Directora, guionista y productora. Su ópera prima, ‘Ana de día‘ (2018), de la cual también fue productora, participó en más de 30 festivales nacionales e internacionales ganando 12 premios que culminaron con su nominación a Mejor Dirección Novel en los Premios Goya de 2019 así como en las Medallas CEC (Círculo de Escritores Cinematográficos).
El segundo largometraje de Andrea Jaurrieta, galardonada con la Biznaga de Plata Premio Especial del Jurado de la Crítica en el Festival de Málaga, clausuró el D’A – Festival de Cinema de Barcelona, así como el Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián. Con ‘Nina’, Andrea Jaurrieta ha participado en los laboratorios de Torino Feature Lab, Residencias Academia de cine de España, New Horizons Studio+, Atlántida Film Fest y Abycine Lanza, entre otros.
Nina decide volver al pueblo costero donde creció, con una escopeta en el bolso y un objetivo: vengarse de Pedro, un famoso escritor al que el pueblo rinde ahora homenaje. El reencuentro con su lugar de origen, con sus recuerdos del pasado y con Blas, un amigo de la infancia, le hará replantearse si la venganza es su única opción.
BTEAM PICTURES ha estrenado «NINA» este 10 de mayo de 2024. Sigue leyendo para conocer los detalles creativos tras la producción de la directora.
¡Comenzamos!
Marta: Buenos días, Andrea. Muchas gracias por atendernos. Quería empezar dándote la enhorabuena por el segundo largometraje de tu carrera como directora.
Andrea Jaurrieta: Muchísimas gracias.
Marta: Ver ‘Nina’ es ver una película potente. Vamos a dejarlo así para no hacer mucho spoiler mientras nos adentramos en la entrevista-
Andrea Jaurrieta: Qué guay. Me alegra que hayas tenido esa sensación. Es la sensación que también tienen otros y eso me hace sentirme poderosa.
Marta: ¿Puedes contarnos sobre la creación del personaje de Nina? Se trata de un protagónico femenino de gran presencia en pantalla, con una fortaleza intrínseca que traspasa la pantalla. ¿Qué modelos has utilizado como guionista para crearla?
Andrea Jaurrieta: Bueno, pues mira, principalmente creo que había dos vías para crear este personaje. La primera, estuve hablando con psicólogas y con gente que había podido sufrir cosas similares a lo que pasa en la película y cómo se va gestionando esa personalidad, cómo se genera el trauma, cómo se vive con ello, cómo se supera o no se supera, para generar un poco este personaje débil, esta herida que lleva y que la atormenta. Y por el otro lado, en esta fuerza que este personaje débil tiene, me basé muchísimo en heroínas del cine clásico. Joan Crawford o en Gena Rowlands interpretando ‘Gloria’ de John Cassavetes, que tienen personajes con heridas visibles, pero que con el tiempo se han hecho fuertes, se han hecho duras y son capaces de empuñar un arma. Entonces, creo que en ese equilibrio entre ese realismo de la herida y esa cinematografía de la potencia, pues es donde he intentado jugar.
Marta: Es complicado encontrar, sobre todo en nuestro cine, una figura con tanta presencia como tú has creado, utilizando esa escopeta en un personaje femenino en un ambiente tan costumbrista y tan normal.
Andrea Jaurrieta: Costaba un poco, yo creo, entender ese equilibrio cuando leías el guion, porque claro, es como «pero a ver, ¿Qué me estás contando?» Estamos aquí en este ambiente que todo el mundo reconocemos, pero me estás metiendo estos elementos disonantes… Pero era parte del juego cinematográfico que he querido hacer. Como que es una cosa voluntaria, no es que me haya salido, sino que quería encontrar ese equilibrio entre el realismo y la pura forma.
Marta: ¿Y cómo es eso de pelearte contigo misma? Porque al escribir y dirigir entiendo que había cosas que escribiste que querrías que fuesen y que a la hora de dirigir pues que serían complejas de alcanzar.
Andrea Jaurrieta: Sí, costó mucho financiar la película, entonces pues hubo algunas cosas que incluso no pude rodar. Cosas que luego cuando estás montando ni siquiera echas de menos. Pero sí que hay ciertas cosas que tu cabeza cuando estás describiendo el film es literal una superproducción y luego vas rodando y se va reduciendo hasta la realidad.
Pero yo creo que mi mayor conflicto siempre es en la fase de montaje, porque claro, ahí ya lo has escrito, lo has rodado para ti funciona perfectamente y llega ese montaje y deja de funcionar por algún motivo. Entonces renunciar a ciertas cosas a favor de la historia completa, pues es donde más se sufre.
Marta: ¿Qué dirías para ti era imprescindible que tuviésemos y qué finalmente vemos en la película? ¿Y alguna cosa que hayas tenido que dejar marchar?
Andrea Jaurrieta: Pues creo que lo que está en la película es lo imprescindible, porque sí, tuvimos mucho trabajo de montaje para que no faltara nada que contase la historia. Lo que más se ha cortado es ese costumbrismo del presente. En esa vuelta al pueblo sí que había un poco más que ver. Qué había sido de esa cuadrilla de amigos del pasado, cómo les habían afectado las cosas que sucedieron en el pasado y cómo era su presente, y que era de la vida de Blas, del amigo que la lleva por el pueblo, eso es lo que más ha sufrido cortes. Pero bueno, era simplemente engrandecer esa parte del presente, pero quizá podía desviar un poco de la venganza, por lo que decidimos recortar en esa parte.
Marta: El montaje final permite conocer muy bien al personaje, muy rápido . Conforme llega al pueblo notas esa angustia que tiene de estar en el sitio que tanto daño le ha hecho. Me han gustado muchísimo, además, justo al comienzo, cuando se introduce el personaje, las escenas bajo la lluvia. ¿Puedes hablarnos un poquito del rodaje de esta parte? Porque cae una manta de agua seria…
Andrea Jaurrieta: Pues mira, esa primera secuencia es un plano secuencia. Estamos con una luz que le da sur en la cara y que le cambia la expresión. Está llorando, sale la lluvia y termina yendo hacia el pueblo y luego llega a la casa y está bajo la lluvia de nuevo cómo si estuviese en otro espacio. A esta primera secuencia yo le llamaba mi secuencia Marvel, porque esa secuencia solamente costó más que toda mi primera película. Tuvimos que reconstruir la parada de autobús donde llega el pueblo, es un croma, la lluvia es artificial…por eso la llamaba secuencia Marvel, porque me parecía una súper producción.
Más allá de la broma, para mí esa primera secuencia tiene un carácter simbólico. En toda la película intentó trabajar mucho con el simbolismo en la imagen y en esta primera escena, la lluvia me llevaba hacia algo, hacia la tristeza que ella tiene, hacia esa desazón.
La luz del inicio que le da en la cara vuelve a repetirse constantemente porque tiene una relación con la luz del faro, que siempre pasa y se va, pasa y se va. Cuando arranca la película empezamos con ella y va hacia el pueblo, que va a ser el otro antagonista. Más allá de Pedro también está el pueblo, entonces como que hay un trabajo en esa primera llegada para presentar todos los elementos de una manera sutil. No vas a saber que todo eso está ahí por algo, pero está todo súper pensado.
Marta: Da muchas vibras a un caballero oscuro, esa lluvia, esa oscuridad tan tremenda como tú dices, esa luz puntual y focalizada parece que se introduce un tipo de película en la que piensas que, vamos, podría ocurrir la venganza justo en ese momento y luego ya que nos contasen o cómo se llega hasta ese punto o por así decirlo el resultado de esa venganza en los personajes. Pero bueno, la película avanza muy bien y vamos conociendo una gran cantidad de personajes a través de Nina mientras esperamos esa venganza.
¿Cómo habéis hecho para la puesta en escena? Porque estás hablando de esas luces muy pautadas, hay un estilismo dentro de la película muy marcado, que además contrasta ese thriller con la parte costumbrista. Entiendo que en vestuario has invertido muchos esfuerzo. ¿Cómo ha sido crear una Nina tan característica?
Andrea Jaurrieta: Pues sí, efectivamente. Trabajamos mucho desde lo visual todos los departamentos, por ejemplo, con el director de fotografía, la importancia del paisaje y de esos planos abiertos donde casi son agorafóbicos. Por ejemplo cuando se desmaya, dónde también hay algunas referencias pictóricas. Se trabajó mucho en los fenómenos atmosféricos. Que la lluvia esté por algo, que el viento en ciertos momentos aparezca y tenga presencia, algo que está creado también. Tenemos muy claro cómo intentar trasladar eso a través de la imagen.
En el arte, por ejemplo, una de las cosas principal era el tiempo. Aunque es un pueblo en dos momentos diferentes, han pasado 30 años. El tiempo está detenido en ese pueblo, las tradiciones siguen siendo las mismas, las calles pueden tener un poco de variación, pero siguen siendo las mismas. De esta manera podíamos jugar con acceder a los recuerdos de Nina desde el presente. No hacía falta que fuera una puesta en escena súper realista, sino que estamos jugando en ese nivel de recuerdos y también estamos hablando de que durante años esta historia ha pasado. Entonces jugar artísticamente desde la inmovilidad de la puesta en escena también nos ayudaba.
Y en cuanto al vestuario, pues yo con Saioa Lara, la jefa de vestuario, estaba muy en contacto y le pasaba un montón de referencias de cine clásico, de western, de Technicolor… La pobre se volvía loca porque yo quería que el vestido de Nina se moviera con el viento de determinada manera, que tuviera un rojo determinado…Y luego había otra cosa, porque, por ejemplo, parece una tontería, pero el pueblo, todos los pañuelos que llevan, todos los carteles de las fiestas, etc. es en un azul determinado. Ese azul que también van los pañuelos, determinaba qué tipo de colores rojos iba a llevar Nina o sea, que todo el entramado de Technicolor que llamábamos está trabajado desde todos los departamentos artísticos.
Marta: Bueno, y además también tenéis algo que ha causado un exitazo total, que ha sido el póster de la película, el cual me parece impresionante, me encanta y ha llamado mucho la atención de la crítica y el público. Yo creo que además es una de las herramientas que hacen que a día de hoy te pares en la puerta del cine y gires la cabeza y digas: «uy, pues voy a ver esta película».
Andrea Jaurrieta: El póster lo ha hecho Laura Renau. Si no has visto la película es como «Ay, qué potente el póster». Pero cuando ves la película, ves el rojo, el círculo, que también hace alusión a la luz del faro que está constantemente, que hace alusión a la mancha de sangre. entiendes que juega al mismo nivel simbólico con el que jugamos en la peli. En un principio iba a ser un póster teaser, o sea, no iba a ser el definitivo, pero causó tanto impacto que hemos convencido a los productores para que sea el póster final. Estamos muy contentos.
Marta: Me gusta muchísimo la fuerza que tiene. Además también juega un poquito justo cuando se presenta la peli con esa pantalla en fundido en rojo, que da esa sensación de fuerza y venganza y te mete de lleno en la película que vas a ver. Creo de verdad que en ese aspecto de color, de vestuario, maquillaje, fotografía, habéis acertado totalmente, porque es una historia muy compleja de gestionar emocionalmente. Y el hecho de tener ya esos avisos como espectador antes ayuda a entender la historia que va a verse. Hablemos de la banda sonora. Quería preguntarte por ella, porque…Dios, me ponía nerviosísima. Estaba yo allí viendo la película y decía como no se pare un poco la música, estallo, estallo con Nina.
Andrea Jaurrieta: La banda sonora trabaja con dos leitmotivs. Una era la parte un poco más amable del pueblo de Blas, de esta cosa de la amistad que se mantiene, y por otro lado está toda la parte oscura de los recuerdos relacionados con Pedro y cómo va comiendo terreno esa oscuridad. Esta estructura un poco circular que tiene la peli, o sea, de espiral, que digo yo, porque poco a poco cada vez van entrando más recuerdos hasta la oscuridad máxima. Entonces era como acompañar estos recuerdos desde el punto de vista del presente. Por eso pone tan nerviosa la música, porque la decisión que tuvimos era hacer que el espectador entrase poco a poco en la oscuridad focalizándolo con la música de más amable a más oscuro en el pasado.
La propuesta de Celtia de contarlo todo desde el presente es lo que pone nerviosa porque tú estás viendo una niña que se está enamorando, pero hay una música que está diciendo mucho más y no tiene que ver con esas imágenes. El trabajo que ha hecho Celtia es espectacular.
Marta: Lo cierto es que en el guión ha jugado muy bien. Ese silencio criminal de quien sabe y calla, que es de todo el pueblo realmente, aunque a Nina le afecta realmente es de sus seres queridos, con todas las consecuencias que eso tiene. Tú lanzas eso al espectador desde bastante pronto en la película y poco a poco vamos comprendiendo qué motiva a Nina a actuar como actúa. Pero sí que entendemos ese dolor que puede ser el regresar a un sitio tan chico que tanto te ha hecho sufrir aunque no sepamos de donde proviene ese dolor.
Andrea Jaurrieta: Claro, sí. Los recuerdos que tienen ahí, que lo ves al final de la película, que se ha ido del pueblo y tal, se quedó ahí lo malo, se quedó un padre ausente, se quedó la herida de lo que pasó… Entonces la vuelta está focalizada desde ahí. Poco a poco te vas entrando de qué pasó, pero desde el comienzo tienes que ver que hay un algo ahí que la está comiendo por dentro. Entonces, bueno, pero todo eso son claro, hay una cosa en la dirección que es el punto de vista. Y esto se lo digo mucho a mis alumnos. Puedes contar la historia de muchas maneras, pero si como directora tienes claro el punto de vista desde el cual cuentas la historia, es más fácil que lleves al espectador y no te pierdas. Entonces, bueno, intente trabajar mucho el punto de vista.
Marta: Ciertamente queda una película intensa con un final de esos que se viven porque la narrativa te hacer partícipe de él, lo cual creo que es importante después de hacer un viaje tan complejo con la protagonista.
Andrea Jaurrieta: Qué bien. Mi propuesta era un poco esa que a la salida el espectador hable, o sea, que hablen del tema, que intenten ver los pros, los contras, los matices que está presentando y que cada uno cierre un poco su propio final.
Marta: Muchísimas gracias por tu tiempo. Espero que se dé muy bien de cara al público porque ya ha sido todo un éxito por festivales. Un placer. Hasta otro día.
Andrea Jaurrieta: Gracias. Ciao