Entrevista a Andrea Casaseca: «Me pasaría el día y la noche rodando si pudiera.»

Andrea Casaseca es una directora de cine y publicidad madrileña que acaba de presentar Libranos de mal, un cortometraje que ha comenzado su recorrido por festivales y que está protagonizado por la ganadora del Goya Ana Wagener a mejor actriz de reparto en 2012 por La voz dormida y Jesús Noguero (La moderna, Mía es la venganza).

Sus cortometrajes han sido galardonados con más de 50 premios y ha obtenido casi 300 selecciones en festivales como el Austin Film Festival (Texas), Santa Bárbara Film Festival (California) o Raindance (UK). En España el FESCIGU, el Festival de cine de Sax o el Festival Internacional de Cine de Lanzarote han sido festivales que han seleccionado sus trabajos, siendo en 2015 su cortometraje Sinceridad candidato a los premios Goya.

One shot, Era yo, Sábado o Diez Grados son algunos de los cortometrajes que completan su trayectoria, de ella, de sus próximos proyectos y sobre todo de Líbranos del mal, vamos a hablar con Andrea Casaseca.

¿Qué les espera a los espectadores que vean Líbranos del mal?

Un cortometraje lleno de suspense y con giros que no esperan. 20 minutos sin moverte de la silla esperando y queriendo saber qué ha ocurrido. Un thriller que no sabes por dónde va a salir. Y está mal que yo lo diga porque parece que no soy objetiva, pero la verdad que los personajes están fantásticos.

En el reparto de Libranos del mal, además de los mencionados anteriormente Ana Wagener y Jesús Noguero, participan Pepa Gracia y Jorge Kent. ¿Que ha supuesto para ti rodar este cortometraje?

Podría decirse que alegría y sacrificio a partes iguales. Alegría porque me siento muy afortunada de haber podido contar una historia que yo quería en el lugar que lo imaginaba y con (lo que es más importante) la estética que yo quería y con esto me refiero a un reparto y elenco maravilloso que ha dado vida a unos personajes bastante complejos. Sacrificio porque no deja de ser una historia muy ambiciosa y contábamos con los recursos mínimos. Si no hubiera sido gracias a todo el equipo y la gente del pueblo (Fuentespreadas) en dónde lo rodamos, la historia hubiera sido imposible contarla. De lo que más orgullosa estoy es que la factura visual es mucho más potente que nuestro presupuesto, lo que no deja de sorprender a curiosos y espectadores que nos preguntan cómo lo rodamos.

Libranos del mal ha sido rodado íntegramente en Fuentespreadas, un pueblo de Zamora. ¿Cómo surge la posibilidad de rodar en este municipio?

Yo veraneaba allí cuando era pequeña. Los años han pasado, pero hay muchas cosas que siguen impregnadas en el pueblo; los colores de las tierras, el ambiente, su gente y sus callejuelas que muchas veces dan lugar a la fantasía y misterio. De ahí nace la historia que cuento. Para mí ha sido un sueño cumplido el poder rodar algo así en Zamora, la España profunda (y lo digo con orgullo lo de “profunda”) porque es esa parte del país que muy poca gente conoce y me parece un lujo. En Castilla y León puedes encontrar tierras deshabitadas que para cualquier cineasta pueden ser una joya para contar historias; pero sin desviarme de la pregunta, volví al pueblo después de más de 10 años y creí que era el lugar perfecto para contar esta historia. Rápidamente me sentí muy acogida por todo el mundo que no dudaron en ayudarme a buscar todas las localizaciones que creía que debían encajar en la trama y te diré que no soy fácil a la hora de aceptar cualquier localización, pero es verdad que todo el pueblo estuvo muy volcado y fueron de mucha ayuda.

La acogida en festivales está siendo buena, ¿no? De momento Líbranos del mal ya cuenta con 3 selecciones a festivales que califican para los premios Goya.  

Muy buena, no puedo estar más contenta. De hecho, también nos han premiado a mejor actriz con Ana Wagener en el personaje de Eloísa. La distribución en festivales es muy complicada, no dejamos de tener una pieza bastante larga (sabiendo que los festivales cogen cortometrajes más cortos), pero aun así confío plenamente en la pieza y sé que tarde o temprano tendrá su reconocimiento.

Como yo siempre digo, el trabajo está bien hecho, ahora sólo tiene que encontrar su lugar, puede llevar más o menos tiempo, más o menos alegrías o decepciones; pero encontrará su lugar, sólo es cuestión de tiempo.

De tus cortometrajes, ¿cuál es del que más te ha sorprendido su repercusión?

“Quiero ser directora de cine”. Es un cortometraje que fue muy “sencillo” hacerlo, (lo pongo entre comillas porque no dejé de tener un equipo que curró a lo bestia); pero me refiero en términos de logística, era una localización y mucho efecto “cutre” que yo buscaba a conciencia para darle ese toque de humor.

Lo subí a youtube para ver si a la gente le gustaba o no (el público es muy honesto) y un día tras dos meses de apenas visitas, me levanté con 600.000 visualizaciones y 18.000 likes.  Entonces supe que algo se hizo bien contando esa historia.

¿Cuáles son tus próximos proyectos y si entre ellos se encuentra dar el salto al largometraje?

¡Claro! El salto al largometraje es algo que busco desde hace mucho tiempo, pero la financiación es lo más difícil de encontrar. Sueño con dirigir el largometraje de Líbranos del Mal, que ya estamos en proceso de búsqueda de financiación; y por otro lado me encuentro en escritura de otro largometraje y tanteando seguir contando historias cortas, pero creo que tirando a comedia esta vez.

El mueble fue tu primer cortometraje. ¿Qué recuerdo tienes de su grabación?

Si te digo la verdad, durísimo. Creo que todo el que hace un primer corto tiene esta sensación y suceden dos cosas: o piensa esto es un desastre y estrés total y no pienso volverme a meter en un pollo así o sucede lo contrario, piensa esto es un desastre y estrés total, pero el resultado ha merecido la pena y tengo que volver a contar otra historia.

El mueble le tengo mucho cariño porque fue un proyecto final de carrera y lo co-dirigí con una compañera. Fue duro porque tú eres de algún modo la productora y tienes que buscar localizaciones, equipo, actores… una serie de logística que no debería de hacerla una persona sola, pero en este caso (y hasta hoy en día) nos tocó hacerlo así. Por otro lado, nos trajo alegrías, proyectamos en un par de festivales, nos dieron matrícula de honor y siempre recordaré que tuve la suerte de rodar y dirigir a mi abuela.

De One shot, un cortometraje que rodaste en 2016 has llegado a decir que era lo mejor que habías hecho. Desde entonces has rodado varios más, no te voy a preguntar si sigue siendo lo mejor que has hecho, pero sí que lo hace especial.

Te diría que es lo mejor que he hecho hasta hace un par de años que rodé Sábado. No quiero quitar mérito a Líbranos del mal que es lo último que he rodado y es impresionante, en calidad y estética no pueden competir; pero si veo en términos de cineasta propios (y no en términos de lo que se proyecta en pantalla) podría decir que One Shot al igual que Sábado fueron retos muy bestias. El primero, One Shot, es un cortometraje en un plano fijo y es secuencia y a la vez es un loop, es decir empieza y acaba igual y los personajes entran y salen de cámara y en ningún momento se corta la imagen además hay coches y moto y todo es una coreografía que tiene que ir sincronizada. Los actores salían de cámara y volvían a entrar, además es un ejercicio narrativo de cómo contar una historia en loop pasando por toda la narrativa de planos, plano gran general, general, planos medios, primeros planos…etc.

Con el cortometraje de Sábado, sucede algo parecido. Tenía dos personas de equipo en cámara, un sonidista y dos actrices. Un plano secuencia de 10 minutos en una parada de autobús. Un frío que te pelas. Nada fácil.

Sábado, un cortometraje que lleva recibidas 15 selecciones y 4 premios, es otro de tus trabajos recientes y en el que vuelves a utilizar el plano secuencia. ¿Qué te aportó el rodaje de One shot a la hora de rodarlo?

Una vez hecho One Shot todo ya me parece fácil ja, ja, ja. Lo que me aportó es que en Sábado a pesar de que nos faltaba gente de equipo porque necesitábamos gente que nos ayudara a marcar actores, a llevar foco, etc. a pesar de que nos faltaban manos, yo sabía que estaba rodeada de los mejores (tengo mucha suerte encontrando gente buena y curranta) y que la pieza saldría.

Un plano secuencia que hayas visto que digas: ¡esto es lo máximo!

El secreto de sus ojos es de lo más maravilloso que he visto en cuanto a plano secuencia (la secuencia del estadio) y también hay una película Russian Ark (que no me gusta tanto la trama porque me da pereza) pero hay que reconocer que técnicamente es una bestialidad, 90 minutos de plano secuencia con toda esa gente es una coreografía maravillosa y nada fácil.

Si tuvieras que definir con una palabra lo que para ti es rodar o dirigir, ¿cuál sería?

Diría vivir, porque es un modo de vida, ¿no? No creo que todo el mundo esté hecho para rodar, hay gente que puede ser muy cinéfila, pero no cineasta; son dos cosas distintas. Rodar es estar ahí, en el barro, pasando frío o calor, es estrés puro, es adrenalina cuando todo sale bien y es familia si sabes cuidar de tu equipo. Yo me pasaría el día y noche rodando si pudiera, pero es verdad que no deja de ser una profesión que depende de un equipo y un mínimo de presupuesto, pero si tuviera oportunidad estaría 24 horas con una cámara.

Sinceridad, tu segundo cortometraje, fue candidato a los premios Goya. ¿Qué supuso para ti?

Todo y nada. Por un momento nunca había estado tan cerca de los Goya, ¡nos dieron una candidatura! ¡A nosotros! Era un cortometraje realizado para un concurso de tres minutos en el que jamás nos seleccionaron y de ahí pasamos a ganar más de 100 selecciones en festivales y estar pre-seleccionados; fue de locos.

La parte que digo “nada” es porque estar en listas de Goya, no asegura nada, al menos desde propia experiencia. Yo no contaba con productora, era yo la productora; no contaba con apoyos de ningún tipo, no tenía (ni tengo) “padrino” y no tenía presupuesto para darle la publicidad suficiente para que el corto llegase más lejos, pero me hizo conocer cómo funcionaba el mundo de los festivales por dentro, creo que fui a más de cincuenta festivales presencialmente por todo el mundo, desde Santa Bárbara hasta Raindance y vi muchos, muchísimos cortometrajes cosa que me dio una idea de cómo puede funcionar este mundo.

Además de directora y guionista, también has publicado un libro titulado El silencio de Einstein. ¿Qué sacas de tu faceta de escritora?

¡Era un guion! Ja, ja, ja, esta pregunta no la esperaba. ¿Qué hacer antes un guion de largometraje si no quieres que se quede en un cajón? Publicarlo en Amazon. Y vaya que si tuvo repercusión 700 copias vendidas… no está mal para una primeriza. Lo bueno que saco de todo esto es que a la gente le gusta el misterio, le gustan las historias y a mí me encanta contarlas.

Creciste con el cine de los 90. ¿qué recuerdos en forma de películas tienes de aquella época?

Todos. He sido una consumidora nata del cine de los 90, mi época. Ten en cuenta que entonces no era como ahora, no había vídeo bajo demanda, no al menos en España, y no había tantas películas, al menos no en el cine. Todas aquellas que había iba a verlas porque era lo que se hacía los viernes o los sábados y me encantaba; a parte de consumir el videoclub y alquilar para ver en casa aquellas que no te había dado tiempo a ver en el cine. Recuerdo súper producciones como Jurassic Park, Seven, Pulp Fiction, American History X, Forrest Gump… que yo recuerdo que flipaba. Me encantaba intentar ver el making of y había un programa (no recuerdo el nombre) que ponían a altas horas de la madrugada en antena 3 dónde decían cómo se habían hecho las películas. Recuerdo grabarlo en VHS y verlo al día siguiente. Yo quería saber más que la trama, cómo se había hecho. Eso me fascinaba y me fascina. El cine es magia y es un arma tan poderosa que si la usamos bien podemos influir en la gente de una manera maravillosa.

Otra de tus pasiones es la pintura, pero creo que no como pintora, sino que eres una amante de la pintura vanguardista. ¿Es así?

¡¡¡¡Sí!!!! He pintado desde pequeña, te confesaré que fatal y lo sigo haciendo de vez en cuando porque tengo que estar en contacto con el arte porque es una necesidad vital, desde ver cuadros, pinturas, fotografías, etc. La pintura vanguardista me apasiona, no soy una persona con una gran cultura en pintura en cuanto a fechas y pintores, pero sí que me emocionan pinturas concretas de grandes pintores. Creo que la pintura vanguardista me encanta por su concepto “rompedor” y su uso y mezcla de colores. Van Gogh sé que puede ser el más conocido, pero es verdad que no puedo dejar de admirar obras suyas como “Terraza de Café por la noche”, para mí tiene algo esa pintura que no puedo describir, podría mirarla de por vida; lo mismo me sucede con Hopper y su “Atarceder en Cape Cod”, podría hacer una película de esa pareja; o incluso de Jack Vettriano, que es un pintor más moderno cuyos cuadros tienen personajes que me fascinan y que podría contar historias sobre ellos.

Aunque eres de Madrid, como has mencionado antes, de pequeña veraneabas en Zamora, en Fuentespreadas. ¿Qué lugar de Zamora y qué comida recomendarías visitar?

¡Por supuesto, Fuentespreadas! Y todos los pueblos de alrededor, El Cubo del Vino, El Piñero, Cuelgamures, Fuentesaúco… También Zamora ciudad es preciosa y tiene mucho misterio y leyendas. ¿Y comida? ¡Arroz a la zamorana junto con el mejor vino de Ribera!


¿En qué localización te gustaría rodar una escena?

Ufff tengo tantos sitios… no lo sé, podría decirte en los cayos de Florida como en medio del desierto del Sáhara… e incluso ciudades como en medio de Tokio hasta Bután o Vietnam… ¡como ves no puedo decirte una! Pero sí que puedo decirte que prefiero el calor puro del desierto que el frío polar… rodar con frío lo paso fatal.

Para terminar, y hacerlo con una sonrisa: ¿qué hace reír a Andrea Casaseca?

Yo creo que la misma risa de alguien. Me pasa mucho que alguien se ríe y me contagia la risa, aunque sea una chorrada, me da risa cuando la gente se ríe y por supuesto, una buena peli de comedia de los noventa. A eso no lo gana nadie.

Entrevista a Irene Aguilar: «Aprendí mucho de mi paso por ‘Entrevías’.»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *