Pixar es uno de los estudios de animación más prestigiosos del mundo. Son los creadores de obras maestras como ‘Buscando a Nemo’, ‘Wall·E’ o ‘Up’. Este año estrenaron la magistral ‘Del revés (Inside Out)’ y ahora llega ‘El viaje de Arlo’, la producción más complicada del estudio hasta la fecha.
¿Qué hubiera pasado si los dinosaurios no se hubieran extinguido y hubieran tenido que convivir con los humanos? Esa es la pregunta que deja caer la última película de Pixar, interesante cuestión que se centra en una familia de apatosaurus granjeros que cultivan mazorcas de maíz. El pequeño Arlo es el tercero de tres hermanos, y también el más miedoso. Después de un accidente que hace que caiga al río, el joven apatosaurus se verá separado de su familia. Con lo cual, iniciará un viaje de vuelta que servirá también como un viaje de madurez en el que tendrá varias experiencias y aventuras. No irá solo, le acompañará Spot, un niño humano con el que no se lleva bien pero que aprenderán a trabajar juntos y entablarán una amistad que les ayudará a volver a casa.
Peter Sohn es el encargado de dirigir esta mastodóntica producción. No lo tuvo fácil, ya que se trata de la película Pixar que más quebraderos de cabeza ha provocado al estudio. Tras la marcha de Bob Peterson de su proyecto, hubo que rehacer el filme desde el inicio. Una labor nada fácil y que, además, produce mala prensa. Sohn lo tenía muy complicado, la presión por parte del público (sobre-exigente con las producciones de Pixar) hacía aún más complicado el reto.
Sin embargo, los resultados son realmente sorprendentes. De hecho, vuelve a demostrar la maestría de Pixar no sólo en aspectos técnicos sino también en cómo una historia que parece muy manida es capaz de conmover, innovar y darle un toque tan propio que hace que esas odiosas comparaciones a ‘El rey león’, ‘En busca del valle encantado’ o ‘Dinosaurio’ queden, incluso, fuera de lugar.
En esta ocasión, Pixar deja de lado la complejidad de las diferentes capas que tenía ‘Del revés (Inside Out)’ para mostrar un relato sencillo y con un mensaje básico y claro. ¿Es posible hacer maravillas con historias pequeñas? Por supuesto, eso se ha podido ver en producciones europeas como ‘Ernest y Célestine’ o ‘Kirikú y la bruja’ o la misma factoría Disney con ‘Winnie the Pooh’.
Pixar logra crear arte con un relato claramente infantil y alejado de sus cánones de complejidad a los que tiene al público malacostumbrado. Y lo hace con respeto por ese niño al que se dirige, mostrándole una fábula sobre la vida, el crecimiento. Cuando el pequeño Arlo se separa de su familia, el hecho es traumático, pero en el camino de regreso, lo que ha aprendido le ha servido para madurar y enfrentarse al increíble reto que es el viaje de la vida.
Una moraleja clásica, cierto, pero Pixar le da su toque, con la entrada en escena del pequeño Spot, un niño humano que le acompaña a Arlo. Aquí entra el momento Pixar, cuando consigue crear un vínculo donde el lenguaje verbal no existe. La comunicación de los sentimientos, universal donde las haya, y que hace de esta propuesta una de las más enternecedoras que se hayan visto.
Magistral su apartado técnico, donde la combinación de personajes con un diseño claramente animado se combina con un escenario que parece ser completamente real, el agua, los árboles, incluso el cielo parecen estar rodados en acción real. Mención más que meritoria a Meg LeFauve, artífice del guión y que también fue responsable de la excelente ‘Del revés (Inside Out)’ y que escribirá el libreto de ‘Captain Marvel’. LeFauve ha sabido crear un relato minimalista, en el que el mensaje ha sabido ser directo y preciso.
‘El viaje de Arlo’ es otra maravilla más de Pixar aunque la larga sombra de ‘Del revés (Inside Out)’, así como las sobre-exigencias de cierto público que se le ha olvidado que Pixar crea cine de animación familiar puedan ennegrecer su mensaje. Un viaje de transición personal y emocional hecho con mimo y delicadeza.
Valoración crítica de 'El viaje de Arlo'
-
8.5/10
-
8.5/10
-
8.5/10
-
8.5/10
-
9.5/10
-
8.5/10
Resumen
Lo mejor: Su maravilla técnica visual y su mensaje
Lo peor: Las odiosas comparaciones y la sobre-exigencia del público