En Godzilla conoceremos el origen de una serie de alteraciones electromagnéticas que llevan produciéndose cíclicamente desde hace años. La arrogancia del ser humano se verá puesta a prueba por parte de seres primitivos gigantescos que se alimentan de radioactividad y que amenazan la vida de los hombres.
Godzilla es un personaje originario de la imaginación de un grupo de cineastas japoneses dando como resultado una brutal metáfora del terror de la guerra nuclear. Japón sufrió las consecuencias de la guerra con los ataques nucleares en Hiroshima y Nagasaki.
Regresa más espectacular que nunca. Aunque vuelve con un tono más humano. Más de uno deseará verlo cuanto antes, pero Godzilla, como la estrella que es, se hace de rogar y se irá mostrando poco a poco, dando lugar a idolatrarlo en cada momento.
Y es que cuando haces un remake, lo que se busca es mejorar la versión anterior, o mostrar una perspectiva diferente de la historia. En esta película se consiguen ambas cosas.
La nueva versión de Godzilla está muy mejorada y asegura entretener a los espectadores, desde los más fanáticos de la mitología del rey de los monstruos, a los entusiastas de las películas de acción de nuestra criatura, hasta los que prefieren una trama más seria con algo más de dramatismo.
Se enfoca más en la parte humana y analiza mucho mejor a los personajes, creando una situación inteligente, no una masacre por que sí. El guión muestra más tensión y el desarrollo de la trama es muy ágil. Las escenas de violencia innecesaria han sido sustituidas y la acción es muy impactante gracias a sus escenarios y a su fotografía, que se orienta más al desastre y a la devastación.
Gareth Edwards (Monsters, Factory Farmers, Héroes y villanos) ha sabido transmitir la esencia de este monstruo que lleva generando películas en Japón desde 1954, y que lleva aterrorizando a su gente incluso en su 60 aniversario, en el que se estrena esta película. Gareth Edwards rinde tributo al rey de los monstruos en un homenaje por su aniversario, y recupera su esencia principal.
Para ello, se rodea de un reparto más normal de lo que estamos acostumbrados a ver en una superproducción, y es que quizás no quiera quitarle protagonismo a nuestra bestia. Aaron Johnson (Kick Kass 2: Con un par, Salvajes, El ilusionista) encabeza esta lista, algo errático a la hora de canalizar las emociones que debía transmitirnos, deambulando de un lado para otro sin saber qué hacer; Ken Watanabee (Origen, Cartas desde Iwo Jima, Batman Begins) en un papel que desaprovecha por completo todo su potencial, y que en esta película casi se limita a poner caras de asombro; Elisabeth Olsen (Old Boy, In secret, Amor y letras) que apenas tiene relevancia en la narración; Juliette Binoche (Cosmopolis, Chocolat, El paciente inglés) con un papel escaso y muy bien interpretado; y el gran Bryan Cranstron (Argo, Drive, Salvar al soldado Ryan) que interpreta al personaje más interesante y es el eje humano de la historia. Hay que decir que "Heisenberg" no defrauda en absoluto, y es que el que ya triunfase con la exitosa serie Breaking Bad encarnando a Walter White, sigue encandilando a sus seguidores de manera bestial.
Las proporciones de Godzilla y sus enemigos (MUTOs) son tan enormes que no caben en la pantalla y no hay ningún plano completamente limpio en el que se pueda ver una batalla entre ellos, como ya pasó también con Pacific Rim (Guillermo del Toro).
Con una banda sonora épica que está a la altura de toda la acción que se desarrolla, y que engrandece aún más las situaciones de tensión y de heroicidad, por parte de Alexandre Desplat y unos efectos especiales y visuales increíbles, Godzilla estará a la altura de las espectativas en cuanto a diversión y entretenimiento se refiere.
Si tienes ganas de saber cómo finaliza esta gran historia, es hora de que te pongas las pilas y no dejes la oportunidad de ver a Godzilla, "king of the monsters", en la gran pantalla.
Os dejo un fragmento de la banda sonora para que la disfrutéis:
https://www.youtube.com/watch?v=8tzHy2QkiYA