En Brooklyn, un solitario camarero rescata a un cachorro de un cubo de basura. Sus problemas empiezan cuando aparece el dueño del animal, que es un hombre con problemas mentales y que, además, está involucrado en una conspiración criminal que se planea en el bar en el que trabaja el camarero.
Las calles grises del Brooklyn que nos ofrece La entrega (The drop) ocultan un mundo de mafias, sobres ocres, manchados de deudas y sangre, y personajes que esconden su lado más oscuro.
Basada en una historia de Dennis Lehane, también autor de obras en las que están basadas Shutter Island (Martin Scorsese, 2010), Adiós pequeña, adiós (Ben Affleck, 2007), o Mystic River (Clint Eastwood, 2003), la película dirigida por el cineasta belga Michael R Roskam, se ha ganado el respeto de la crítica en el Festival de San Sebastián por su visión pausada, a la vez que retorcida, en un mundo de violencia en el que nada es lo que parece, y las apariencias se guardan más de lo que apreciamos. Además, es una emotiva despedida del actor James Gandolfini, que falleció en 2013.Un último adiós para quien será siempre recordado como Tony Soprano, y que en La entrega, cierra su carrera, que sin duda alguna, podría haber sido mucho más prolongada.
Michael R. Roskam (Bullhead), busca la tensión en lugares no habituales en este género, es decir, no lo busca en el atraco o en la venganza, sino en las situaciones cotidianas, como un perro apaleado, una mujer sin confianza, un barrio que simula un peligro que no tiene, o un camarero al que según dicen, no se le ve venir.
La suciedad de los bajos fondos, el gran negocio y auténtico mal, se queda en el anejo de la película, mientras que en el primer plano se nos regala ese mundo equívoco y confuso de los pequeños sentimientos, un romance que no se aclara, unas ambiciones irrelevantes, un cachorro abandonado y una estúpida vida al lado del abismo.
La indiferencia de los protagonistas en un mundo compartido con gente muy peligrosa, es lo que hace que La entrega tenga una espectacular fuerza narrativa.
La normalidad dentro de un mundo que el director Michael R. Roskam (Bullhead) nos presenta como cotidiano gracias a sus correctísimos planos y su buen ritmo, ni muy rápido, ni muy lento.
Mientras, Dennis Lehane, aporta una fascinante historia que dice más por lo que calla que por lo que cuenta. Una historia que es la adaptación del relato corto Animal Rescue, siendo precisamente el rescate de un perrito, el mayor conflicto al que parece haberse enfrentado Bob, un camarero que parece que carece de entendimiento sobre ciertas cosas.
Si el primer plano de la película es el del puente de Brooklyn reflejado en las aguas sobre las que se erige, podemos decir que esa misma imagen invertida es la que vamos descubriendo a medida que avanza la trama, puesto que nada es lo que parece y desde la realización, Roskam nos traslada ese mismo sentimiento mostrándonos en varias ocasiones tiros de cámara que nos llevan a recorrer 180 grados.
No estamos ante un thriller de ritmo demencial, sino que la trama se toma su tiempo para arrancar, y llevarnos a situaciones límite hacia el final de la película, pero ni si quiera en eso se puede decir que La entrega sea típica, ya que a pesar del montaje paralelo de la Super Bowl, y el in crescendo de la tensión narrativa de esta parte, no será hasta más tarde cuando lleguemos al clímax, el momento en el que los personajes se quitan las caretas como si fuese el final de un baile de máscaras.
La entrega es un thriller con la esencia del más clásico cine negro que explora los ajustes de cuentas de las mafias y las conspiraciones con el dinero ilegal de los bares de Nueva York.
Roskam se ayuda de un grupo de actores que destacan por sus sólidas interpretaciones. James Gandolfini (La noche más oscura, Mátalos suavemente, La noche cae sobre Manhattan) brilla en su papel del dueño del bar hundido en las entrañas de la mafia; Tom Hardy (Locke, El caballero oscuro: La leyenda renace, Origen) está magnífico en su retrato del melancólico, inseguro y oscuro camarero capaz de hablar sólo con sus ojos. Noomi Rapace (Dead man down, Sherlock Holmes: Juego de sombras, Trilogía Millenium) está excelente en la piel de una joven camarera de los barrios bajos de Brooklyn. Llegado un momento, por la vida de nuestros protagonistas se cruzará la violencia, la locura y la dualidad, porque nadie es lo que quiere aparentar.
La música, a cargo de Marco Beltrami y Raf Keunen ayuda mucho a meterte en escena, es hipnótica y te hace equivocarte en momentos que creías haber adivinado, para terminar descubriendo que nada es lo que parece.
Los escenarios y la fotografía, muy acertada por parte de Nicolas Karakatsanis, consigue sumergirnos en un Brooklyn muy oscuro y sin valores.
Aunque La entrega no consigue desmarcarse y sobresalir dentro de su género, Roskam consigue generar una historia intensa, que contiene una violencia implícita sin recrearse en lo sangriento. A pesar de resultar tediosa en diversos momentos, el principal interés de la historia radica en las relaciones entre los personajes, y su repercusión en el desarrollo de los acontecimientos.
En definitiva, La entrega es un thriller que prefiere construir la tensión a partir de las relaciones entre sus personajes, tomándoselo todo con calma, pero sin llegar a sabotear una adecuada evolución de la historia.
Para terminar, os dejo con una parte de su excelente Banda Sonora:
https://www.youtube.com/watch?v=DP3M8SaCi0k