'Sound of Metal' (D. Marder, 2019) | Crítica

Narra la historia de un joven batería de una banda de música que comienza a perder la audición.

Desgraciadamente hoy día vemos pocas películas como esta en las nominaciones a los Oscars. Esta mal decirlo, pero si no hubiera sido por lo que ha conllevado la pandemia respecto a los estrenos del 2020, no veríamos ‘Sound of Metal’ entre las favoritas para la estatuilla. Y no, no estoy diciendo que no lo merezca, simplemente, estos premios no funcionan como nos gustaría.

Un joven bateria de un grupo de “metal”, es víctima de un golpe de sordera repentino en una de sus actuaciones, el cual buscara soluciones al problema que conlleva este cambio en su vida.

Ya habiendo colaborado en otras producciones, pero tan solo siendo el director en ésta, su opera prima, Darius Mader deja bien claro su sello, embarcándose en 120 minutos de pura ternura y sinceridad. Imaginad que vuestra pasión se ve truncada por algo que os tiene que apartar de ella, y así dejar de seguir dedicándole tiempo. No tiene buena pinta, ¿verdad? Para retratar el drama cuenta con la impresionante actuación de Riz Ahmed, notando ya su presencia en ‘Nightcrawler’ o en la más reciente ‘Venom’. Este es el encargado de retratarnos el proceso de aceptación de la realidad por la que pasa el protagonista. Olivia Cooke es la otra integrante de este grupo de metal, siendo también musa y compañera de viaje del protagonista. Aunque Olivia no esté a la altura de Riz, ambas actuaciones son dignas de mención, sobre todo cuando están juntos en pantalla, donde las miradas y los gestos dirán más incluso que las palabras.

Gracias a un trabajo impecable con el sonido, Nicola Becker nos muestra su valía en el mundo del sonido gracias al trabajo impecable que ha dejado tras de sí. Este componente pasa a ser el rasgo más dramático de todo el film, dejando a veces que no escuchemos nada, para sin embargo no parar de sentir. Este trabajo, en ocasiones nos hará viajar como espectadores, aunque casi todo el tiempo es con el protagonista, poniéndonos en su piel en un ejercicio de proceso de duelo y dolor, en el que se plasman perfectamente sus fases en orden cronológico: la negación de los hechos, aceptación de la realidad y finalmente la superación.

En esta, más que en ninguna película, se puede decir que no hace falta un buen dialogo para trasmitir sentimientos. Su forma de trasmitirnos el estado mental del personaje, con tan solo imágenes de “cosas” cotidianas y la anulación del sonido, hacen que ‘Sound of Metal’ se merezca alguna de las 6 nominaciones a las que opta, sin sorprendernos que se las llevase todas.