En 2012 Marvel hacía realidad los sueños de muchos juntando en una misma película a todos los superhéroes vistos por separado desde la primera película de ‘Iron Man’ en 2008. El elegido para el proyecto fue Joss Whedon, creador de la mítica ‘Buffy, cazavampiros’ y de la serie de culto ‘Firefly’ entre otras. O lo que es lo mismo: un director/guionista con una mano especial para la definición de una buena cantidad de personajes a través, sobre todo, de diálogos muy fluidos. Y así fue como funcionó la primera ‘Vengadores’. Todos alucinábamos al ver en la misma escena al Capi, Hulk o Thor peleando contra los malos gracias al dinamismo de este director y lo bien que resolvió el trabajo en equipo de una serie de personajes que no podían ser más distintos entre sí.
Aquí vuelve por los mismos derroteros, pero tiene que añadir algo más: los personajes ya se conocen así que hay que innovar, y ahí entra el Whedon guionista, el que viene a mostrar que esta gente con superpoderes duda, sufre y tiene miedo. Y qué bien usa el personaje de la Bruja Escarlata para ello, me parecen fantásticas las escenas oníricas de cada Vengador cuando ella penetra en sus mentes. Y qué bien le viene Ojo de Halcón, personaje secundarísimo en la primera entrega que aquí pasa a ser, personalmente, lo mejor de la película. Obviando la estupenda interpretación de Jeremy Renner, a quien este tipo de papeles le quedan como anillo al dedo, vemos a un hombre de lo más normal, un padre de familia en una situación que está a nada de superarle. Entre un super soldado, un dios nórdico o una bestia verde, a él le hieren, se levanta, se cansa, se agobia… Todo le cuesta diez veces más que al resto y él sigue adelante porque es su trabajo, a pesar de tener que apoyarse en un ser querido para saber si su trabajo es útil o si ese grupo podría seguir adelante sin él perfectamente. Esto, como digo, es obra del Whedon guionista. Que se tome su tiempo en explicarme las vulnerabilidades de cada personaje en una cinta donde tiene que meter escenas de acción cada poco es un acierto. Dejar de lado los chistes de Stark o el martillo de Thor por meter minutos a esos personajes es un riesgo del que sale airoso.
Pero aquí salen también las debilidades del propio Whedon. Como hemos dicho, son muchos personajes principales, y con las limitaciones de una producción así, te pueden salir cosas de la nada como la relación Banner-Viuda negra, que no hay por dónde cogerla, básicamente porque no sabes de dónde viene. Y, sobre todo, el principal debe de las películas de Marvel: sigue sin haber un malo a la altura. Sin llegar a los extremos de Loki, que era un niñato usado de saco de boxeo por cada Vengador en algún momento de la película, Ultrón comienza muy bien: su diálogo con Jarvis al nacer, sus numerosas referencias bíblicas dando un toque solemne a todo lo que dice, cómo manipula a la Bruja para que a su vez ella manipule al grupo… Pero acaba siendo un malo Dragon Ball: malvado porque sí, con un ejército de robots salidos de no se sabe dónde y que aumentan o disminuyen de número según la necesidad del guión, y a destruir el mundo. Esperemos que Thanos sea por fin el malo que esta saga merece.
Quiero pensar que muchos de estos errores son a causa de la cantidad de metraje recortado del montaje inicial de la peli, porque a veces es sangrante ver cómo los personajes pasan de una localización a otra a miles de kilómetros de distancia en apenas un plano, o cómo mete a personajes de forma casual (Nick Fury o la Doctora Cho) sólo para que la trama pueda avanzar y luego pasa de ellos. Errores al final que no descompensan una experiencia satisfactoria, pero que sigue necesitando un toque de aire fresco en cada entrega. Hasta ahora, ningún problema con esto: dos secuelas como ‘Iron Man 3′ y Capitán América: Soldado de invierno’ me parecen las mejores, así que nada me hace dudar que Civil War vuelva a sorprenderme o, al menos, dejarme un buen sabor de boca.
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8/10
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8/10
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5/10
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8/10
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7/10
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7/10
Resumen
Lo mejor: Da justo lo que le pides a una de superhéroes: entretenimiento puro y duro, y siendo un género ya tan trillado sigue aportando frescura.
Lo peor: Seguimos a la espera de un malo que de verdad ponga las cosas difíciles a nuestros héroes. Un montaje un poco acelerado.
Olé!