Título original: High-Rise
Reparto: Tom Hiddleston, Sienna Miller, Jeremy Irons, Luke Evans, Elisabeth Moss, James Purefoy, Keeley Hawes, Reece Shearsmith, Peter Ferdinando, Sienna Guillory,Stacy Martin, Enzo Cilenti, Augustus Prew, Tony Way, Dan Renton Skinner
Guión: Amy Jump
Fotografía: Laurie Rose
Música: Clint Mansell
Género: Ciencia ficción. Thriller
Sinopsis: Adaptación de High Rise, novela publicada por J.G. Ballard a mediados de los años ‘70. La historia narra la llegada del doctor Robert Laing a la Torre Elysium, un enorme rascacielos dentro del cual se desarrolla todo un mundo aparte, en el cual parece existir la sociedad ideal. Pero secretamente, el recién llegado se sentirá perturbado ante la posibilidad de que este orden utópico no sea tal. Sospechas que rápidamente serán corroboradas de la forma más siniestra.
Crítica de ‘High-Rise’
por Jaime Garzía
«Pero…¿Que coj****?»
‘El resplandor’; ‘La naranja mecánica’ o incluso ‘La chaqueta metálica’ son muestras de un ejercicio lento y poderoso; un amalgama visual de escenas y sensaciones que encuentran un nexo común y que convergen en un producto impresionante y sin problemas para ser disfrutado y apreciado con el paso del tiempo. Stanley Kubrick es el hombre que está detrás, claro; pero es un hombre que ha conseguido un sello propio en cada cinta que firma y presenta al mundo.
‘High-Rise’ no es ni la sombra de esto, por muy «kubrickiana» que haya sido tachada. No es nada. Es una resultado difícilmente digerible que centra la atención y el foco en un Tom Hiddleston que tiene que hacer todo el trabajo por intentar, al menos, que la cinta llegue al aprobado raspado. Es un trabajo empañado por el pensamiento de soberbia que parece haber acusado Ben Wheatley para intentar llevar un thriller psicológico a algo que no es thriller, y que de psicológico tiene muy, pero que muy poquito. Es ambiciosa en el planteamiento y en la imagen, si; pero es absurda y grotesca en el transcurrir de la historia, embobando al público en inconexas escenas que no encuentran relación y que, a pesar de no perder en demasía, culminan la atención del espectador en excesos de todo tipo descritos de una manera obscena y aburrida a la vez.
Caótica, surrealista y con una excepcional habilidad para alejar la atención del espectador, solo podemos romper una lanza a favor en cuanto a la interpretación de algunos miembros del reparto; a saber un Tom Hiddleston al que ya pueden irle lloviendo las ofertas; a uno de los mejores Luke Evans que se recuerdan y que, dentro de lo absurdo de su personaje, realiza un espectacular trabajo y a una Sienna Miller que nos hace sufrir con ella y, oye, chapeau por eso dentro de un edificio tan insensible e irracional. El resto es insufrible, excesiva en su locura y absurda como resultado final, teniendo ante nosotros una cinta pedante y presuntuosa. Lo lamento, Ben Wheatley, pero no.
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3/10
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4/10
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3.5/10
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3/10
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3.5/10
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5.5/10
Resumen
Lo mejor: Tom Hiddleston es un actorazo como la copa de un pino. Aquí una muestra más.
Lo peor: Inconexa; como un ejercicio mal resuelto.