Que Marvel se encuentra en un indiscutible auge cinematográfico es algo que a estas alturas no cogerá a nadie por sorpresa. El increíble Hulk, Thor, Capitán América: el primer vengador y las dos entregas de Ironman supusieron el paso previo a la excelente Los vengadores, que sorprendió en 2012 a propios y extraños con el que para muchos es el mejor blockbuster jamás llevado a la gran pantalla. Ironman y Thor volvieron a la carga con nuevas películas al año siguiente (tercera y segunda parte respectivamente) y ahora, en 2014, le ha llegado el turno de nuevo a Steve Rogers en la que será su primera aventura en solitario ambientada en la época actual. Con un elenco de secundarios de lujo como Nick Furia y la Viuda Negra, un buen número de referencias al universo Marvel y unas primeras críticas por parte de la prensa especializada que auguraban un estupendo resultado final, lo cierto es que Capitán América: el soldado de invierno resultaba realmente prometedora para los seguidores del famoso personaje y para los aficionados al cine de superhéroes en general.
El film de los hermanos Russo supone un nuevo paso adelante en la archiconocida franquicia Marvel, sin limitarse en ningún momento a seguir la línea delimitada por las entregas predecesoras y ampliando su horizonte narrativo a cotas más ambiciosas de lo que cabía esperar incluso para los propios fans. La nueva aventura del Capitán América no es simplemente otra película de superhéroes al uso, dado que casa con gran talento la acción que caracteriza a este género con una trama y desarrollo dignos del mejor cine de espías, sin olvidar el acertado sentido del humor marca de la casa que sigue divirtiendo tanto como de costumbre. Dentro del argumento se hace un importante esfuerzo narrativo por profundizar en el personaje de Steve Rogers, no sólo como héroe, sino también como persona que vive en un siglo posterior al que le corresponde; pero lo cierto es que el mayor peso de la historia recae sobre un buen puñado de personajes secundarios que, lejos de desviar la dirección del guión, acrecientan el interés del espectador y enriquecen el conjunto general de la película.
Hay tópicos (como era inevitable), pero no faltan tampoco sorpresas varias y elementos propios que justifican la personalidad de la trama; y por supuesto la acción ralla a un gran nivel, con verdaderas explosiones de adrenalina, coreografías de combate realmente dinámicas y un villano principal muy vistoso. La fotografía llega a temblar demasiado en algunos lances de las batallas, pero por lo demás cumple muy bien su cometido, con mención especial a ciertas secuencias para el recuerdo por el deleite visual que atesoran. La banda sonora sirve de grato acompañamiento en todo momento, y si por un lado queda lejos de ser especialmente memorable, por el otro no flojea en ninguna de sus partituras y ofrece un conjunto estable y armónico en el que apoyar gran parte del componente dramático del film. El reparto de actores es notable, destacando el dúo principal compuesto por Chris Evans y Scarlett Johansson, además de un Samuel L. Jackson más protagónico de lo que nos tiene acostumbrados como el incombustible Nick Furia.
Por supuesto habrá espectadores más exigentes que esperasen una profundidad narrativa digna del caballero oscuro de Nolan, u otros que protesten porque a pesar de sus innovaciones la nueva aventura del Capi no abandone ni mucho menos la estructura arquetípica del cine superheroico comercial. Para el resto del público, aquel que anteponga el entretenimiento general al resto de factores secundarios, su visionado no podría resultar más recomendable. Capitán América: El soldado de invierno funciona porque no falla en nada. El ritmo no concede ningún descanso al espectador, el guión es sorprendentemente sólido y maduro, guarda más de una sorpresa para el fan promedio, el elenco de actores cumple con mucho acierto, el villano principal resulta muy carismático y la puesta en escena es magnífica. Marvel nos ha demostrado a todos que no por tener fijado de antemano un calendario de lanzamientos ha comprometido la calidad de los mismos, y nos deja además con un excelente sabor de boca de cara a sus siguientes estrenos cinematográficos, los cuales esperemos que alcancen a ser tan competentes como éste.
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6/10
Resumen
Lo mejor: Da un paso más allá del cine de superhéroes estándar, resultando muy completa sin sacrificar entretenimiento.
Lo peor: El guión, pese a su agradable cercanía al género de espionaje, no llega a sorprender en exceso.