¿Te apetece una película de acción de esas que completan como ninguna otra una tarde de cine o una de esas noches en las que te apetece pensar poco y disfrutar mucho de buenas secuencias de guantazos, sangre y algún que otro giro dramático? Ponte ‘A company man’, una de esas cintas que pasan desapercibidas pero que podrías ver en más de una ocasión sin cansarte de ella.
Hyung Do (So Ji-Sub) es un asesino a sueldo que en vez de trabajar por su cuenta lo hace para una empresa que pasa por una que se dedica al metal. Su expediente es impecable, su jefe lo adora, pues no cuestiona nada. Sin embargo, el caos se desatará cuando en una de las misiones tome la decisión de no acatar todas las órdenes al pie de la letra. Comenzará así una situación que no se había dado antes, Hyun Do ve un futuro fuera de la compañía, mucha culpa de ello la tendrán Yoo Mi Yeon (Lee Mi Yeon) y Ra Hoon (Kim Dong Joon), pero no será sencillo romper un contrato vinculante con ella.
‘A company man’ presenta una trama bastante básica, pero funcional, porque rápidamente lo que es una historia de un hombre que se limita a existir, pasa a ser la de una persona que encuentra un nuevo propósito por el que vivir, en el que se despiertan sentimientos dormidos durante mucho tiempo por los que será capaz de todo.
Así el guion, el cual arranca con una secuencia lenta, que te presenta una película, que ni mucho menos es la que vas a ver, pronto toma el cariz que nos habían prometido y presenta una secuencia perfecta de acción en la que la tensión va aumentando paulatinamente hasta estallar y completarse de forma excelsa con un cambio brusco de tempo.
Desde este momento en adelante, algo que no suele ocurrir en las cintas de este género ocurre, vamos a tener momentos de acción y pausas largas intercalados, de forma que, aunque nunca olvidamos la película que estamos viendo y el protagonista con el que contamos, si sentimos que podría haber una evolución distinta en él y por tanto en toda la historia. Los momentos más pausados, que llevan el peso del desarrollo de la historia, son aquellos en los que Hyung Do se permite ser una persona corriente.
Mientras pasea con Yoo Mi Yeon y sueña con una vida fuera de la empresa, el protagonista se cuestiona la moralidad de su existencia, aunque no con la gravedad que debiera, y aquí radica uno de los primeros fallos, si es que puede llamársele así, del film.
‘A company man’ cuenta con todos los ingredientes para arrasar en una taquilla, pero la falta de compostura del guion, que intenta crear una historia muy compleja emocionalmente, sin tener las ideas muy claras, hace que los diálogos nos parezcan insulsos. Durante toda la cinta pasan cosas que parecen descuadradas y que no tienen explicación, pero que se pasan por alto por la calidad de la acción y el ruido incesante de los golpes y tiros.
So Ji-Sub cumple, pero no deslumbra. No es ni muchísimo menos su mejor interpretación, recordemos la bellísima ‘Always‘, pero le queda como a nadie el traje, y sabe meterse en la piel de un asesino sin escrúpulos como pocos. Quien merece una especial mención es Kim Dong Joon (‘Black’) que da vida a Hyun Yi, el joven al que So Ji-Sub coge como pupilo en la empresa.
Sus escenas, aunque pocas, son las que más carga dramática aportan al conjunto del visionado, y pese a su juventud en el momento de grabación de la película, muestra madurez y trabajo en unas escenas de acción que ya quisieran firmar muchos actores de renombre del género.
La banda sonora y la mezcla de sonido son a su vez claves y de alabar en el conjunto cinematográfico que se nos presenta. El ruido es incesante, ya sea de cristales rompiéndose, armas descargándose o destructoras de documentos a todo rendimiento no hay descanso, salvo, cuando suena esa melodía que denota juventud y ganas de vivir que liga a los protagonistas a su pasado y sueños.
La puesta en escena y su fotografía, aunque algo oscuras, transmiten ansiedad y tensión. ‘A company man’ puede no aportar nada nuevo, pero su historia de venganza es lo suficientemente potente para mantenerte enganchada a ella sin que quieras siquiera levantarte a por más palomitas.
Tráiler
¿Pasa el corte?
Overall
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Fotografía
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Guion
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Edición y montaje
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Banda Sonora
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Interpretaciones
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Originalidad
Puntos fuertes
- Es corriente, pero aún así sorprende
- La puesta en escena y su fotografía, aunque algo oscuras, transmiten ansiedad y tensión.