda han permitido que sea una de los cineastas más estables del cine español. También es verdad que no tiene prejuicios en dirigir en diversas áreas y ha estado tras las cámaras de series de televisión importantes como ‘Cuéntame cómo pasó’, ‘Víctor Ros’ o ‘Sin identidad’. Sin embargo, con ‘15 años y un día’ ya tuvo un cierto patinazo y con ‘Felices 140’ ese patinazo chirría aun más.
El planteamiento inicial es correcto, elegante a la par que cómico y que no da ningún indicio a lo que sucederá en el segundo acto. Querejeta vuelve a hacer alarde de su buena habilidad para reflejar la rutina de las personas, incluso en ocasiones que suelen ser vistas cómo excepcionales. Sin embargo, el giro radical que le da a los acontecimientos provoca un asombro que embelesa pero que no acierta o; mejor dicho, no sabe dar el tiro de gracia. La cineasta pretende mostrar los aspectos más rastreros de la sociedad en los amigos de la protagonista que pretenden aprovecharse de su situación. Cierto es que la realizadora sabe llevar a sus personajes pero sólo hasta cierto punto; sobre todo, gracias a su excelente elenco que sabe cómo enfocarlos. Una sorprendida Maribel Verdú, una solvente y espléndida Marián Álvarez y unos correctos Antonio de la Torre, Eduard Fernández, Ginés García Millán y Nora Navas. Quizás Alex O’Dogherty sea el único que no encaja bien con el resto del reparto.
Pero y pese a que Querejeta sabe cómo llevar a los protagonistas, la película empieza a decaer por sí sola en su intento de querer dar una moraleja concreta a los sucesos. La realizadora enfoca de forma maniquea el poder del dinero, cómo puede corromper hasta a las amistades más profundas y duraderas o romper familias. La realizadora no sabe gestionar los motivos de cada personaje como sus reacciones finales. En este sentido, parece una versión insuficiente y llena de buenas intenciones de la reciente ‘Dos días, una noche’ de los Hermanos Dardenne mezclándolo con reuniones de amigos como ‘Barbacoa de amigos’, ‘Pequeñas mentiras sin importancia’ o ‘Los amigos de Peter’.
En su intento de querer mezclar los temas de reunión de antiguos amigos con la crítica al sistema económico no consigue crear un buen combinado. Pese a no llegar a satisfacer su resultado, ‘Felices 140’ es una producción que sabe llegar a puerto y aunque no sea del todo brillante consigue mostrar las ironías de la vida misma.