Crítica de ‘El origen del mal’ (Sébastien Marnier, 2022), nada como la familia.

Los celos y la amargura rompen a la familia de Stéphane, quien se inventa una vida completamente diferente para impresionar al hombre rico y las mujeres a su alrededor, que la socavan.

Curiosos son diversos aspectos en ‘El origen del mal’. La narración de la misma, la cual recuerda en demasía a producciones de la misma índole que buscan una mezcla de causar interés desde el comienzo a tener una trama completa, pausada pero intensa en la que se vayan descubriendo los tejemanejes de la trama poquito a poco. Y digo recuerda, por que no termina de conseguirlo en su totalidad. No quiere decir esto que con ‘El origen del mal’ no podamos sentirnos satisfechos, pero si es cierto que la situación de la película habría generado mucho más con su visionado si en ciertos momentos dados se hubiese aplicado con más fuerza los giros argumentales y se hubiese ahondado en las sensaciones que los personajes están sintiendo a lo largo de la trama.

Es ingeniosa, eso es indudable. Stéphane llega como un personaje cargado de singularidades que va tejiendo todo lo que acontece a su alrededor y va creando así, poco a poco y con esas relaciones, el tejido completo que forma ‘El origen del mal’. Inmersiva en su ambientación, desde el comienzo del nudo vamos viendo como la trama va jugando y siendo, y como la fuerza de la película reside en sus personajes que, si bien no están excepcionales, si que son lo suficientemente interesantes como para que sigamos ante la llamativa premisa de la cinta. Un grupo de mujeres que con sus pros y sus contras forman el verdadero núcleo de ‘El origen del mal’.

Fotograma de 'El origen del mal'

Las interpretaciones son divisoras de opinión, a mi parecer. Si bien encontramos en este grupo de mujeres un buen trabajo coral, cierto es que individualmente algunas carencias en la construcción de los personajes interpretados no pasan desapercibidas. La madrastra, la hermanastra y el resto de habitantes femeninas de la casa son pequeñas montañas rusas, donde en ciertas escenas incrementan la potencia y credibilidad de la película y en otras tantas quedan como una leve interpretación sin más. Jacques Weber es la viva imagen del tóxico patriarcado; en ‘El origen del mal’ vamos viendo su personaje siendo un constante in crescendo de sensaciones, de perturbación, de decadencia… todo ello con una interpretación magnífica, sin duda; pero bajo el amparo de un personaje que tiene un jugo inmenso que sacarle.

‘El origen del mal’ tiene sin embargo una cantidad muy amplia de elementos que la hacen ser una cinta digna de su visionado, por supuesto. La fotografía, lejos de ser llamativa en su acción, sí que sirve como envoltura perfecta para hacer llegar al público esa sensación de desapego que se comprende una vez la narrativa nos lleva a ello, ambiente afincado en un cromatismo desaturado que ayuda a no dejar empatizar completamente, algo que también mantiene al público en constante tensión conforme los desenlaces del nudo van descubriéndose.

Tráiler de ‘El origen del mal’.

¿Nos encanta?
Overall
3
  • Originalidad
  • Fotografía
  • Montaje y edición
  • Música
  • Guion
  • Interpretaciones
Sending
User Review
5 (1 vote)

Crítica de ‘La desconocida’ (Pablo Maqueda, 2023)

Dónde ver El origen del mal

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *