La animación 3D europea ha avanzado notablemente. Ejemplos de filmes decentes visualmente pueden ser ‘Animals United’, ‘Tarzan’ o ‘Un monstruo en París’. Sin embargo, aunque el filme francés se salve de esta quema, es todavía asignatura pendiente que consiga englobar calidad visual con un buen relato. Es el caso de ‘El séptimo enanito’, filme de producción alemana que llega a cines españoles.
No es la primera vez que alguno de los siete enanitos hace alguna travesura que les cuesta más de un dolor de cabeza a los habitantes del mundo de los cuentos. Después de que Bubi, por accidente, pinche el dedo de la Bella Durmiente, envían a todo el reino a un profundo sueño de cien años liberando la maldición de la Reina Del Hielo. No tienen otra opción que viajar al reino helado para deshacer el problema que Bubi ha creado, yendo a una loca y desternillante aventura.
‘El séptimo enanito’ es la culminación de una saga en acción real de título homónimo. La primera propuesta llegó en 2004 en pleno auge de revisión de cuentos al estilo paródico y moderno del que hizo escuela ‘Shrek’; debido a su éxito llegó una segunda parte titulada ‘El séptimo enanito: Más aventuras locas en el bosque’. Ahora llega la versión animada con visión internacional puesto que los dos primeros filmes no salieron de fronteras germanas.
Algo que se agradece es que el estilo gráfico no sea tan rudo como en un principio aparenta. Uno de los directores de la película, Harald Siepermann, ha estado involucrado en los departamentos de animación y artísticos de películas de la factoría Disney como ‘Mulan’, ‘Tarzan’, ‘El emperador y sus locuras’ o ‘Hermano oso’; además de estar también en producciones ajenas como ‘Balto’ o ‘Space Chimps’. Con lo cual, y aunque ‘El séptimo enanito’ es su primera vez como realizador, no es un novato en el cine de animación. El otro director, Boris Aljinovic, ha actuado en las dos primeras películas en acción real y es un reconocido intérprete en la televisión alemana; también es su primera vez como director.
Ahora bien, restando el decente apartado visual, se está ante una propuesta excesivamente absurda como para ser tomada en serio incluso para su público objetivo: el infantil. Coge retales como si fueran residuos de anteriores producciones de corte similar como ‘Érase una vez…un cuento al revés’ o ‘El reino de los chiflados’, esta última también de nacionalidad alemana. Sin embargo, estos dos ejemplos expuestos eran un resultado mediocre de querer emular a la saga ‘Shrek’ y que produjeron resultados desastrosos económicamente. No es el caso de ‘El séptimo enanito’ cuyas cifras en la taquilla de su país fueron fructíferas pero, realmente, es una película con escasa ambición.
En seguida se le ven los patrones, su humor resulta trasnochado, casposo y zafio. Las canciones, al igual que los clásicos personajes de cuentos, están metidas con calzador. Más que una producción para niños parece una broma de mal gusto para ellos; puesto que hace alarde de esa frase de que hay que llevar a los niños al cine “para desconectar”. Claramente quedará rápidamente ensombrecida en salas españolas por producciones más inteligentes y respetuosas con su público como pueden ser ‘La oveja Shaun: La película’, ‘La mecánica del corazón’, ‘El niño y el mundo’ o la nominada al Oscar ‘La canción del mar’. ‘El séptimo enanito’ es una producción innecesaria y que, afortunadamente, no llega a durar mucho en la mente del público.