1660. Mientras Francia se muere de hambre, el Rey Luis XIV (Leonardo DiCaprio) mantiene un régimen de terror. Sólo «los tres mosqueteros» (Jeremy lrons, John Malkovich y Gérard Depardieu) podrán enfrentarse a esta situación. Su misión consiste en liberar a un misterioso prisionero que está encerrado en La Bastilla y que es el único que puede salvar a Francia.
No son tantas las veces que cuando nos encontramos viendo una película tan claramente nos preguntamos qué habría sido de la historia si los hechos que estamos viendo hubieran sido realidad.
Todo comienza en noviembre de 1703, en el cementerio de san Pablo en París donde registró la muerte de un prisionero de la Bastilla, Etienne do Junca. En ese registro quedó guardado que la persona había llevado una máscara en todo momento y su nombre no debía ser pronunciado Una máscara de terciopelo negro cubría su rostro en la hora de su muerte, las 22:30 horas
¿Como llegamos de una máscara de terciopelo negro a una de hierro?
Por un desliz en la traducción.
Hay un momento de la película cuando Athos dice “Buscas hechos cuando deberías buscar la verdad”. Esta película da mucho juego en este aspecto, porque los hechos son manipulados o mejor dicho construidos en una realidad que es cambiante dependiendo de quien la cuenta.
Pero vayamos a la pregunta del millón. ¿Quién estaba tras esa máscara? Con esto juega Randall Wallace.
Según Voltaire el candidato perfecto era el hermano mayor de Luis XIV. Y parece ser que esta opción es la que más le gusta a nuestro director. Aunque la más famosa es Eustache Dauger, un cortesano arrestado en 1669 por ser parte en una conspiración para derrocar a Louis XIII, quien luego sirvió como valet de Fouquet en la prisión de Pignerol.
‘El hombre de la máscara de hierro’ tiene esa rara cualidad, transportarnos a otra época, hacerla mágica por unos minutos para luego desaparecer olvidada en el tiempo. Y no es para menos, hoy hablamos de una cinta de 1998. Se puede ver nada más empezar un fotograma de la siempre bellísima Notre Dame, en todo su esplendor, con aguja incluida. Solo por eso ya tienes asegurado que ha merecido la pena ponerla una vez más. Una cinta en la que un joven Leonardo DiCaprio empezaba a marcar tendencia y camino.
Athos, Porthos y Aramis y d’Artagnan son los protagonistas de este film inspirado en la obra de Alejandro Dumas que tiene como rey a un Luis XIV que poco tiene de rey y mucho de tirano absolutista bañado en sedas.
Su actuación es en este caso doble. Eso de tener que hacer de tu propio gemelo y además del malvado que quiere quitarde de en medio continuamente tiene que ser como poco entretenido. DiCaprio logra transformarse en cada momento, sus dos personajes parecen dos personas totalmente distintas. Hay una ocasión en la que Athos menciona los ojos como elemento clave para poder diferenciar o en este caso parecerse a su gemelo, y hasta eso es capaz de ‘cambiar’ este joven Dicaprio que nos encontramos en ‘El hombre de la máscara de hierro’.
El guion es bastante predecible en líneas generales, pero tiene unos puntos cómicos muy buenos de la mano de Porthos y algún que otro giro dramático que verás venir si no estás muy dormido. El montaje y el discurrir de la acción son lo suficientemente trepidantes para que las dos horas que dura el largometraje pasen casi sin notarlas.
Aún así se trata de una película muy entretenida, con bellas escenas versallescas donde el lujo, está asegurado. Vemos persecuciones de unicornios, galas y mascaradas y por supuesto a nuestros mosqueteros favoritos luchando uno para todos y todos para uno.
El prisionero de la máscara de hierro jamás fue encontrado. Se decía entre los carceleros que había recibido un indulto real y que había sido llevado al campo, donde vivía discretamente, visitado a menudo por la reina. El rey conocido como Luis XIV trajo a su pueblo comida, prosperidad y paz. Y se le recuerda como el gobernante más grande de la historia de su nación.
Tráiler
¿Pasa el corte?
Overall
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Fotografía
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Guion
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Originalidad
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Interpretaciones
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Banda Sonora
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Edición y montaje