La parada del metro de “Callao” en Madrid se “disfrazó”, en su día, con motivo del estreno de una de las películas más esperadas del año 2013, creando unas expectativas en el público muy elevadas. Baz Luhrmann, director, guionista, actor y productor de cine australiano conocido por la trilogía de ‘The Red Curtain‘, vuelve para dirigir un proyecto de dimensiones colosales, esta vez para dar vida a una de las obras más famosas de F. Scott Fitzgerald, ‘El gran Gatsby’, que ya fue llevada a la gran pantalla por Jack Clayton en 1974, con Robert Redford y Mia Farrow como protagonistas y guión del gran Francis Ford Coppola.
Relata los pasos de un aspirante a escritor Nick Carraway (Tobey Maguire, conocido por protagonizar la saga Spider-Man) en su viaje desde el Medio Oeste de los Estados Unidos hacia la ciudad de las oportunidades, Nueva York, en busca de su propio sueño americano, durante la década de los años 20. Nick, vive al lado de Jay Gatsby (Leonardo DiCaprio), un estrafalario multimillonario que pasa las noches alternando con la alta sociedad, organizando ostentosas fiestas en las que se alza como el centro de todo, mientras que se pasa el día completamente solo, recluido en su mansión de Long Island.
Son muchos los interrogantes que se plantean en la trama del film sobre cómo el protagonista alcanza su fortuna a partir de sus humildes orígenes. Algunos piensan que lo ganó vendiendo alcohol ilegalmente. Existen rumores también de que se trata de un asesino a sueldo o un espía alemán de la Primera Guerra Mundial o que quizás es un sobrino del emperador Guillermo II de Alemania. En la figura de Jay Gatsby se concentran todas las cosas buenas y malas de la América del momento.
Pronto el jóven escritor se dará cuenta que Jay, a pesar de todo el universo suntuoso que le rodea, es infeliz porque no pudo conseguir al amor de su vida, de sus tiempos de juventud, Daisy (Carey Mulligan, de la película ‘Nunca me abandones‘) que vive al otro lado de la bahía, junto a su aristocrático y mujeriego marido, Tom Buchanan (Joel Edgerton, conocido por películas como ‘Animal Kingdom‘). Así es como Nick se introduce dentro del mundo de los multimillonarios, incluyendo todas sus ilusiones, amores y engaños. Siendo testigo de este mundo, Nick escribe una historia de amor imposible, de sueños insobornables y de gran tragedia, reflejo del mundo actual y sus desafíos.
Como ya sucede en una de sus películas más famosas, ‘Moulin Rouge‘, Baz Luhrmann nos traslada a los años 20, ofreciendo al espectador multitud de movimientos de cámara para que sea partícipe de la película, dotándola también de un gran lenguaje visual exhibicionista y muy cargado, todo muy propio del director australiano. Es innegable el gran esfuerzo que ha hecho Luhrmann en el apartado visual, pero el problema nace cuando la película tiene que dejar de un lado ésto y centrarse en la historia, ya que no le da una verdadera profundidad a la historia y a sus personajes, pese a las grandes actuaciones de Leonardo DiCaprio y Carey Mulligan.
Es importante mostrar la majestuosidad del ambiente en el que se desarrolla la historia pero de ahí a poner en casi un segundo plano el fondo de la novela hay un paso, aparte de que en varios momentos del film el espectador puede perder el hilo de la trama. No refleja del todo la idea del sueño americano hecho realidad, y sus trágicas consecuencias, la historia de un joven con un origen humilde, que sueña con el éxito y con conquistar al amor de su vida, al que se le prohibió la relación con ella por su condición, y que hace todo lo que estuviese en sus manos por conseguirlo
Verdaderamente se trata de una película muy notable en cualquiera de sus apartados técnicos, pero que no ha sabido encontrar, quizás, el equilibrio con el desarrollo de la historia. Como dice el refrán popular: ‘Mucho ruido y pocas nueces’.