Cuando terminó ‘Nikita’ todos nos preguntábamos que sería lo siguiente que haría Maggie Q, pero a no muchos de nosotros se nos ocurrió pensar en Aaron Stanford, quien terminó aterrizando como protagonista en la serie de la cadena Syfy, ’12 Monkeys’, donde ha conseguido el que quizá sea el papel de su vida, ya que el éxito de la película hecha serie, que en su día protagonizasen Bruce Willis, Madeleine Stowe y Brad Pitt, se ha visto reforzado sin lugar a dudas por la calidad del guión y las interpretaciones de sus actores y actrices.
En ’12 Monkeys’ pasan los capítulos y en ellos o ocurre demasiado o no ocurre nada y esto la hace muy entretenida, porque los saltos temporales se encuentran bastante bien hilados, y lo mismo nos encontramos en el año 2043 que en el 2015, y gracias a ellos podemos conocer de primera mano toda la historia que rodea a nuestros personajes, aunque esta sea fragmentada y a veces paralela e incluso inexistente para ellos, algo que nos mantiene alerta los 42 minutos que dura cada episodio.
Los personajes que se presentan como hemos mencionado al principio son unos personajes fuertes, bien asentados en la trama a pesar de su complejidad. Cuando la serie empieza nos puede parecer un poco liosa e inconexa, pero la naturalidad con la que los diálogos fluyen, a pesar de no ser muy elaborados en algunos casos, hacen que rápidamente nos acostumbremos a los ritmos que presenta y a las excentricidades de sus protagonistas. Los encargados de salvar al mundo de la epidemia más grande vista sobre la tierra son el ya mencionado Aaron Stanford, quien transmite a la perfección ese sentimiento de no pertenecer a un momento concreto gracias a la naturalidad con la que se maravilla al escuchar música o con la que se asombra al probar una hamburguesa por primera vez. Por su parte el resto del elenco como más peso, entre los que encontramos a Barbara Sukowa, haciendo el papel de una científica más que excéntrica, a Amanda Schull, quien da vida a la doctora Railly quien tiene una de las mas logradas proyecciones de todo el elenco y Kirk Acevedo, el inseparable pilar y brújula moral sobre el que se apoya el protagonista, cumplen más que sobradamente capítulo tras capitulo dejándonos como hemos comentado una serie bastante estable, que se mantendrá en antena si saben manejar correctamente los tiempos de la trama.
Es cierto que la serie peca en algunos momentos cuando utiliza la «especialización» de sus personajes para dar continuidad a la trama. Los tecnicismos, los cuales no suelen explicarse nunca, ni siquiera de manera sucinta o sutil, nos deja a veces en un estado de incomprensión que debemos llenar nosotros mismos aprovechando lo que va aconteciendo para moldear y dar sentido a lo dicho previamente. Esto, es cierto, suele ocurrir bastante en esas series postapocalípticas-futuristas de ciencia ficción, en la que al jugar con elementos espacio-temporales complejos y con tecnología aún no desarrollada tienen que inventar términos o utilizar una línea lógico-deductiva a la que no estamos acostumbrados en nuestro día a día.
En lo que a ambientación se refiere, ’12 Monkeys’ nos sorprende con una gran variedad de localizaciones y situaciones que nos llevan por todo el mapa, y como hemos dicho antes, nos lleva también a diferentes décadas, por lo que podemos ver un cambio considerable de unas «modas» a otras. Tal y como nos tiene acostumbrado Hollywood, los paisajes son cuidados y realistas y se encuentran bien insertados en la trama a través de unos efectos especiales no muy saturados ni exagerados normalmente. Parte importante de esta ambientación es la caracterización de los personajes que van apareciendo, y es que, como hemos comentado, son muchos los saltos temporales y espaciales, los cuales requieren una matización en la vestimenta, joyería y maquillaje muy amplia, ya que en un mismo episodio nos podemos encontrar en una gala benéfica de etiqueta o cubiertos de polvo y tierra en un páramo perdido. Ese juego y contraste ayudan también a dar vitalidad y rapidez al paso de los minutos en cada capitulo.
¿Pasa el corte?
Overall
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Originalidad
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Interpretaciones
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Banda Sonora
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Fotografía
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Guión
Resumen
- Lo mejor: La acción trepidante de los sucesos
- Lo peor: Los saltos temporales que a veces hace que te pierdas en plena acción