'Scarlet Innocence', obsesión y venganza (2014)

No hay nada como darle una vuelta de tuerca a un viejo cuento popular para crear una película en la que los encuentros amorosos se dan por decenas, y qué decenas, pero también en el que los desencuentros marcan definitivamente las vidas de los protagonistas. No has visto nada como ‘Scarlet Innocence’ porque son claramente dos películas en una. Sigue leyendo, te contamos sin destrozarte la película por qué debes disfrutar de Jung Woo Sung una vez más, aunque quizá con estas palabras ya haya empezado a darte motivos.

Un profesor universitario, Shim Hak-kyu (Jung Woo Sung) que sucumbe gradualmente a la ceguera se ve cautivado por el amor obsesivo de una joven llamada Deok-Yi (Esom), en esta adaptación moderna de un clásico cuento de hadas coreano.

¿Cuál es ese cuento popular que ha servido de inspiración para la película? Shim Cheong, una joven que vivía devotamente cuidando de su padre ciego, un día se vio empujada a saltar al fondo del mar como sacrificio para intentar que los ojos de su padre volviesen a ver… Lo que no narra este cuento popular es lo que padeció la otra mujer de esta historia, la madrastra de la joven y amante de su padre, quien se quedó junto al solitario hombre quien además de no recuperar la vista había perdido a su hija. ¿Qué le hizo quedarse hasta el final? ¿Fue el amor? ¿La necesidad? ¿El sentido de la responsabilidad? ¿Un poco de todo?

Tienes que ver ‘Scarlet Innocence’ para poner cara a cada uno de los personajes de ese cuento popular y darte cuenta de que, una vez más, cada cual habla de la feria según le va. Los arcos narrativos de la película son muy claros, casi predecibles, hasta que no lo son. Esta es una de esas películas que pensarías jamás podrían sorprenderte y acaban haciéndolo enormemente.

Comienza con un escritor que relegado a un puesto en una escuela rural busca dejar pasar los días hasta poder volver a su vida de prestigio por la que tanto ha sacrificado. Es así como arranca la primera parte de ‘Scarlet Innocence’, entre cerezos en flor y gentes humildes cuya vida se adereza de los pocos cotilleos y cuchicheos de lo que acaece a su alrededor. La voz en off de Jung Woo Sung nos mece en esta parte de la historia mientras junto con él conocemos a la ingenua pero dispuesta a vivir, Deok-yi, quien asfixiada por una vida sin aliciente alguno, encuentra en el magnético profesor el soplo de vida que necesitaba para descubrir la pasión, el deseo y ese amor repleto de primeras veces que queda marcado a fuego en el corazón y el recuerdo.

A partir de un encuentro fortuito, la curiosidad de ella y la imperiosa necesidad de él por estar con alguien tan virginal como ella dejarán en la pantalla decenas de escenas que harán subir la temperatura a tu alrededor tanto como para hacerte sentir acalorada. Lo moral y lo éticamente correcto ni siquiera se deja traslucir en el guion, los protagonistas viven de lleno su deseo, el sexo es desinhibido y evoluciona rápidamente de las caricias a la experimentación física sin dejar nada a la imaginación.

El cuerpo de los protagonistas se expone sin tapujos ante la cámara. Esom se desnuda ante la pantalla haciéndose un hueco en el mundo de la interpretación mientras muestra que no tiene reparos por ningún papel, aunque es el cuerpo de Jung Woo Sung el que se reconoce como eje pivotante del deseo y la lujuria, concentrándose la cámara en su piel desnuda, llevando a la espectadora a cada rincón de su cuerpo. La cámara expone sus cuerpos acompañada de un guion que deja escenas de sexo explicito repletas de gemidos, sudor, besos apasionados y posturas que solo se alcanzan en pleno climax las cuales nos atrapan y hacen volar nuestra imaginación.

Es con estas escenas que vivimos la primera parte del metraje, acaloradas y sabiendo que la narración debe romper por algún sitio si quiere ofrecernos un producto que no caiga en lo burdo, y vaya que si lo hace. El drama torna más drama aun y pronto el rojo pasión pasa a ser el más profundo de los negros cuando las consecuencias de su aventura les alcanza y el karma, destino o cómo quieras nombrarlo, llama a sus puertas, cambiando sus vidas por completo.

Cambia en la segunda mitad del largometraje el color, el ambiente y la madurez de los personajes. Deok-yi ya no es la joven inocente que se nos presentó al principio, ahora, incluso su forma de caminar ha cambiado. Por su parte, el profesor ha visto como el exceso con el que siempre ha vivido por fin le ha dado caza y necesita a alguien a su lado para sobrevivir al día a día. Esta segunda parte tendrás que descubrirla, por ti misma. De ella solo te diremos que mantiene e incluso crece en tensión narrativa. Sigue siendo enormemente atractiva en su puesta en escena y nos permite disfrutar de un mayor arco interpretativo de Esom y Jung Woo Sung, lo cual nos deja en el cómputo global con unas interpretaciones notables que no saldrán de tu cabeza en mucho tiempo.

Si ya has visto, ‘Scarlet Innocence’ déjanos tu opinión un poquito más abajo y pásate por la conversación que tuvimos en ‘Bienvenidos a Dramaland‘, no tiene desperdicio.