Desde que en 1997 se estrenara ‘La princesa Mononoke’, la animación japonesa ha cambiado de visión en Occidente gracias a las películas de Studio Ghibli, especialmente las dirigidas por el maestro Hayao Miyazaki. Pero no toda las cintas de animación japonesa de calidad pertenecen al Studio Ghibli y Miyazaki no es el único realizador con una visión particular de la animación.
‘El jardín de las palabras’ de Makoto Shinkai (estrenada en España directamente en DVD a principios del mes de mayo) es un ejemplo más de la gran variedad de calidad que llega desde Japón. Shinkai pertenece a la nueva generación de directores japoneses, como Mamoru Hosoda o Hiroyuki Okiura, que innovan en la realización de películas de animación y que buscan aunar calidad e innovación con el público mayoritario, como el ejemplo del Studio Ghibli.
Takao Akizuki es un estudiante de 15 años que, en los días de lluvia, aprovecha para no asistir a clases y disfrutar de esos días puesto que es su época favorita. Takao desea convertirse en zapatero. Durante unos de los días lluviosos, mientras el chico camina en un jardín, se encuentra a Yukino, una mujer misteriosa. Poco a poco, los encuentros entre ambos se van haciendo más frecuentes hasta que entablan una amistad.
La trama de ‘El jardín de las palabras’ no es compleja y su reducido metraje ayuda a que las acciones se desarrollen con fluidez. La relación del estudiante y la mujer misteriosa consigue mantener la incertidumbre hasta casi al final. Shinkai consigue tejer una trama que podría, quizás un director menos decidido, haber provocado ciertos anacronismos.
Visualmente muy bella, sus tonos verdes recuerdan a cintas como ‘Arrietty y el mundo de los diminutos’ o ‘El verano de Coo’. El realizador consigue captar con los colores las sensaciones que sienten sus personajes. La belleza verdosa teñida con melancolía provocando una sensación primaveral contradictoria refleja el remolino de sentimientos que tiene Takao dentro de sí como también esa lluvia de mayo que se alarga al verano y que no quiere marcharse, en esa lluvia se puede ver reflejada la desesperación de Yukino, la cual guarda un terrible secreto.
Quizás se eche en falta mayor durabilidad ya que la trama es interesante y esa brevedad hace que no se llegue a empatizar del todo con los personajes. A diferencia de otros filmes del realizador como ‘Viaje a Agartha’ o ‘Cinco centímetros por segundos’, Shinkai se adentra menos en la psique de los personajes pero eso no resta calidad a la obra.
Shinkai ofrece una deliciosa obra menor; no por su calidad sino por su metraje. El cineasta vuelve a demostrar su versatilidad al saber conjugar obras épicas e intimistas con otras menos ambiciosas pero igualmente bellas. ‘El jardín de las palabras’ ofrece un rato agradable, un rico momento en el que espectador no sentirá que haya perdido el tiempo. Una pieza de arte en pequeñas dosis.