Si quieres ver una de esas películas que marcaron tendencia en su día, y que pese a contar con más de dos décadas a sus espaldas sigue siendo tan vigente, actual y relevante como lo fue en el momento de su creación, tienes que ver ‘Joint Security Area’. La península coreana se dividió en plena Guerra Fría y nunca ha vuelto a ser la misma. Una misma nación se fraccionó y sus habitantes pasaron de ser hermanos a enemigos.
Los cadáveres de dos soldados norcoreanos son hallados en el «Área de Seguridad Compartida» que separa las dos Coreas, aparentemente asesinados por un soldado surcoreano. Corea del Norte lanza la acusación de que el suceso se debe a un flagrante ataque por parte de Corea del Sur, mientras que esta mantiene la acusación del secuestro con final trágico por parte de sus vecinos del norte. Para investigar el caso se destina a la zona a una oficial del Departamento de Inteligencia Militar suizo, de origen coreano. La oficial comienza a investigar y el caso se convierte en un misterio, ya que hay 16 balas en los cuerpos, y del arma del soldado sólo pueden haber salido 15…
La cinta centra su atención, como bien recalca su título en el Área de seguridad compartida que separa Corea del Norte y Corea del Sur. Una franja de tierra fuertemente vigilada por los ejércitos de ambos países. Una zona donde los días pasan sin que aparentemente nada ocurra y donde la tensión se acumula, gota a gota, grano a grano, esperando a desbordar.
Este será nuestro hogar mientras dure la película, nos costará hacernos a la idea de cómo es la vida allí, sea cual sea el lado que escojas de esa línea imaginaria fuertemente defendida. Así nos encontraremos tan disasociados como la protagonista femenina (Lee Young-ae), una oficial de la inteligencia militar suiza, con ascendientes coreanos, que es enviada a dilucidar que ha ocurrido unas semanas antes, cuando soldados surcoreanos atravesaron el límite fronterizo y asesinaron a soldados norcoreanos. Su problema, como el nuestro es venir de fuera y por ende no comprender la magnitud del problema que se presenta.
¿Qué pasaría si el informe de la oficial fuese favorable a los norcoreanos? ¿Es el armisticio lo suficientemente estable para mantener ‘la paz’? Es mucho lo que está en juego, y solo los pobladores del lugar son conscientes del peso que puede tener un papel escrito con honestidad, pero sin conocimiento del contexto.
"Lo que importa en la batalla no es la velocidad. ¿Habilidades de combate?, Tampoco. Lo que importa es mantener la compostura y fortaleza."
Pronto nos meteremos de lleno en una trama y puesta en escena que nos hará recordar algún que otro episodio de ‘J.A.G Alerta Roja’, y en la que rápidamente veremos, que nada es blanco o negro, y en donde el silencio esconde la realidad. Las pesquisas son de todo meno sutiles. La presión se siente en los soldados al ser cuestionados y la tensión aumenta y aumenta hasta llegar a un punto de ebullición que hace mella pronto en los investigados generando estallidos de violencia.
Lejos de quedarse en una mera investigación, el director Park Chan-wook mueve el guion hacía temas sociales muy complejos y a la par humanos. ‘Joint Security Area (JSA)’ deja caer, como una bomba, que puede ocurrir cuando esos soldados enemigos a los que sus naciones demonizan no son para nada lo que les decían eran. Cuando la humanidad gana la batalla y la necesidad de ayudar al prójimo y de conectar queda por encima de todo lo demás.
Lee Byung-hun, Shin Ha-kyun, Song Kang-ho y Kim Tae-woo serán esos soldados envueltos en la investigación. Los dos primeros surcoreanos, los otros dos norcoreanos. Unos soldados que habían entablado una curiosa relación a lo largo de sus meses de servicio. Una amistad, profunda, de la que nadie conocía nada. El secreto mejor guardado de toda la frontera en el que se compartían risas, vivencias, cigarrillos y música en largas noches de vigilancia.
Con unas interpretaciones sólidas y sobre todo con un guion que nos lleva de los agradables recuerdos a la tensión de la investigación, con ‘Joint Security Area (JSA)’ vivimos una historia muy interesante, que lejos del conflicto puede parecer banal, pero que para una nación como la surcoreana supuso un golpe sobre la mesa al poner frente a todo el que quiso acercarse al cine, una realidad diaria que quedaba muy lejos del discurso militar al que estaban acostumbrados, y es que, si bien la cinta no es perfecta, sabe jugar con los tiempos, con la historia y con los personajes, involucrándonos desde el principio mientras cuestiona al sistema, a cualquier sistema social y político que despoja a las personas de su humanidad y las hace enfrentarse a pesar de que ya no quedan motivos para ello.
Tráiler
¿Nos encanta?
Overall
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Fotografía
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Guion
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Edición y montaje
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Interpretaciones
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Originalidad
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Banda Sonora