El filósofo y psicólogo argentino José Ingenieros, argumentó que la redención está bien pero que el camino más eficaz sería el de evitar llegar a ese punto: “Enseñemos a perdonar; pero enseñemos también a no ofender. Sería más eficiente”. Santiago Mitre tenía un reto muy difícil cuando Telefé le encomendó un remake de ‘La patota’, un filme de 1961 dirigido por Daniel Tinayre y protagonizado por Mirtha Legrand sobre una joven profesora de filosofía que es violada salvajemente por un grupo de alumnos.
Sin embargo, Mitre hace alarde de buen cine y sello propio llevando la cinta a su propio territorio con una protagonista excepcional y que le llevó a ganar el Gran Premio de la Semana de la Crítica y el FIPRESCI en el 68 Festival de Cannes y tres premios de la sección Horizontes Latinos de la 63ª edición del Festival de San Sebastián.
Paulina es una joven abogada de buena familia con unas ideas políticas muy claras: Desea la igualdad de oportunidades, la defensa de los derechos y una justicia. Por eso, decide dejar su cómoda vida en Buenos Aires, el máster que estaba terminando y su trabajo de abogada para irse a dar clases a una zona cercana a la frontera con Paraguay. Allí se centrará de lleno en darles educación y pensamiento a los niños de la zona. Una noche oscura, un grupo de chavales a los que da clase le confunden con la exnovia de uno de ellos y la violan salvajemente en grupo. Aturdida y ultrajada, Paulina sabe quiénes son los culpables pero, ante todo, busca encontrar la razón para poder obtener su propia justicia.
Cuando se dice que Mitre lleva a su propio terreno el relato es que aparta los motivos que llevan a Paulina a perdonar a la patota (una pandilla) a hacerle tal ultraje. Mientras que en la original es su espiritualidad religiosa lo que le lleva a predicar la redención, en esta versión se cambia por una de las creencias más firmes del siglo XXI: Las ideas políticas. Cambio que hace que toda la película tenga varias capas de complejidad que enriquecen a esta cinta.
Con un inicio de un magnífico plano secuencia en el que Paulina discute con su padre, un hombre que de joven fue idealista pero que decidió aceptar el juego, la película abre la puerta sobre lo que va a ocurrir. La joven cree realmente en los valores de la democracia, con lo cual, querrá llevar esa creencia hasta niveles extremos, lo que provocará que el espectador empiece a alejarse empáticamente de la muchacha.
Porque en ese lugar no ley ni orden, desde que Paulina empieza a dar clases se ve a unos adolescentes que han llegado a un nivel de supervivencia semejante al de la selva: ¿Eso los hace inmorales? No, Mitre no pretende ser clasista, al contrario, el realizador destapa las incongruencias y perversiones de un estado democrático. Tras la infame ofensa, la protagonista lo dice todo: “Cuando hay pobres de por medio, la policía no busca la verdad”. Una dura acusación que se tercia real. Sin embargo, ¿es acaso justo dejar impune tal crimen?
Varias preguntas sin responder que hacen de ‘Paulina’ una magnífica propuesta llena de escalas de grises en el que el papel de la democracia queda en evidencia. Todo ello gracias a una magistral protagonista. Dolores Fonzi vuelve a demostrar por qué ella es una de las grandes intérpretes del relevo generacional de maestros tan grandes como Ricardo Darín, Cecilia Roth, Guillermo Francella o Valeria Bertuccelli. Fonzi le da forma al idealismo, al perdón, a la incoherencia, a la insensatez, a la vehemencia, a la fuerza. Una actriz que ha conseguido crear un personaje con el que se consigue la plena asertividad para, después, alejarse al ver que lleva a cotas extremas unas creencias democráticas excepcionales.
¿Heroína o víctima? Cuestión sin respuesta que demuestra que Santiago Mitre es uno de los cineastas argentinos más prometedores del país sudamericano. Si con ‘El estudiante’ evidenció cómo un estado igualitario se forja a base de corruptelas, en ‘Paulina (La patota)’ saca a relucir su lado más perverso. Junto con la peruana ‘Madeinusa’ o la chilena ‘El club’, esta propuesta es una de las más desconcertantes que se hayan visto en el cine más reciente.
Valoración crítica de 'Paulina (La patota)'
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9/10
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7/10
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9/10
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8/10
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8/10
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8/10
Resumen
Lo mejor: Dolores Fonzi, esa portentosa actuación crea una película inolvidable.
Lo peor: Las motivaciones de su protagonista pueden quedar algo alejada del espectador.