Llega el debut cinematográfico de Stiles White como director y como producción de Hasbro: ‘Ouija’. Una película de miedo adolescente que no termina de destacar en ninguno de sus aspectos, tanto técnicos como artísticos.
La trama se desarrolla en una ciudad de Estados Unidos en la cual una joven se suicida de forma brutal. Los sucesos van cogiendo forma cuando su mejor amiga ve que la muerte de su amiga no ha sido un simple suicidio sino una conexión con los espíritus a través del famoso juego ‘Ouija’, que curiosamente jugaban de pequeñas.
El gran problema que tiene este film es la falta de consistencia tanto de personajes como de tramas. Recuerda mucho a un episodio flojo de la serie de televisión ‘Entre fantasmas‘, solamente que Jennifer Love Hewitt ponía algo más de empeño en su personaje que el elenco de esta película.
El guion no termina de encadenar bien el trasfondo que hay en la casa, no se ahonda en el conflicto sino que se usa como recurso para intentar dar algún que otro susto que al final no consigue, dado que el clímax y la tensión acaban desvaneciéndose por el ritmo lento que contiene la película. Realmente es todo demasiado superficial, los personajes no están bien definidos, no se sabe absolutamente nada sobre ellos, ni siquiera su personalidad, ningún dato que aporte conexión o empatía con el espectador, son arquetipos o incluso monigotes, únicamente se ven las conexiones que establecen entre ellos para dar algo de coherencia al film que está plagados de momentos «justo a tiempo». Coge elementos de género pero de forma muy mal conjugada, ‘Expediente Warren: The Conjuring‘ le da mil vueltas y se encuentran en el mismo target. Además, de la ocurrencia de utilizar personajes para resolver situaciones como una mujer que está en el psiquiátrico o la asistenta con aspiraciones de médium, nada creíble.
El elenco protagonista se encuentra compuesto por Olivia Cooke como Lane, protagonista por excelencia, Daren Kagasoff como Trevor, Ana Coto como Sarah y Bianca A. Santos como Isabel.
Olivia Cooke no ofrece una actuación de Oscar ni mucho menos pero ha sabido calibrar y sacar bastante tajada de su interpretación, muy correcta y algo destacable frente a los otros intérpretes.
Daren Kagasoff no transmite demasiado con su personaje, también culpa de que su personaje no tiene suficiente peso ni en cuanto a narrativa ni como elemento visual. Un elemento más de la historia como excusa para intentar dar miedo al espectador, al igual pasa con Ana Coto y Bianca A. Santos.
En referente al aspecto técnico y visual, hay una gran carga en un solo escenario lo que provoca que quite peso al resto de escenas que no se hallan en ellas, y esto se vuelve en su propia contra al perder firmeza en el resto de situaciones que si son importantes en el discurso narrativo, provocando que flojee durante todo el film.
Con respecto a los efectos especiales están muy conseguidos pero no aportan algo innovador, algo que no se haya visto. Recuerdan mucho a sagas que se han visto anteriormente como la saga ‘Insidious‘ o incluso ‘Annabelle‘ y en consecuencia, ‘El expediente Warren’.
Una película que pudo dar muchísimo más de sí, que pudo buscar otro punto de partida y contar una historia mejor y que realmente de miedo. Muy floja para ser una película de este género dado que ni siquiera cumple su cometido: dar miedo. No recomendable para aquellos que les guste el cine de terror.